José Martín Vélez - EL VOTO BABAS Y EL PASITO MOONWALK.

EL VOTO BABAS Y EL PASITO MOONWALK.

Establezcamos una premisa necesaria: los pendejos sí existen. Asumamos que no solo existen, sino que, además,  abundan. Recordemos que el malogrado y muy querido Facundo Cabral aconsejaba no hacerles la guerra por ningún motivo; no hay manera de ganarles, son demasiados. 

Pero, asumiendo que existen, ¿Cómo votan los pendejos? En estas notas se hará una exploración somera sobre el comportamiento de algunos sectores de votantes, cuyo sufragio es prueba suprema de que no solo Dios y el Universo son infinitos: tampoco la pendejez humana conoce límite.

El primer caso de voto escasamente lúcido  lo encontramos en aquel joven que se enfrenta por primera vez a la papeleta electoral. La observa detenidamente, pasea la crayola por los cuadritos de los diversos partidos, sin atreverse a marcar en ninguno; mas de pronto, observa un logo en el que sobresale un pájaro con un colorido picote. Entonces recuerda lo que oyó en los spots: “no votes por un político, vota por un ecologista”. El joven no lo piensa más, ¿más?, y la crayola marca sobre el tucán. El chavalo, que se negaba a votar por un político, ha elegido al peor de todos: el político disfrazado que niega serlo. El chamaco babeante piensa que al votar “por un ecologista” le ha hecho un favor al planeta; pero con su voto ha favorecido al peor depredador jamás existido: el político corrupto (recordad el video del “Niño Muerde” negociando la mochada correspondiente por construir un hotel sobre un manglar en Cancún).

Un estudio sobre el perfil del votante, realizado por Octavio Islas, a propósito de las elecciones federales de 2009, indica que en la franja de edad comprendida entre los 18 y los 25 años se duplica la preferencia por el partido verde que muerde. En este caso, nos enfrentamos a un tipo de pendejez que tiene una medicina que, aunque es gratuita, suele fallar: el tiempo.

Otro caso de captura de voto escasamente razonado, lo encontramos en el “voto de género”. Existe un porcentaje de votantes (y votantas, dijo el otro) que están dispuestos a sufragar, y de hecho lo hacen, inclinados sólo por el sexo del candidato o candidata. Sabedora de la existencia del voto babas sexista, cuando la derecha ha necesitado arrancarle puntos al candidato de izquierda (Cárdenas 1988, AMLO 2006) ha patrocinado y/o fomentado el surgimiento de candidatas “de izquierda” (Cecilia Soto 1988, P. Mercado 2006). Uno, dos, tres puntitos que le arranquen al candidato que le representa peligro, y la derecha se da por bien servida. (otro puntito más se lo quitan con la triquiñuela cachabobos del voto nulo y mulo).

Pero ahora la derecha panista, urgida de votos, se ha inclinado ya no por fabricar una candidata “de izquierda”, para desviar algunos puntitos. El hambre de votos apremia y ha decidido lanzar candidata para cachar el voto “de género”. Con la candidatura de Jochepina el PAN logrará captar alguna porción de voto babas genérico. ¡Mèxico ya está preparado para que lo gobierne una mujer! ¿La misma mujer que resultó un fiasco en SEDESOL, en la SEP y en cuanta responsabilidad pública ha asumido?

Craso error cometerán quienes voten guiados, guiadas, por la presencia o ausencia de pene candidatil. No es ese apéndice el que determina el grado de compromiso de los aspirantes, y de las fuerzas políticas que los respaldan, con las demandas relativas a la equidad entre géneros. No es la derecha conservadora quien puede y quiere avanzar por el camino de la equidad. Así lo han expresado figuras representativas del movimiento feminista; que esas sí razonan, y mucho.

Sin saberlo. El voto equìvoco, “de género”, le estarà haciendo un homenaje al fallecido Michael Jackson, y al pasito de baile que el bicolor rey del pop hizo tan famoso: el Moonwalk (paso lunar). Wikipedia define así el Moonwalk: ”es un paso de baile que fue popularizado por el artista Michael Jackson. Consiste en una serie de pasos en el que se deslizan ambos pies en orden, y se produce un efecto óptico de deslizamiento hacia delante aunque en realidad se desplaza hacia atrás.”

Ni màs ni menos: votando por una mujer parecerà que caminan hacia delante; pero votando por la derecha, por una mujer de derecha, alabadora de Pinochet, muy al contrario a esa ilusoria apariencia, en realidad caminaràn hacia atrás. Igualito que el gran bailarìn del guante plateado.

#AMLO2012