Ese permanente epicentro de desestabilización que es Grecia volvió a provocar ayer la enésima convulsión en los mercados mundiales. El detonante fue esta vez la filtración de un documento interno del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), en el que se advierte de que una posible quiebra desordenada griega abocaría a España e Italia a solicitar un rescate financiero y causaría daños por importe de más de un billón de euros. Por la tarde, Atenas se decidía a echar aún más leña al fuego de la incertidumbre al asegurar explícitamente que los acreedores que no se acojan al proceso de quita en marcha, cuya fecha límite es mañana, sencillamente no verán ni un euro.
El miedo al fracaso en estas negociaciones y el impacto de las advertencias recogidas en el informe del lobby bancario, fechado el 18 de febrero, tuvieron un efecto inmediato en los parqués. El Ibex se desplomó hasta ceder un 3,39% y perder de vista los 8.200 puntos, límite que no traspasaba desde hace dos meses. Es la mayor caída diaria desde el 21 de noviembre, cuando el selectivo madrileño se dejó un 3,48%. París (-3,58%), Milán (-3,39%) y Berlín (-3,4%) se abonaron a un pesimismo del que también se contagió Wall Street (-1.57%).
La prima sube 23 puntos
El nuevo ataque de nervios a cuenta de Grecia deja al Ibex-35 en su mínimo anual, pero también causó estragos en el mercado de deuda. La prima de riesgo del bono español a diez años se disparaba ayer hasta los 337 puntos básicos, 23 más que el pasado lunes y nueve por encima de su homólogo italiano. Y es que la cuenta atrás en la negociación entre Grecia y sus acreedores privados ha vuelto a convocar a los peores fantasmas de la gran crisis de deuda europea. El plazo para zanjar un acuerdo expira a las ocho de la tarde de mañana y la presión incluye ya órdagos a la grande como el que lanzó ayer el Tesoro heleno. La Autoridad de Gestión de la Deuda Pública de Grecia (PDMA) advirtió de que los acreedores que no se acojan al proceso de quita no recibirán fondos procedentes del nuevo préstamo internacional por valor de 130.000 millones de euros. Es decir, no cobrarán.
«El programa de Grecia (financiado por la UE y el FMI) no contempla que haya fondos disponibles para hacer pagos a los acreedores del sector privado que declinen participar en la PSI (Participación del Sector Privado, como se conoce oficialmente la quita)», avisó la PDMA. La PSI supondría la condonación de unos 107.000 millones, es decir, el 53,5% del monto de los bonos tenidos por grandes bancos y fondos de inversión. Numerosos «hedge fund» no están por la labor, aunque el Gobierno griego guarda un as en la manga. Si la proporción de tenedores que aceptan de forma voluntaria supera los dos tercios del total de acreedores (en volumen de deuda poseída) se activarán las denominadas cláusulas de acción colectiva, que obligarían a los tenedores minoritarios a sumarse a la PSI, aún en contra de su voluntad.
En clave política el primer ministro, Lucas Papadimos, anunció ayer cambios en las carteras de Interior y Educación. Mihalis Chysohoidis será el nuevo ministro de Protección Ciudadana. En Educación la nueva titular será Anna Diamantopoulou.
Brasil frena, Europa para
Pero las agencias de «rating» consideran que eso es una suspensión de pagos efectiva, lo que solo serviría para agravar la situación. Y a ese desolador escenario es al que se refería el informe de la IFF que ayer desató el pánico. Con todo, Grecia es solo el principal elemento del combinado de factores de desestabilización. Como explica José Luis Martínez, analista de Citi en España, el fin de la política de crédito del BCE, que se ha convertido en un cortafuegos de efecto sedante en los mercados, añade más incertidumbre. Además, la economía mundial sigue sin dar señales de reactivación. Tas confirmarse el enfriamiento chino, ayer otra potencia emergente, Brasil, anunciaba que también echó el freno en 2011, cuando «solo» creció un 2,7%, su peor dato desde 2003. Además, Eurostat confirmó que la eurozona se contrajo tres décimas en el último trimestre de 2011, la misma caída que España. Mientras, el BBVA cifró en cuatro décimas la posible caída del PIB español en el primer trimestre de 2012.
#AMLO2012
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