La seguridad interior está hoy amenazada, declaró el jueves el general Guillermo Galván Galván, secretario de la Defensa Nacional. Semejante reconocimiento es también la aceptación de que la “guerra” contra el crimen organizado que hace cinco años declaró Felipe Calderón está muy lejos de ser ganada. De otra manera, la seguridad interior no estaría seriamente amenazada como dijo el responsable operativo de esa confrontación que ha cobrado 50 mil vidas, en el marco de la ceremonia del Día de la Lealtad.
A ese valor, primordial en un instituto armado, el general Galván atribuyó reconocer también que “ha habido errores”; aceptar las recomendaciones hechas al Ejército por Derechos Humanos, y sancionar a los que llamó “infractores comprobados” para diferenciarlos de “aquellos casos tendenciosos que buscan desprestigiar a la institución y desviar la acción de la justicia a favor de los delincuentes”.
Ambos reconocimientos, el de la seguridad interior amenazada y el de la comisión de errores en esta “guerra”, ameritan, por supuesto, una explicación más amplia que la que puede darse en un discurso protocolario, pero por lo pronto dejan una sensación de fracaso.
Calderón, por supuesto, no perdió la oportunidad, después de los asertos de su subordinado, de defender su estrategia y de recurrir, para hacerlo, a la ironía, manifestación inequívoca de que no está nada a gusto con las críticas:
“Hay gente que le reprocha a mi gobierno que combata a los criminales. Bueno, pues ahora sí ¿qué querían que hiciera, que los invitara a pasar, que los saludara, que les ofreciera un cafecito o qué? Pues claro que hay que combatir a los criminales y el gobernante que considere que no debe combatir a los criminales pues que no sea gobernante, hombre. Esa es la verdad”.
Pues esa no es la verdad. Calderón no entiende o no quiere entender. Nadie le ha pedido que deje de combatir a los criminales, pues esa es su obligación y debe cumplirla. Nadie le ha pedido que los salude o que se tome un cafecito con ellos. ¿Qué tal si en lugar de invitarles el cafecito les congela sus cuentas o endurece las medidas contra el lavado de dinero?, ¿qué tal si, paralelamente, enfatiza en la prevención de las adicciones y en la generación de empleos y oportunidades para los jóvenes?
Eso es lo que se le pide, no una estrategia exclusivamente fundamentada en la violencia que sólo genera más violencia. Que reconozca que falló esa estrategia y que la cambie para que siga cumpliendo con su obligación de combatir a los criminales. Y que complete lo que ya inició —y que acaso sea lo más rescatable de su estrategia fallida—, que concluya la limpieza de las policías y deje que el Ejército cumpla las funciones para las que fue creado.
Pero también cometió el error —en aras de legitimar lo que las urnas le negaron— de hacer de la guerra contra el crimen el tema casi único de su gestión y de asumirlo personalmente en lugar de dejarles la responsabilidad a sus subordinados operativos y él, como Presidente, atender muchos otros temas sensibles como el del empleo, el crecimiento económico o la seguridad social, por sólo citar algunos. Por eso está ahora solo en su laberinto.
Instantáneas
1. UN HOMBRE Y UNA MUJER. No es referencia a la famosa película francesa estrenada en 1966, escrita y dirigida por Claude Lelouch y memorable por su exuberante fotorgrafía y por su tema musical creado por Francis Lai. Más bien se trata de las negociaciones que al interior del Partido Nueva Alianza (Panal) continuaban anoche hasta el momento de escribir esta columna para designar a su candidato presidencial tras la ruptura con el PRI y Enrique Peña Nieto, para lo cual tienen de plazo hasta hoy miércoles. La lista de aspirantes se había reducido a dos: un hombre y una mujer. Se asegura que, en ambos casos, el perfil es ciudadano. En eso estaban el presidente del partido, Luis Obregón, y la maestra Elba Esther Gordillo. El punto ahora será saber a quién restará votos esta cuarta candidatura. Será al PRI o al PAN. Difícilmente al movimiento progresista de la izquierda.
2. ¿PLAGIO? El escritor Sealtiel Alatrsite solicitó al rector de la UNAM, José Narro, la aceptación de su renuncia como coordinador de Difusión Cultural, luego del escándalo que se ha desatado por las acusaciones de plagio que se han hecho en su contra después de que se dio a conocer que era el ganador del premio Xavier Villaurrutia 2012. Alatriste reconoce haber usado párrafos de diversas fuentes en textos escritos hace años, pero rechaza que se trate de un plagio ya que lo sustancial de esos materiales parte de ideas y recuerdos propios. (rrodriguezangular@hotmail.com); (twitter: @RaulRodríguezC).
#AMLO2012
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