PATRICIA BARBA: DE HOLOCAUSTOS, ACCIDENTES, FOROS, CASTIGOS Y PREMIOS.

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La pavorosa doble moral en lo que se premia y se condena: se exige castigo para Francesco Schettino por 16 muertes pero se premia a Calderón por más de 50,000 muertos

 

Por: Patricia Barba Ávila (Seti)

 

Si para miles --si no es que millones-- nos resultó inverosímil el que se le entregara a Barack Obama el Premio Nobel de la Paz en 2009, pese a su política guerrerista similar a la de su predecesor, resultó igualmente sorpresivo e indignante el que el organizador del Foro de Davos decidiera otorgar a Felipe Calderón Hinojosa el premio como "Estadista Global", sin importar que este individuo enfrente una demanda ante la Corte Internacional de La Haya, por crímenes de lesa humanidad.

Este día en que muchos conmemoramos el 159 Aniversario del natalicio del gigante José Martí, resulta todavía más grotesco el hecho de considerar como "estadista" a un sujeto tan inmoral como el espurio presidente mexicano, con el agravante de que  los medios masivos, expertos, políticos y demás comentan y celebran este absurdo con la misma algarabía neurótica con la que han hablado del accidente ocurrido con el Costa Concordia, el lujoso crucero que se estrelló cerca de la Isla de Giglio, con la resultante de 16 muertos hasta ahora y 15 personas desaparecidas.  Las expresiones de condena y correspondientes exigencias de castigo al capitán Schettino no se han hecho esperar, además de la indemnización, reembolso y gastos médicos pagados a varios pasajeros, que sobrepasan los $14,500 dólares por parte de la Empresa Carnival.

Por otra parte, durante 67 años consecutivos, tanto la ONU como los distintos gobiernos de varias naciones, empezando por Israel, han conmemorado el Holocausto de la Alemania Nazi durante el cual fueron asesinados alrededor de 6 millones de judíos, algo execrable y condenable a todas luces, sin duda alguna y, por ello, no puedo evitar la pregunta obligada: ¿acaso los millones de muertos por guerras, invasiones, explotación, torturas, desapariciones, inanición y enfermedades curables no atendidas en Europa, África, Asia y América Latina no cuentan?  ¿Dónde estás las voces de condena contra los gobiernos de los E.U., Francia, Inglaterra, Bélgica, Italia, Israel, Chile, Argentina, México, entre otros responsables de crímenes derivados no de un accidente sino de inacabable codicia y crueldad?

Ciertamente, trátese de 45 (Masacre de Acteal), 40,000 (dictadura pinochetista) o 60 millones (II Guerra Mundial) de muertesinnecesarias (aquellas que no se deben a terremotos, inundaciones u otras catástrofes inevitables) no pueden ser motivo de cálculos monetarios o de otra índole y, por ello, una de las frases que más me llamó la atención de los pasajeros del Costa Concordia que rechazaron los $14,500 dólares --pretendiendo varios de ellos obtener hasta 1,000,000-- es la siguiente: "no le podemos poner cifra al trauma que soportamos..."

...Imaginemos entonces cómo se compensaría a los sobrevivientes o a sus familiares y qué tipo de castigo merecerían los responsables de los millones de asesinados y desaparecidos en los siguientes conflictos e invasiones:

3'700,000 soldados y civiles durante la I Guerra Mundial;

60'000,000 soldados y civiles durante la II Guerra Mundial;

6'000,000 por trabajos forzados, tortura y enfermedad en el África Ecuatorial (1900-1914);

1'000,000 durante la Revolución mexicana, 700,000 de los cuales fueron indígenas que perecieron por hambre y enfermedades;

880,000*   en invasiones de E.U. contra Filipinas;

300,000*   de 1930 a la fecha, muchos de ellos durante la "Operación Cóndor" en Colombia;

70,000*     asesinados en Guatemala por ordenes de Efraín Ríos Mont;

60,000*     "Guerra contra el crimen organizado" en México; Felipe Calderón

61,000*     en Haití por J. C. Duvalier;

40,250*     en Chile por Augusto Pinochet;

30,000*     en Argentina por Jorge R. Videla;

24,000*     en República Dominicana por represión de Rafael L. Trujillo...

y podría citar muchos más casos en los que se ha perdido un considerable y dolorosísimo número de vidas, todas valiosas, todas invaluables...es decir, no se les puede poner precio cuando se piensa bajo términos humanistas y nomonetaristas...y aquí radica una de las diametrales diferencias en la forma de concebir la vida humana vis a vis el dinero y pregunto: ¿acaso para merecer mención, respeto, indemnización y justicia, se debe alguien trepar a un crucero de lujo?

Si tomamos la redacción del primer párrafo de la Constitución de los E.U., en el que se resalta la igualdad de todos los hombres (y lo mismo ocurre con otras constituciones de otros países), querría decir que si los pasajeros delCosta Concordia alegan --y con justa razón-- que el trauma que vivieron no tiene precio, entonces el indecible sufrimiento padecido por los millones de víctimas arriba mencionadas, tampoco tiene precio y, además, requiere urgentemente que se les haga justicia y se les recuerde con tanto dolor y respeto como a los 6 millones de judíos de la Alemania Nazi.

Sin embargo y para vergüenza de nuestra especie, hemos podido atestiguar que los responsables de tantas masacres, torturas, explotación y destrucción de pueblos enteros permanecen no sólo intocados sino que en varios casos, son tratados como próceres y premiados en cumbres y foros mundiales en una muestra imperdonable de impunidad, cinismo y absoluta carencia del más mínimo rastro de respeto o compasión, sentimientos que deberían caracterizar a hombres y mujeres merecedores de homenajes y reconocimientos.  

¿Qué nos ha ocurrido? ¿Acaso el golpeteo mediático ha sido tan inmisericorde que ha sido capaz de revertir todo rastro de lo humano y, por ende, diluir el sentido de la dimensión y el valor de las cosas?  Escuchamos con toda naturalidad cómo se reúnen en Suiza aquellos que son responsables directos o indirectos del despojo, la explotación y eventual destrucción de poblaciones enteras, no para resolver la crisis que agobia a varias naciones sino para acordar nuevas estrategias de dominación que les permita seguir robando a manos llenas, mientras que los principales medios de "información" cubren esos eventos y a sus protagonistas con servilismo borreguil...

Cuando hablamos de la revolución de las conciencias ciertamente nos referimos a la erradicación imprescindible de una mentalidad que fomenta y premia la inmoralidad y los crímenes más abyectos merced del diseño de estrategias mediáticas que tienen el poder de revertir la percepción humana, transformando los anti-valores en los valores que amenazan con destruir nuestra especie y el resto de las que comparten con nosotros este bello planeta.

*Masacres, invasiones y ataques apoyados, planeados y financiados por los E.U.

 

 

Comentarios: andrea.barba47@gmail.com

Los principios lo son todo, los hombres no. Benito Juárez

Patricia Barba Avila
Titular del programa Desde la raíz transmitido por Radio La Nueva República los lunes de 21 a 23 hrs y los miercoles de 21 a 22 hrs y Sabía usted que los domingos de 11 a 13 hrs (hora del Centro)

Miembro del Tribunal Internacional de Conciencia (TIC)

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