Francisco Rodríguez / Índice Político
Como si fueran Zetas. Así han actuado funcionarios de la fallida Administración del señor Felipe Calderón. Han pedido cuotas económicas a franquiciatarios de Petróleos Mexicanos, a cambio de “permitirles” vender incompletos litros de combustible en perjuicio de los consumidores. Y quien se ha negado a esta suerte de extorsión, ahora debe enfrentarse a cobros injustificados del SAT.
Le platico un caso. En 2008, un “gasolinero” del sureste fue conminado a pagar una cuota mensual, durante dos años, de 16 mil 500 pesos por cada una de sus estaciones de servicio a funcionarios venales de la delegación de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) que argüían, les habían solicitado “en el centro” para fondear las campañas electorales del PAN en el venidero 2012. Nada de recibos, claro. Todo por debajo de la mesa. Tal y como operan los capos del cártel denominado “de la última letra”.
El franquiciatario se negó. Y nada sucedió. Como sus estaciones de servicio operan en orden, no recibió ni una multa ni siquiera un apercibimiento de la Profeco.
Pero no contaba con que para cobrarle esa cantidad llegaría el Sistema de Administración Tributaria. Y es que hace apenas unos días, el dictaminador fiscal de este empresario le avisó que en las oficinas de recaudación tributaria le estaban requiriendo un pago, por concepto de IETU, que asciende a 396 mil pesos. ¿Pues qué pasó? ¿Han estado mal elaborados los dictámenes? ¿A quién se puede responsabilizar del adeudo?
Acudieron ambos, cliente y contador público, a las oficinas del SAT. Y ahí les dijeron que el dictamen oportunamente presentado estaba bien. Correctísimo. Y que los 396 mil pesos deberían ser pagados y podrían ser descontados en las siguientes cinco declaraciones anuales.
Pidieron, por supuesto, un documento en el que les hicieran constar lo anterior. Se los negaron. Todo por debajo del agua. Sin papelito que hable. Tal y como operan los Zetas.
¿Por qué 396 mil pesos? Pues porque es, exactamente, lo que el franquiciatario de Pemex debió de haber entregado “al PAN” durante los últimos 24 meses, a razón de 16 mil 500 pesos cada treinta días.
Estamos frente a una evidente y muy clara extorsión de los panistas, de la que no debe ser ajeno el propio señor Felipe Calderón. Acuando como Zetas, la Profeco y el SAT no se mandan solas… como decimos vernáculamente.
De todo esto se ha hablado mucho en los últimos meses y, particularmente, en los últimos días, a partir de que el diputado verde Pablo Escudero llevara este putrefacto asunto a la Cámara de Diputados y, también, luego de que la PGR exonerara a la ex subprocuadora Gladis López Blanco de las acusaciones que en este tenor se le han imputado.
Y hay razones claras y evidentes para absolver a la también michoacana de esta extorsión. En primer lugar porque, cuando esta serie de extorsiones dieron inicio, ella ya no estaba a cargo de tal puesto.
También porque el órgano gremial que aglutina a la mayor parte de los gasolineros, la Onexpo (Organización Nacional de Expendedores de Petróleo) recién rechazó que López Blanco haya participado en ese tipo de extorsiones.
Y lo más evidente: porque ella no maneja al SAT.
Pero, ¿por qué es que la opinión pública y, sobremanera, la opinión publicada se ha cebado sobre ella?
No me lo va a creer, pero michoacanos con quienes recién he platicado hablan de una especie de vendetta en la que estarían involucrados otros paisanos de Calderón.
López Blanco y su esposo, el hasta hoy secretario de la Función Pública Salvador Vega Casillas mantienen en Michoacán uno de los grupos políticos del blanquiazul más nutrido y mejor organizado que, en ocasiones –cual la de la propia campaña del ahora ocupante de Los Pinos– ha tenido alcances nacionales. Ambos tienen ambiciones políticas. Ella, incluso, fue seriamente considerada como posible candidata del PAN a la gubernatura estatal… pero se atravesó “la primera hermana” y…
Ahora, ante la catástrofe que en Los Pinos ha significado la aplastante derrota de “La Cocoa”, cual motejan a Luisa Maía Calderón, el hermano no busca quién se la hizo sino quién se la paga…
Y ahí ha entrado la proverbial “mano amiga”. La de otros panistas michoacanos que han grillado en contra de la pareja que forman Vega Casillas y López Blanco.
Casi, pues, como Los Zetas. Extorsionando. Pero a diferencia de “los de la última letra”, los panistas sí se andan con chismecitos, traicioncitas y demás mariconadas…
Índice Flamiguero: Anote usted al sinaloense Rafael Morgan Ríos como posible sucesor de Vega Casillas en la Función Pública. El primero es todavía subsecretario de Control de Auditoria de la Gestión Pública. El segundo se retira para buscar una senaduría por su natal Michoacán… y no por las grillas de ciertos ex presidentes del PAN.
Como si fueran Zetas. Así han actuado funcionarios de la fallida Administración del señor Felipe Calderón. Han pedido cuotas económicas a franquiciatarios de Petróleos Mexicanos, a cambio de “permitirles” vender incompletos litros de combustible en perjuicio de los consumidores. Y quien se ha negado a esta suerte de extorsión, ahora debe enfrentarse a cobros injustificados del SAT.
Le platico un caso. En 2008, un “gasolinero” del sureste fue conminado a pagar una cuota mensual, durante dos años, de 16 mil 500 pesos por cada una de sus estaciones de servicio a funcionarios venales de la delegación de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) que argüían, les habían solicitado “en el centro” para fondear las campañas electorales del PAN en el venidero 2012. Nada de recibos, claro. Todo por debajo de la mesa. Tal y como operan los capos del cártel denominado “de la última letra”.
El franquiciatario se negó. Y nada sucedió. Como sus estaciones de servicio operan en orden, no recibió ni una multa ni siquiera un apercibimiento de la Profeco.
Pero no contaba con que para cobrarle esa cantidad llegaría el Sistema de Administración Tributaria. Y es que hace apenas unos días, el dictaminador fiscal de este empresario le avisó que en las oficinas de recaudación tributaria le estaban requiriendo un pago, por concepto de IETU, que asciende a 396 mil pesos. ¿Pues qué pasó? ¿Han estado mal elaborados los dictámenes? ¿A quién se puede responsabilizar del adeudo?
Acudieron ambos, cliente y contador público, a las oficinas del SAT. Y ahí les dijeron que el dictamen oportunamente presentado estaba bien. Correctísimo. Y que los 396 mil pesos deberían ser pagados y podrían ser descontados en las siguientes cinco declaraciones anuales.
Pidieron, por supuesto, un documento en el que les hicieran constar lo anterior. Se los negaron. Todo por debajo del agua. Sin papelito que hable. Tal y como operan los Zetas.
¿Por qué 396 mil pesos? Pues porque es, exactamente, lo que el franquiciatario de Pemex debió de haber entregado “al PAN” durante los últimos 24 meses, a razón de 16 mil 500 pesos cada treinta días.
Estamos frente a una evidente y muy clara extorsión de los panistas, de la que no debe ser ajeno el propio señor Felipe Calderón. Acuando como Zetas, la Profeco y el SAT no se mandan solas… como decimos vernáculamente.
De todo esto se ha hablado mucho en los últimos meses y, particularmente, en los últimos días, a partir de que el diputado verde Pablo Escudero llevara este putrefacto asunto a la Cámara de Diputados y, también, luego de que la PGR exonerara a la ex subprocuadora Gladis López Blanco de las acusaciones que en este tenor se le han imputado.
Y hay razones claras y evidentes para absolver a la también michoacana de esta extorsión. En primer lugar porque, cuando esta serie de extorsiones dieron inicio, ella ya no estaba a cargo de tal puesto.
También porque el órgano gremial que aglutina a la mayor parte de los gasolineros, la Onexpo (Organización Nacional de Expendedores de Petróleo) recién rechazó que López Blanco haya participado en ese tipo de extorsiones.
Y lo más evidente: porque ella no maneja al SAT.
Pero, ¿por qué es que la opinión pública y, sobremanera, la opinión publicada se ha cebado sobre ella?
No me lo va a creer, pero michoacanos con quienes recién he platicado hablan de una especie de vendetta en la que estarían involucrados otros paisanos de Calderón.
López Blanco y su esposo, el hasta hoy secretario de la Función Pública Salvador Vega Casillas mantienen en Michoacán uno de los grupos políticos del blanquiazul más nutrido y mejor organizado que, en ocasiones –cual la de la propia campaña del ahora ocupante de Los Pinos– ha tenido alcances nacionales. Ambos tienen ambiciones políticas. Ella, incluso, fue seriamente considerada como posible candidata del PAN a la gubernatura estatal… pero se atravesó “la primera hermana” y…
Ahora, ante la catástrofe que en Los Pinos ha significado la aplastante derrota de “La Cocoa”, cual motejan a Luisa Maía Calderón, el hermano no busca quién se la hizo sino quién se la paga…
Y ahí ha entrado la proverbial “mano amiga”. La de otros panistas michoacanos que han grillado en contra de la pareja que forman Vega Casillas y López Blanco.
Casi, pues, como Los Zetas. Extorsionando. Pero a diferencia de “los de la última letra”, los panistas sí se andan con chismecitos, traicioncitas y demás mariconadas…
Índice Flamiguero: Anote usted al sinaloense Rafael Morgan Ríos como posible sucesor de Vega Casillas en la Función Pública. El primero es todavía subsecretario de Control de Auditoria de la Gestión Pública. El segundo se retira para buscar una senaduría por su natal Michoacán… y no por las grillas de ciertos ex presidentes del PAN.
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