6 de octubre de 2011

CIUDAD JUAREZ: PEFEPO EXTORSIONADOR PEDÍA DINERO A PANADEO PARA DEJARLO TRABAJAR

Federal pedía 5 mil pesos a panadero para dejarlo trabajar | Local | Diario.com.mx:

Federal pedía 5 mil pesos a panadero para dejarlo trabajar

Staff
El Diario | 05-10-2011 | 23:59








El dueño de una panadería reconoció a Agustín Tapia Celis, uno de los 10 agentes de la Policía Federal detenidos y acusados de extorsión, como uno de los elementos de esa corporación que le exigió una cuota de 5 mil pesos para permitirle “trabajar a gusto”.

“Aquí no puedes abrir, cabrón, hasta que te pongas bien con nosotros”, asegura el comerciante que le dijo.

Narró que ya había notado que tenían días siguiéndolo y que finalmente el oficial lo abordó y le dijo “Te voy a hablar a la brava, ustedes los comerciantes son muy llorones, se la pasan quejándose de que los asaltan, de que los extorsionan y no se ponen bien con nosotros”.

Armando Bravo explicó que por temor dejó de atender su negocio y ahora solamente realiza entregas a domicilio para evitar represalias de los uniformados que le exigieron el pago por derecho de piso.

Mencionó que el pasado domingo observó en la sección de Opinión de El Diario, la foto de Tapia Celis y que inmediatamente se acordó de él.

“Su cara se me quedó muy grabada porque varias veces lo ví, él traía un paliacate en la cabeza cuando me pidieron la cuota, eran como cuatro patrullas pero él iba manejando la troca 11111”, agregó.

Mencionó que unos días antes notó que varias unidades de esa corporación lo seguían, por lo menos durante las dos primeras semanas de agosto.

Explicó que la calle en la que vive es una privada que cerraron los vecinos y que salía de su casa muy temprano para preparar el pan en su negocio.

“Yo salía a las 5 de la mañana para empezar mi trabajo, en la mera puerta de la cuadra estaban dos patrullas de los federales, el carro que yo traía era nacional pero no tenía placas, por eso pensé que me hostigaban”, relató.

Dijo que en esa ocasión los uniformados a bordo de dos unidades lo siguieron hasta la panadería ubicada a unas cuadras de su domicilio, pero que él se bajó en su negocio y ellos siguieron de largo.

Indicó que esa fue la dinámica que continuó durante los siguientes 14 días, hasta que un domingo los agentes lo abordaron.

“Yo fui a un cajero para sacar dinero porque al día siguiente iba a plaquear mi carro, me dijeron que no debía traer tanto dinero, el federal que yo reconozco lo recuerdo mucho porque traía un paliacate en la cabeza, me dijo: ‘vete con mucho cuidado”, mencionó.

Al día siguiente, cuando Bravo se disponía a llegar a su negocio, los mismos policías federales lo alcanzaron en la panadería y le dijeron que lo iban a revisar.

“Me saludaron, me dijeron buenos días. Yo les dije que ya me habían parado y que todo estaba bien con mi vehículo, uno de ellos me amenazó con consignarme porque mi carro no traía placas, uno de ellos me dijo que le bajara”, recordó.

También le pidieron los documentos del automóvil y le prohibieron que abriera la panadería.

El hombre se mostró en desacuerdo con que los uniformados volvieran a revisarlo y ante esa actitud aseguró que uno de los policías le dijo “si yo quiero te desaparezco con todo y tu pinche nave”.

“No te estoy amenazando, nada más te estoy diciendo para que le bajes. Te la voy a poner fácil, si no me das 5 mil pesos ahorita no abres tu pinche negocio, es una cuota de apoyo que nos están dando los comerciantes de Juárez’, me gritó”, añadió.

El afectado le contestó que no traía dinero y el agente le recordó que un día antes cuando lo revisaron sí traía, por lo que le exigió que se lo entregara.

“La panadería estaba a un lado de una primaria y ya estaba el pasadero de la gente a esa hora, e incluso las señoras empezaron a juntarse y a preguntarme si no iba a abrir, ya era mucho escándalo y ya había mucha gente viendo por lo que el agente se empezó a desesperar”, indicó.

Después del incidente, un conocido le aconsejó que interpusiera una denuncia ante las autoridades pero él prefirió dejar “todo por la paz” por temor a represalias, comentó.

Sin embargo, después de que reconoció a uno de ellos en fotografía consideró acudir a realizar la querella.

“Yo no sé la verdad ni qué hacer, tengo miedo porque ellos saben dónde vivo, ahorita me gustaría poner la denuncia, pero quién sabe si vayan a proceder como deben. Nosotros estamos batallando bastante”, dijo.

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