Somos un chin… y seremos más
POLIMNIA ROMANA
@polimniaromana
2011-08-08
El sábado pasado la corriente Izquierda Democrática Nacional del PRD realizó un acto multitudinario en el Monumento a la Revolución (más de 50 mil personas) para ratificar su apoyo a la postulación de Andrés Manuel López Obrador como candidato de ese partido a la Presidencia de la república. La gente acudió convencida de que su propuesta es la mejor opción para lograr un cambio de fondo en el país. Mientras esto ocurría en la capital del país, Andrés Manuel reunía a miles de personas en las asambleas que realizó durante su gira por Oaxaca y Veracruz.
Somos millones los que lo seguimos apoyando de corazón, y seremos más.
Tiene razón Jaime Avilés al mencionar en su columna semanal que si realmente la derecha, integrada principalmente por el PRI, el PAN, el PVEM, el PANAL y un sector del PRD “moderado”, quieren continuar en el poder para repartirse el botín, lo más conveniente para ellos sería apoyar a AMLO, pues según las encuestas amañadas y los opinadores oficialistas López Obrador tiene más números negativos que positivos en las preferencias de la gente. Si eso fuera verdad, dejarían de atacarlo y descalificarlo. ¿No cree usted?
Pero lo que se ve no se juzga. Aunque los medios de comunicación se nieguen a informar del apoyo abrumador que conserva Andrés Manuel por todo el territorio nacional, la realidad es que la gente sigue ahí, convencida de que no hay otra manera de revertir los daños que los gobiernos prianistas nos han ocasionado más que la llegada al poder de un líder honesto, trabajador, incorruptible, con un Proyecto de Nación definido y con algo que les ha faltado a los gobernantes que hemos padecido: amor por el pueblo y por el país.
La certeza que tengo sobre el crecimiento del Movimiento que encabeza López Obrador no me viene por ocurrencia. Muchas personas que antes me atacaban con los argumentos que difundió la tele para calificar a Andrés Manuel de peligro para México, se han dado cuenta que el peligro está en otro lado, y lo increíble es que me lo han hecho saber de muchas maneras. Además, lo que observo detrás de cada templete durante las asambleas informativas que realiza López Obrador por todo el país es muy alentador. Los simpatizantes de MORENA, puedo asegurarlo, llegan con alegría como si se tratara de una fiesta. Lo esperan con ansias y lo escuchan con atención. En cuanto toma el micrófono guardan silencio para no perder una sola palabra de su discurso, ya casi al finalizar el evento se acercan para darle la mano y decirle que están con él. Esas escenas hablan más que las palabras. La expresión de cada rostro revela que la esperanza sigue viva porque vamos transitando por el camino correcto.
No a la simulación, no a las promesas y mentiras que confunden y perturban a los ciudadanos. La realidad es demasiado cruda como para creer que quienes nos han hundido hoy están dispuestos a salvarnos. Aprendimos con creces a distinguir la verdadera intención de los políticos que se acercan al pueblo sólo en tiempo de elecciones, y una vez instalados en el poder lo utilizan para beneficiarse y traficar con el dinero del presupuesto que es de todos. Otros, los más corruptos, buscan a como dé lugar conservar la impunidad y salir bien librados de sus gestiones anticonstitucionales. Qué mejor para ellos que apoyar a quien les garantice que no serán tocados ni con el pétalo de una rosa, ejemplos sobran: Elba Esther Gordillo, Carlos Salinas, Fox, Mario Marín, Ulises Ruiz, el mismo Calderón que carga en su conciencia más de 40 mil muertos de una guerra que nunca debió iniciar, y qué decir de los 49 niños que murieron quemados vivos en una guardería propiedad de sus parientes. Los agravios al pueblo han sido muchos y muy graves para olvidarlos por un costal de cemento, una despensa o la promesa de una tarjeta de descuento en tiendas departamentales o clubs deportivos exclusivos.
Falta muy poco para la definición del candidato de la izquierda. Tenemos un compromiso con las futuras generaciones que no debemos desaprovechar.
Sí se puede girar el rumbo del país y echar del poder a la oligarquía que cree que con su dinero lo puede todo.
La voluntad del pueblo es el arma más poderosa para salvar a México. La derecha lo sabe y por eso tratará de dividirnos.
No lo permitamos. Somos un chin… y seremos más.
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