31 de julio de 2011

PROCESO: El trueque de Fox: el Estado de México por la Presidencia JENARO VILLAMIL

El trueque de Fox: el Estado de México por la Presidencia
JENARO VILLAMIL
30 DE JULIO DE 2011 · COMENTARIOS DESACTIVADOS
EDICION MEXICO, POLÍTICA
Con fines exculpatorios e inculpatorios, en la ruta hacia 2012 siguen destapándose cloacas al calor del miedo o las ambiciones políticas. Seis años después de haber sido derrotado como candidato del PAN al gobierno del Estado de México, Rubén Mendoza Ayala da su versión de cómo se planeó su debacle ante el ganador de los comicios, Enrique Peña Nieto. En entrevista con Proceso, asegura que el triunfo del priista estaba pactado desde Los Pinos.

Entre el gobierno de Vicente Fox y el PRI hubo un “acuerdo cupular” para garantizar el triunfo de Enrique Peña Nieto en el Estado de México, a cambio de que el PAN ganara los comicios presidenciales de 2006, asegura el excandidato panista a la gubernatura mexiquense en 2005, Rubén Mendoza Ayala.
A seis años de distancia, tras las recientes declaraciones de Fox a favor de Enrique Peña Nieto, Mendoza Ayala concluye en entrevista con Proceso que el presidente y su esposa, Marta Sahagún, “estaban amarrados con Arturo Montiel a través de la venta de leche y de los negocios de los hijos” de ella.
No le sorprenden las recientes declaraciones del exmandatario panista, realizadas al periódico puertorriqueño Nuevo Diario. Fox dijo que era inminente el retorno del PRI a la Presidencia y afirmó que “hay una nueva generación de priistas cuyos miembros crecieron en un ambiente democrático. Enrique Peña Nieto –puntualizó– pertenece a esa generación”.
En esa misma entrevista, Fox se mostró pesimista sobre el futuro del PAN en 2012. “A mi juicio, el PAN no ha hecho su tarea” y “ya es tarde, veo difícil que logre cerrar la brecha” frente al avance de la precandidatura de Peña Nieto.
Mendoza Ayala señala que las declaraciones de Fox coinciden con los obstáculos y la falta de apoyo que él padeció durante su campaña en 2005, cuando el PAN aventajaba en las encuestas al PRI y se vino abajo frente al empuje y “la operación de Estado” para que ganara Peña Nieto.
“A 50 días de mi campaña, Fox se mete en el desafuero contra Andrés Manuel López Obrador, instigado por Santiago Creel. Yo no sé si pactaron, pero la realidad es que mi candidatura se cayó 30 puntos. De tener de 10 a 13 puntos arriba del PRI, me fui para abajo en las encuestas, solamente como efecto de López Obrador”, recuerda el exalcalde de Tlalnepantla y exmilitante del PRI.
“Voy con el presidente de la República, Vicente Fox, y le reclamo: ‘Le dije que no se metieran en lo del desafuero desde diciembre de 2004. ¿Dígame ahora quién me va a dar dinero con estas encuestas?’”
“¿Cómo le hacemos?”, le preguntó Fox. “Busque a su secretario de Hacienda (Francisco Gil Díaz). Él puede hablar con empresarios para que den donaciones”, reviró el candidato panista. “Fíjate que no le tengo confianza”, se excusó el presidente.
–¿Quién era entonces el candidato de Fox para el Estado de México? –se le pregunta.
–José Luis Durán Reveles. Yo les descompuse el esquema. Cuando me salí de Los Pinos, sin dinero, abajo en las encuestas, me pregunté cómo vamos a ganar un estado como éste. Yo soy un político profesional. Sin dinero no puedes enfrentarte a esta maquinaria. Si Presidencia de la República no estaba de acuerdo con ellos, ¿por qué llego a una reunión después de ver a Marta Sahagún en Los Pinos y a los 10 minutos Rubén Aguilar, su vocero, dice que yo nunca estuve ahí? En ese momento todos me tildaron de mentiroso. Rubén Aguilar estuvo metido en eso. ¡Un vocero de la Presidencia negando mi presencia en Los Pinos! ¡No me ayudes compadre!
–¿Intentó usted pactar o hablar nuevamente con Fox y con Sahagún?
–¡Siempre! Pero yo intuía que entre Fox y el Estado de México había intereses imbricados. Recuerdo un día que Adela Micha me dijo: “Veo tan seguro a Peña Nieto… él me dice que no se preocupa porque su triunfo es seguro, es una razón de Estado, que él va a gobernar”. Eso me desconcertó.
“Que nadie se equivoque: hay una mafia política y económica que no ha podido ser superada y que administra el país. Simplemente utilizaron al PAN como vehículo, lo hicieron a su modo y ahora ya no les sirve para nada. El costo lo va a tener el PAN forever and ever. El único partido que se medio salvó, y digo medio, es el PRD”, reflexiona.
–¿Y qué piensa ahora que escucha el halago de Fox a Peña Nieto?
–¿A qué le entraste, Rubén? –me digo–. ¡Pendejo, te hubieras ido por la senaduría!

Coincidencias

Mendoza Ayala prácticamente coincide con el diagnóstico del excandidato presidencial de la alianza Por el Bien de Todos, Andrés Manuel López Obrador, aunque aclara que el exjefe de Gobierno del Distrito Federal se ha equivocado en sus métodos.
“Es una mafia que está controlada y que decide quién gobierna en este país. Mientras la actual mafia nos siga gobernando, vamos a vivir el quiebre de la oposición”, sentencia.
–¿Coincide entonces con López Obrador?
–Su análisis es exacto. Su diagnóstico es correcto, su proceder es equivocado. La mafia es la administración del status quo. Es un PRI sin PRI, pero ahora vuelve el PRI. A Andrés Manuel le cerraron el paso. Él dio motivo. A mí me metieron chuza con su desafuero.
–Recuerdo que usted mencionó que Carlos Salinas le dijo que lo admiraba por “vencer todos los obstáculos”…
–Así es. Fue en su biblioteca. Me dijo: “Quería conocerlo porque es increíble, usted ha vencido todos los obstáculos”. “¿Obstáculos?”, me pregunté. Después lo entendí muy bien. El problema es que mientras la mafia siga gobernando, vamos a vivir el quiebre de la oposición.
–¿Por qué elige esa mafia a Peña Nieto?
–Porque es maleable. ¿Cuáles son sus logros? Sus indicadores son terribles: creció el desempleo y el subempleo, hay más inseguridad. A él lo quieren como un buen administrador. Él se opone a las candidaturas ciudadanas diciendo que existe el riesgo de que el narcotráfico las financie. ¡Por favor!
–¿Cómo fue su relación con él durante la campaña?
–Siempre lo sentí como un gerente que le administraba a Montiel. Lo entrenaban perfectamente para los debates televisivos. Quítale las tarjetitas y no puede. Yo he analizado las entrevistas que le hacen a botepronto y no sabe. Tiene que aprenderse las cosas de memoria. Creo que hay una mafia muy fuerte detrás de él.
–Si hubo un pacto entre Montiel y los Fox, ¿por qué destruyeron a Montiel?
–Porque se aceleró en su afán de ser presidente de la República y le dieron su ‘estate quieto’. Se aceleró cuando había un acuerdo cupular: el Estado de México a cambio de la Presidencia de la República para el PAN.
–¿Fue un acuerdo con Fox?
–¡Claro! Montiel se acelera y le ponen dos o tres fregadazos. En ese acuerdo estuvieron las televisoras, los empresarios. Sabían que el PRI no tenía oportunidad de regresar a Los Pinos. Prueba de ese acuerdo es que el PRI, con Roberto Madrazo, se va hasta el tercer lugar. Priistas que yo conozco, líderes sectoriales, me dijeron que en 2006 fueron conminados a que votaran por Calderón.
–¿Peña Nieto hará posible el retorno del PRI a la Presidencia?
–Hay un voto antipriista en el país muy fuerte, que necesita ser excitado, concientizado. No hay hasta ahora nadie que lo esté haciendo.
–¿Y López Obrador?
–Su problema es que no se ha movido al centro. Se ha mantenido en una posición mesiánica, un tanto radical, muy congruente de su parte, pero la gente pide que reconozca que se equivocó con el plantón de Reforma. Necesita moverse al centro.
–¿Peña Nieto se moverá al centro?
–El problema es que Peña Nieto está muy pegado a la derecha. No ha podido trasladar su popularidad a la efectividad del voto a favor del PRI. Ahí están los resultados en Guerrero, en Oaxaca, donde él se comprometió para lograr la victoria del PRI.
–Pero logró arrasar en el Estado de México…
–Sí, porque controla y quebró a la oposición. La quiebra de la oposición es una tragedia cultural para el país que nos va a costar muchos años de retraso. En el Estado de México está barrida la oposición. Nadie ha visto la tragedia de esto. El único líder opositor es Andrés Manuel, pero no está haciendo lo adecuado.

A rajatabla

El político mexiquense recuerda que desde el principio tuvo dificultades para que el PAN aceptara su candidatura. Protagonizó una discusión muy fuerte con el entonces secretario de Gobernación, Santiago Creel, a raíz de que las autoridades electorales dieron entrada a una demanda del PRI en su contra por actos anticipados de campaña.
“Hubo un intento de impedir mi candidatura en el PAN, a través del PRI. Yo estaba desesperado después de tantos obstáculos. Estaba hasta el queque, y hablé con Luis Felipe Bravo Mena”, entonces dirigente nacional del blanquiazul.
“Cuando finalmente Luis Felipe Bravo pide audiencia en Gobernación, se sienta amablemente mi querido Santiago Creel, ve la resolución y me dice ‘vámonos a tribunales’.”
“Entonces doy un manotazo en la mesa y le digo: ‘¡Ya basta, Santiago!’ Estaban ahí Ricardo García Cervantes, Francisco Gárate y Luis Felipe Bravo. Le dije: ‘Mira Santiago, ustedes saben usar el poder, ¿o no? Tú eres el secretario de Gobernación. Y te lo digo de una vez, Santiago, si tú me haces pedazos, yo me iré de la candidatura, pero tú te vas conmigo’.”
Mendoza Ayala recuerda que Creel “se puso blanco”. Tomó el teléfono de la red interna de Gobernación y llamó a Arturo Montiel, gobernador del Estado de México. No le contestó.
“¡Tú eres el secretario de Gobernación. Si no sabes usar el poder federal, yo te enseño!”, le espetó Mendoza Ayala. En 24 horas se resolvió la demanda en su contra por actos anticipados de campaña.
“¿Quiénes estaban metidos? Santiago Creel, Vicente Fox y Arturo Montiel”, acusa.
“Manlio Fabio Beltrones me lo dijo: ‘¿Sabes por qué fue tu candidatura? Porque te pusiste demasiado tigre en Gobernación’.
“Desde ahí yo comencé a ver los hilos y los indicios de que existía un acuerdo cupular” entre Fox y el gobierno de Montiel, subraya Mendoza Ayala, quien finalmente renunció a su militancia en el PAN y ahora encabeza un movimiento ciudadano en Tlalnepantla.

La versión de Montiel

En su libro de memorias Desde Atlacomulco, Montiel relata así la contienda electoral de 2005:
“Enrique Peña Nieto se enfrentó a la perredista Yeidckol Polevnsky y al panista Rubén Mendoza Ayala. El adversario a vencer era este último. Estaba apoyado por Los Pinos más que por la militancia mexiquense, lo cual lo debilitó. Había sido priista en su juventud y conocía los interiores y defectos del partido. Sin embargo, Mendoza Ayala fue víctima de sus excesos y se convirtió en su peor enemigo. De ser un candidato ganador se desdibujó y perdió. Lo mismo sucedió con la candidata del PRD, impuesta por López Obrador; los demonios del pasado y sus errores lo condujeron a la derrota.”
Montiel destaca que Peña Nieto ganó las elecciones con 47% de los votos, contra 25% de Rubén Mendoza Ayala y 24% de Yeidckol Polevnsky. El exgobernador y tutor de Peña Nieto no duda en adjudicarse la victoria:
“Con este triunfo cumplí otro de mis objetivos: dejar la gubernatura en manos de un priista. Lo logramos y esto me fortaleció para la contienda presidencial.”
El 10 de octubre de 2005 Montiel cayó en desgracia debido al escándalo en torno a los negocios de sus hijos y su presunta corrupción, ventilada en la pantalla de Televisa a través de los programas noticiosos conducidos por Brozo y Carlos Loret de Mola.
Fue obligado a dejar la contienda por la nominación priista. En su libro Montiel anota que “como se ameritaba una total transparencia, el gobernador Enrique Peña Nieto envió el expediente del ‘caso Montiel’ a la Procuraduría General de la República. Se hicieron investigaciones en Francia, España, Alemania e Italia y no se hallaron irregularidades”.
Montiel señala que las denuncias en su contra fueron “orquestadas”. “¿Por quién? Por Vicente Fox y su esposa, la señora Marta Sahagún. Estaban resentidos por las diferencias que se habían ido acumulando durante los años de su mandato: el malogrado Proyecto Nuevo Texcoco (Atenco), mi oposición a su reforma fiscal, el desplegado de los gobernadores contra Fox, mi liderazgo en la Conago, la denuncia judicial que el PRI estatal le hizo por hacer proselitismo en etapas electorales, etcétera.
“Además, la pareja presidencial sabía que podía complicar la elección: Andrés Manuel López Obrador (AMLO) llevaba ventaja sobre Felipe Calderón; con mi presencia, la candidatura panista no tenía viabilidad. Yo podía derrotar a AMLO y a Felipe Calderón, Madrazo era un candidato ‘a modo’, con un PRI atomizado en feudos estatales y sin la confianza en las organizaciones populares. Por estas razones se filtró la información sobre mi supuesta corrupción y se aprovecharon de la ambición de Roberto Madrazo para canalizarlas.”

¡AMLO 2012!

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