4 de abril de 2011

Dolia Estévez: MÉXICO, “AMENAZA ASIMÉTRICA”, El Semanario

MÉXICO, “AMENAZA ASIMÉTRICA”, El Semanario

MÉXICO, “AMENAZA ASIMÉTRICA”


Dolia Estévez

Perfil
Corresponsal en Washington y especialista en temas internacionales
Bajo los auspicios del Asymmetric Warfare Group (Grupo de Guerras Asimétricas), sigilosa unidad de élite de la inteligencia militar, el Ejército estadounidense realizará esta semana “juegos de influencia competitivos” para poner a prueba la “vulnerabilidad” de escenarios de guerra hipotéticos contra el crimen organizado, cárteles, pandillas y terroristas en México y Centroamérica.

Con la participación de miembros del Ejército, los juegos, clasificados como “secretos”, se llevarán a cabo durante cuatro días, del 5 al 8 de abril, en la base militar aérea Peterson, en Colorado. Estos ensayos, sin precedente respecto a México, tienen como telón de fondo la convicción de que Felipe Calderón ha sido rebasado por el crimen organizado, cuyo poder es “equivalente a una de las diez fuerzas armadas regulares más grandes del mundo”, declaró el jefe del Comando Norte de EU, almirante James Winnefeld, la semana pasada.

El fortalecimiento del crimen organizado, reconocido por Barack Obama, convalida la posición de los proponentes de una solución militar en México. Joseph Westphal, subsecretario del Ejército y jefe del AWG, sugirió (luego se retractó) la posibilidad de tener que enviar tropas a México debido a la “amenaza potencial” de un derrocamiento del gobierno mexicano por parte de la “narcoinsurgencia”. En 2010, el aumento de expresiones violentas propias del terrorismo llevó a los teóricos a redefinir la problemática mexicana como un fenómeno de “insurgencia criminal”.

El AWG, cuya existencia no se conocía en México hasta ahora, fue creado en 2003 en los albores de la “era terrorista” para asesorar y mejorar la capacidad de respuesta operacional y táctica del Ejército, ante amenazas “asimétricas” (coches bombas, explosivos, secuestros y extorsiones) provenientes de enemigos no convencionales como narcotraficantes, terroristas, pandillas y tratantes de personas.

Con sede en Fort Mead, Maryland, e integrado por 400 oficiales en activo, alto rango y consultores externos, su lema es: “Pensar, adaptar, anticipar”. Intentos por hablar con representantes del AWG sobre los ensayos resultaron infructuosos. Después de varios días de intercambio de correos electrónicos y llamadas telefónicas con cuatro oficiales, así como del envío de un cuestionario con nueve preguntas, el coronel Enrique Meléndez, ejecutivo del AWG, me informó que no tenía respuesta a mi petición de información. Pretextó que sus superiores en los cuarteles generales no estaban disponibles. “En otras palabras, nuestros tomadores de decisiones están fuera de la ciudad”.

OPERACIÓN ZONA ROJA

¿Qué es un juego de guerra? Cris Arcos, ex subsecretario de Seguridad Interna durante la administración Bush, ofrece la siguiente definición genérica: “Su intención es estimular situaciones de guerra o de crisis. No tiene un gran significado más allá de dotar a los participantes con determinada experiencia que les permita ser certificados con la preparación necesaria para enfrentar al ‘enemigo’ en situaciones de guerra asimétricas. Se hacen ensayos con pandillas, traficantes, tratantes de personas y terroristas. Es como jugar a las escondidas y después enfrentar una amenaza real que permita comprobar que se cuenta con la experiencia para manejar ese tipo de situaciones”.

En 2009, el AWG realizó una “misión de inteligencia secreta” en la frontera. Los participantes de la llamada operación Zona Roja no fueron autorizados a ingresar a México o portar armas. Cumplido el ejercicio de dos meses, el AWG elaboró un informe secreto para uso exclusivo del Pentágono y el Departamento de Seguridad Interna. Según Nat Helms, autor del artículo “Reporte del Ejército: cárteles y terroristas infiltran EU” (Newsmax), los protagonistas del operativo Zona Roja descubrieron que presuntos terroristas del Medio Oriente ingresaban a EU por la frontera con ayuda de traficantes de inmigrantes ilegales. En febrero, en declaraciones que levantaron ámpula en México, la secretaria de Seguridad Interna, Janet Napolitano, se refirió a un posible vínculo directo entre un cártel mexicano (presuntamente Los Zetas) y el grupo terrorista Al Qaeda. Dijo no poder ofrecer detalles por tratarse de información clasificada.



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