6 de marzo de 2011

PROCESO: Todos contra el gigante Jenaro Villamil

Todos contra el gigante
Jenaro Villamil


En menos de una semana Televisa y TV Azteca pasaron de la guerra de tarifas publicitarias con Grupo Carso, a la guerra de tarifas por interconexión con Telcel y Telmex. Para la contienda, el duopolio agrupó a empresas de telecomunicaciones afines a sus intereses ante la indolencia de las autoridades de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, de la Cofetel y del Congreso.
El martes 1, el presidente de la Cofeco, Eduardo Pérez Motta, hizo público un documento en el que sugirió que disminuyan las tarifas de interconexión en telefonía, que las autoridades autoricen el cambio de título de concesión de Telmex para dar servicios de televisión restringida y que se licite otra cadena de televisión abierta.
La respuesta fue inmediata. Ese mismo día distintos operadores de telecomunicaciones se agruparon para difundir un desplegado en el que exigen al gobierno federal que aplique una regulación procompetencia en materia de interconexión.
El grupo encabezado por las filiales de Televisa (Sky, Cablevisión, Televisión Internacional, Bestel, Cablemás) y por las de TV Azteca (Iusacell-Unefon, Total Play) más otros grupos como Axtel-Avantel, Megacable y Nextel, advierte que sus integrantes están dispuestos a no cobrar la interconexión a los usuarios, a cambio de un trato recíproco por parte de Telcel.
Además, exigen que se bajen los “altos costos de las telecomunicaciones”, y a cambio prometen “obtener un mínimo de 73 mil 500 millones de pesos” para beneficio de los consumidores; “mejores servicios y calidad en las redes de telecomunicaciones”, y “pago justo por los consumos en servicios de telecomunicaciones”.
En su desplegado las televisoras incluyeron a compañías –como Cosmored, que aparece en el grupo conocido como Tucotel (Todos Unidos contra Telcel)– que no fueron consultadas, según confirmaron a Proceso fuentes del sector.
Asimismo, aparecen como firmantes empresas pequeñas como Cablevisión de Apatzingán, Telecable El Grullo y Televisión de Teocaltiche que sólo operan regionalmente y no ofrecen servicios de telefonía. Otras más se sumaron a la ofensiva del duopolio por las presiones de Alejandro Puente, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Televisión por Cable (Canitec), organismo dominado por las cableras asociadas a Televisa.
Paradójicamente, uno de los adversarios históricos de Telmex-Telcel, Telefónica-Movistar, dirigida por Francisco Gil Díaz, no firmó el desplegado. En diciembre de 2010, estas empresas dieron a conocer en el Diario Oficial de la Federación un acuerdo para fijar una tarifa de interconexión de 95 centavos, que bajará gradualmente hasta 69 centavos en 2014.
El documento original de la Cofeco, enviado al Congreso el 28 de febrero último, advierte que la disputa por las tarifas de interconexión se ha convertido en “barrera artificial a la entrada y la insuficiente competencia en televisión”. El acuerdo en interconexión constituye una de las condiciones para que la SCT le autorice a Telmex el cambio de su título de concesión a fin de ofrecer servicios de televisión restringida.
Sin embargo, el informe de la Cofeco advierte en dos de sus puntos medulares varios problemas que generaron el disgusto de Telmex-Telcel:
“Las condiciones de interconexión son una causa central del rezago del mercado de las telecomunicaciones en México en términos de precios y disponibilidad de servicios para la población…
“La tarifa aplicada en México es 43.5% superior al promedio de las que aplican los países de la OCDE que se rigen por el esquema ‘el que llama paga’”.
El organismo destaca que si la tarifa de interconexión de los teléfonos móviles en México disminuye al promedio de los países de la OCDE, los precios de telefonía móvil y fija “se reducirían 18.3% y 9.4%, respectivamente. Esto representaría beneficios para los consumidores mexicanos equivalentes a 6 mil millones de dólares anualmente”.

Veto a la competencia

Para las televisoras y sus filiales o aliadas en telefonía la crítica a las altas tarifas de interconexión es lo más valioso del documento de Cofeco. No obstante, hicieron mutis frente a la otra parte sugerida por Pérez Motta: la necesidad de abrir la competencia en materia de televisión abierta y que Telmex ingrese a la competencia de televisión restringida, en beneficio de 3.8 millones de hogares.
El organismo regulador de la competencia precisó que desde noviembre de 2006 manifestó que en materia de contenidos audiovisuales había “una alta concentración en el mercado de la televisión abierta: Televisa y TV Azteca acaparaban 96.8% de la audiencia de televisión abierta, así como prácticamente la totalidad de los ingresos publicitarios en este medio… A pesar de que han pasado más de cuatro años, no ha habido cambios estructurales que reduzcan significativamente la concentración en los mercados de televisión abierta comercial”.
La comisión “ha determinado que Televisa tiene poder sustancial en el mercado de televisión abierta y que la televisión abierta es un insumo esencial para ofrecer el servicio de televisión restringida”, se indica en el documento enviado a los legisladores.
El informe también expone que las autoridades de telecomunicaciones han señalado que hay espectro disponible para por lo menos una cadena nacional adicional. Por ello, “este espectro debe licitarse a la brevedad, para ampliar las opciones e intensificar la competencia en televisión abierta, en beneficio de los consumidores y de los usuarios de servicios públicos”.
“Sólo eso nos faltaba, que exista ahora un nuevo Berlusconi en México”, se quejó un alto funcionario de Televisa, al conocerse esta parte de la opinión de Cofeco, según comentaron distintas fuentes a este semanario.
Consultado vía telefónica, Pérez Motta advierte que “formalmente no ha habido ninguna reacción ni respuesta” al documento difundido el martes 1 y consideró como “normal” que su posición hubiera generado descontento entre los principales actores.
–¿Esta pugna se debe a la ausencia de un árbitro regulador? –se le pregunta.
–El conflicto representa una oportunidad para resolver el problema, en beneficio de la sociedad.
El reportero le pregunta qué ha pasado con el recurso de inconformidad que interpuso Televisa ante la Cofeco, a principios de este año, en contra de la sociedad establecida por Telmex-MVS y EchoStar en la empresa Grupo Dish y que se convirtió en uno de los detonantes del conflicto reciente (Proceso 1789).
Este recurso, responde el comisionado, aún se encuentra en el ámbito de la Secretaría Ejecutiva de la Cofeco y que aún no ha pasado al pleno. Puede ser desechado por “notoriamente improcedente” o darle trámite para que lo analicen los integrantes del pleno de Cofeco, precisa.

La disputa Bestel-Telmex

Otro flanco en esta guerra de los gigantes de las telecomunicaciones se abrió a partir de que el diario Reforma publicó que Bestel, filial telefónica de Televisa, ha incumplido con los plazos para desplegar la red de telefonía interna en el ISSSTE. Es decir, no respetó los términos de la licitación que ganó por 2 mil 80 millones de pesos, misma que fue impugnada por Axtel y Telmex.
En respuesta a la información difundida por Reforma, Miguel Ángel Compeán Palacios, director general corporativo de Comunicación de Televisa, firmó una inserción pagada en varios medios impresos en la que responsabiliza a Telmex de ser el causante del retraso de Bestel, y acusa al periódico de ser parcial en su información.
El miércoles 2, Telmex emitió un inusual comunicado revelando que el ISSSTE “adjudicó una red 25% más cara que la ofrecida por Telmex. Telmex presentó una oferta por mil 661 millones de pesos, mientras que la de Televisa fue de 2 mil 80 millones de pesos. Esto implica una afectación por 419 millones de pesos a los intereses del ISSSTE. ¿Son éstos los altos costos de Telmex a los que se refiere Televisa en su comunicado?”
Telmex detalló que le ha entregado a Bestel 253 enlaces, de un total de 585 contratados por Televisa, y confirmó que reportó ante la Secretaría de la Función Pública, el 25 de febrero de 2011, las presuntas irregularidades de la licitación “avaladas por el testigo social nombrado por el gobierno, Alejandro Frank Díaz”.
Compeán Palacios volvió a defender la posición de Bestel. En otro comunicado del viernes 4 afirmó que “la realidad es que Telmex no aprobó las pruebas técnicas de la mencionada licitación del ISSSTE, por lo que fue descalificado. Desde esa fecha ha incumplido con las obligaciones en su título de concesión para otorgar a otras redes ‘acceso de última milla’ a las oficinas y hospitales del ISSSTE”.
Otro de los conflictos que enfrenta Telmex se originó por la licitación de una red de voz y datos en el IMSS por 2 mil 150 millones de pesos y para los próximos 47 meses. El pasado 9 de noviembre, Bestel impugnó las bases de licitación argumentando que estaban configuradas para beneficiar a la empresa de Slim, que tiene el contrato desde hace cuatro años.
El juez Francisco Javier Rebolledo le otorgó la suspensión provisional a Bestel, pero en diciembre último un tribunal colegiado de circuito revocó la suspensión otorgada a favor de la filial de Televisa.
La impugnación coincidió con la campaña de Televisa en contra de una presunta “red de corrupción” en el Seguro Social, a partir de unas grabaciones telefónicas. Y también con el inicio de su guerra abierta contra Telmex.


¡AMLO 2012!

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