8 de enero de 2011

proceso: Con Encinas, la izquierda le da portazo al PAN

Con Encinas, la izquierda le da portazo al PAN
Rosalía Vergara

Aun cuando militantes mexiquenses y el propio dirigente nacional del PRD, Jesús Ortega, manifestaron su molestia por la imposición de Alejandro Encinas como candidato del partido para la gubernatura en el Estado de México, la propuesta impulsada por Marcelo Ebrard y Andrés Manuel López Obrador se mantiene. Lo prioritario es constituir un frente de izquierda, dice Encinas, quien el jueves 6 se unió a la Gira Por la Lealtad 2011, que encabeza el tabasqueño; incluso firmó un proyecto de gobierno para cada municipio mexiquense.



El 22 de diciembre, en una reunión con el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, el coordinador de la fracción del  Partido de la Revolución Democrática (PRD) en la Cámara de Diputados, Alejandro Encinas, aceptó ser candidato del partido para la gubernatura del Estado de México, que se disputará en julio.

Dijo que aceptaba la encomienda con una condición: que se desechara una eventual alianza con el PAN. De lo contrario, enfatizó, abandonaría la candidatura. Y aunque Ebrard aceptó, la propuesta no satisfizo a todos los perredistas, aun cuando se habló de la unidad de las izquierdas.

Aunque la decisión de Ebrard fue avalada por Andrés Manuel López Obrador, el dirigente del PRD, Jesús Ortega, puso reparos. Comentó que era necesario realizar una consulta para definir quién será el candidato del partido; incluso mencionó a otro de los aspirantes, Héctor Bautista, quien es impulsado por el bloque Nueva Izquierda-Alternativa Democrática Nacional (NI-ADN).

Ortega también dejó abierta la posibilidad de seguir la alianza con el PAN, aunque, según las encuestas del PRD, 80% de la base partidista la rechaza.

La determinación de impulsar a Encinas se originó porque la candidatura de la senadora Yeidckol Polevnsky provocó animadversión en algunos perredistas, petistas y convergentes. Según ellos, si el partido lanzaba a la legisladora, quien en 2005 perdió ante Enrique Peña Nieto, existía el riesgo de que se rompiera la unidad de las izquierdas.

El anuncio sobre la candidatura de Encinas, promovida por Ebrard, se planeó para el miércoles 5. La víspera, el dirigente del PRD mexiquense, Luis Sánchez, de ADN, fue invitado. No asistió. Los integrantes de esa corriente se dijeron engañados e intentaron convencer a Ortega para que no asistiera a la reunión en el hotel Hilton Alameda de la Ciudad de México, en la que se hizo pública la decisión.

Por lo que atañe a Encinas, él considera que el resultado de los comicios mexiquenses influirá en el ánimo del partido para las elecciones presidenciales de 2012. No obstante trascendió que Lázaro Cárdenas Batel ya está amarrado como el próximo presidente del PRD; sólo faltaría definir quién ocupará la secretaría general, que disputan Nueva Izquierda e Izquierda Democrática Nacional; esta última promueve a Dolores Padierna.

En el caso de la coordinación de los diputados perredistas federales, el cargo podría recaer en el diputado Guadalupe Acosta Naranjo, siempre que no sea candidato a gobernador de Nayarit, en alianza con Acción Nacional, o el diputado Jesús Zambrano.



Unidad sí, pero sin el PAN



En entrevista con Proceso, Alejandro Encinas reitera que no comparte las alianzas con el PAN. E insiste en que será el candidato de las izquierdas; sólo irá con el PRD, PT y Convergencia, dice.

Para él, “es muy importante que en la elección del Estado de México no sólo tengamos una diferenciación muy clara ante el PRI y el PAN; también debemos articular un proyecto de las izquierdas que nos permita ser mayoría en ese estado y siente las bases de nuestra participación en los comicios presidenciales de 2012”.

 –Si la dirigencia del PRD insiste en la alianza con el PAN, ¿renunciaría usted a la candidatura?

 –Sí. Tendría que actuar con plena congruencia porque estoy convencido de que, de darse esa situación, habría una fractura entre los tres partidos de la coalición de izquierda, así como una división al interior del PRD.

Jefe de Gobierno del Distrito Federal tras la salida de López Obrador, Encinas relata que en el encuentro del miércoles 5 los representantes de las izquierdas sentaron las bases de la unidad en el partido. Es necesario aprender de los errores, como el de 2009, cuando se perdió el llamado corredor amarillo en el Estado de México, constituido por los municipios de Ecatepec, Nezahualcóyotl, Chalco e Ixtapaluca.

“Una alianza puede traer, además de desaliento, un retroceso electoral, una división que afectaría profundamente nuestra participación en la elección federal”, comenta. Esa posibilidad, dice, lo llevó a aceptar la postulación. Hoy por hoy, es urgente impulsar la unidad del perredismo y construir un frente de izquierda que siente las bases para 2012.

Insiste en que ya platicó con la dirigencia del PRD y pese a las diferencias con Ortega y otros dirigentes del partido, considera que la unidad es viable. Con respecto al dirigente mexiquense Luis Sánchez, Encinas afirma que se trata sólo de “un candidato más del partido”.

Encinas también admite que con Ebrard hay coincidencias; ambos,  afirma, “hemos trabajado por el frente de las izquierdas y, de manera abierta y franca, con el movimiento encabezado por Andrés Manuel López Obrador”.

–En una gira por el Estado de México, López Obrador habló de su renuencia a ser el candidato del PRD a la gubernatura pese a tener el primer lugar de las encuestas. ¿Eso influyó para su cambio de postura?

–Sí, influyó para que tuviéramos una discusión. Es evidente que no son solamente las encuestas, las pláticas con Andrés Manuel o con Marcelo u otros dirigentes del partido en el estado... Una de las cosas que me motivó fue la gente que me pedía postularme; no sólo la del Estado de México o del Distrito Federal.

Sobre la molestia de los integrantes de ADN, quienes arguyen que fue impuesto desde el Distrito Federal, Encinas dice que ellos estuvieron enterados del proceso, al punto de que fueron invitados a la reunión del martes 4 para lograr un acuerdo de unidad, pero no asistieron. Incluso los convoca a trabajar con él por la unidad del partido.



El factor residencial



Una de las causas por las que Encinas rehusaba aceptar la candidatura al gobierno mexiquense es que fue electo como diputado de la primera circunscripción, que incluye sólo el Distrito Federal.

Un análisis elaborado por Horacio Duarte sostiene que aun así la Ley Electoral mexiquense le da posibilidades a Encinas para cubrir los requisitos. Él salió del Estado de México a cumplir cargos públicos federales, pero estableció su residencia en esa entidad.

El jueves 6, Miguel Ángel Granados Chapa aludió al tema en su columna Plaza Pública. “Por lo que hace a su situación legal, debe recordarse que (Encinas) ya fue candidato a gobernador, para lo cual satisfizo su requisito de residencia para ser mexiquense y candidato, que no tiene que ser inmediatamente anterior al día de la elección”.

La gran sorpresa de la reunión entre militantes de izquierda, entre ellos Luis Walton, de Convergencia, y Ricardo Cantú, del PT, para manifestar su apoyo a Encinas, fue demostrar que pueden ser competitivos en las elecciones presidenciales de 2012, lo cual, según Granados Chapa, preocupa al PRI, al PAN y a los poderes fácticos.

“Además, el mensaje que se mandó de unidad permitirá recuperar las condiciones de competitividad electoral de la izquierda en todo el país”, expuso el columnista.

Lo que parece faltar, para el perredismo, es unir a la campaña de Encinas a Cuauhtémoc Cárdenas. Marcelo Ebrard y Andrés Manuel López Obrador fueron los artífices de la gran alianza de las izquierdas. El primero convenció a Ortega y al coordinador del Diálogo para la Reconstrucción (Dia), Manuel Camacho Solís, y al propio Encinas; el segundo hizo lo propio con el PT y Convergencia.

Ebrard considera que Encinas es un candidato “de lujo”; López Obrador lo define como “congruente”; incluso lo invitó a su Gira por la Lealtad 2011 el jueves 6, que inició en San Sebastián Ocuilán, donde los zapatistas establecieron su cuartel durante la Revolución Mexicana.

En ese sitio emblemático, los integrantes del Movimiento por la Regeneración Nacional (Morena) le manifestaron su respaldo al precandidato, quien firmó el proyecto de gobierno para cada municipio. Él y el tabasqueño lo presentaron a la gente y se comprometieron a imprimirlo para repartirlo casa por casa.

“Quiero asumir este compromiso por el Movimiento de la Regeneración Nacional, que hoy es uno de los ideales al paso de Andrés Manuel y de millones de mexicanas y mexicanos, y que la elección del Estado de México va a ser fundamental para seguir alentando lo que es nuestro objetivo fundamental: la preservación de la vida política en nuestro país, de recuperar México para los mexicanos y para las mexicanas”, dijo Encinas.

Porque, en su opinión, la elección mexiquense no es asunto menor. No se trata, dice, de frenar la carrera de Peña Nieto a la Presidencia, sino de crear una plataforma electoral rumbo a 2012.

Ganarle al PRI no es tarea nueva para el PRD, comenta Encinas. En 2006, los perredistas fueron mayoría en el Congreso mexiquense y ganaron las presidencias municipales; gobernaban 52% del territorio de esa entidad. Ese año, López Obrador obtuvo 2 millones 600 mil votos.

“Le ganamos también en la elección presidencial con Andrés Manuel López Obrador a la cabeza. Antes, en 1988, les habíamos ganado y estoy convencido de que vamos a ganar el Estado de México, con lo que tendremos la gubernatura por primera vez.

“Queremos un nuevo proyecto que unifique a las izquierdas. Ya lo hemos discutido con Andrés Manuel: en lugar de provocar distancias debe crearse un frente electoral de las izquierdas que nos permita volver a ganar en el Estado de México”, expone Encinas, quien seguirá acompañando a López Obrador por los 125 municipios del Estado de México.

 Después, dice, se someterá a un plebiscito y esperará la decisión del Tribunal Electoral Estatal sobre su candidatura y que el PT y Convergencia definan su posición conforme a los estatutos de cada partido:

“Estoy convencido de que con este movimiento vamos a lograr el objetivo de construir un frente electoral de las izquierdas, de fortalecer nuestro Movimiento de la Regeneración Nacional y dar el paso definitivo para ganar la Presidencia y consolidar el cambio en nuestro país”.

En el territorio mexiquense hay 75 mil maestros que votarán por el PRI, pero el movimiento lopezobradorista asegura tener 375 mil seguidores, cada uno de los cuales tiene la encomienda de atraer a cinco personas. El objetivo es alcanzar los 600 mil “protagonistas del cambio verdadero”. Según López Obrador, eso les permitirá ganar la elección de julio próximo.



Trayectoria política



Alejandro Encinas inició su carrera política en las filas del extinto Partido Comunista Mexicano (PCM). En 1985 fue el encargado de formar un partido  de oposición en el Estado de México. En 1978 comenzó a trabajar en ello desde el municipio de Ecatepec.

Siempre militó en la izquierda. Y aun cuando su generación era estalinista, en los setenta, cuando el gobierno atacó con saña los movimientos guerrilleros, él asumió posiciones más democráticas.

Más tarde, participó en la fundación del Partido Socialista Unificado de México (PSUM). Bajo estas siglas fue diputado federal en dos ocasiones; la primera entre 1985 y 1988 como suplente del difunto Demetrio Vallejo; la segunda de 1991 a 1994.

En 1993 fue candidato a gobernador del Estado de México. Perdió ante el priista Emilio Chuayffet. En 1997, cuando el PRD ganó la jefatura del Gobierno del Distrito Federal con Cuauhtémoc Cárdenas, Encinas fue su secretario de Medio Ambiente.

Para 2000 compitió por la jefatura delegacional de Álvaro Obregón. Su contrincante fue el panista Luis Eduardo Zuno Chavira, quien finalmente ganó. Tres años más tarde, cuando era candidato a diputado federal, Zuno fue detenido y encarcelado en el penal de Santiaguito, en Almoloya de Juárez, acusado de posesión de armas de fuego.

Con Andrés Manuel López Obrador como jefe de Gobierno capitalino, Encinas se desempeñó como secretario de Desarrollo Económico, subsecretario y secretario de Gobierno, y al final fue suplente de la jefatura en dos ocasiones: a raíz del intento de desafuero por el caso de El Encino y cuando el tabasqueño pidió licencia para ser candidato presidencial.

Durante esa suplencia, López Obrador encabezó un plantón sobre avenida Reforma, en protesta, denunció, por el fraude electoral que permitió que Felipe Calderón llegara a Los Pinos. Por esas fechas se creó la Convención Nacional Democrática que impidió al presidente Vicente Fox encabezar la ceremonia del Grito de Independencia en el Zócalo capitalino. Ese día fue Encinas el que se encargó de presidir la ceremonia desde el balcón del antiguo Palacio del Ayuntamiento.

¡AMLO 2012!

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