DÉCADA DECAPITADA - José Alfonso Suárez del Real y Aguilera

DÉCADA DECAPITADA
“Uno de los medios que tiene el mal es invitar a la lucha”
Franz Kafka

Por: José Alfonso Suárez del Real y Aguilera

Si algún atisbo de duda se tenía de la autoridad que ejerce Felipe Calderón en el partido que lo llevó al poder, ésta quedó despejada al analizar la accidentada organización del evento llevado a cabo el pasado 28 de noviembre en el Auditorio Nacional del Distrito Federal.
Concebido como un acto partidario en el que se reconocerían los aportes de los gobiernos federales emanados del blanquiazul en el primer decenio del siglo XXI, los hechos indican que la idea de compartir escenario con Vicente Fox no fue aceptado por su sucesor y de evento de partido se pasó a un acto organizado por la presidencia de la República con la ciudadanía.
La transformación del cónclave no afectó a los más conspicuos dirigentes y representantes del instituto político fundado en 1939 por Gómez Morín, y ahí, junto a la militancia y a la burocracia federal, aplaudieron y aclamaron la retórica presidencial, cuyo paroxismo le llevó a asumirse, una vez más, como el jefe de campaña de la reacción empecinada, a toda costa, en mantenerse en el poder.
La beligerancia y el cinismo verbal de Calderón asumió el tono apocalíptico, acorde a su administración de muerte, y profetizó de” trágico” el retorno a lo autoritario y su cauda de “pobreza, corrupción y simulación de la libertad”.

Para quienes vivimos el México real, para quienes somos los damnificados de ésta Década Decapitada por los “gobiernos del cambio”, la visión maniquea y simuladora que tanta admiración y aplausos arrancó a la reacción congregada en torno al “ungido” acreditan lo lejos que se encuentran del partido que soñó Gómez Morín y que con tanto empeño hombres y mujeres construyeron a favor de una Patria Grande y Generosa.
El mensaje envilecido de Calderón, intentó eclipsar sus desaciertos a través de cortinas de humo como la de la “crisis que nos vino de fuera”, la del “día que salvamos a la humanidad” del virus de la influenza o la de “la guerra en contra del narco” cuyos desastrosos resultados son las más de 30,000 ejecuciones que se registran en los cuatro años de su cruzada legitimadora y sus advertencias sobre los peligros de cambiar de ruta.
La Década Decapitada por las políticas entreguistas y apátridas de los gobiernos de Fox y Calderón, han generado más de 60 millones de pobres; han impuesto una mayor carga fiscal a los trabajadores y a los pequeños y medianos empresarios, mientras que sus salarios y canonjías son un insulto a la pobreza de la gente; han obligado a 12 millones y medio de personas a subemplearse; han propiciado la quiebra de miles de pequeñas y medianas empresas a lo largo y ancho del país; han reducido a las clases medias a su mínima expresión.
En contra del triunfalismo ramplón del principal orador del evento, siete millones y medio de jóvenes de este país le reclaman haberles obligado a formar parte de la generación NoNo, y es que esos millones de esperanzas truncadas no es que ni estudien ni trabajen, la realidad irrebatible es que el gobierno no les garantizó su derecho a una educación gratuita y mucho menos les creó las fuentes de trabajo que requieren para insertarse a la sociedad productiva.
Una década le bastó a las administraciones de Fox y de Calderón para volvernos dependientes alimentarios del extranjero, abandonando al campo a su suerte. Dos lustros fueron suficientes para destruir el Estado de Bienestar Social y comenzar a subrogar los servicios de las instituciones de salud y bienestar social.
En sólo 120 meses el prestigio internacional de nuestro país fue dilapidado en desplantes y crasos errores diplomáticos.
En ese mismo lapso los poderes fácticos de Estados Unidos han construido, con la sumisión gubernamental de los Ejecutivos emanados del PAN, los cimientos de nuestra integración subordinada a su esfera de poder y seguridad doméstica.
Y qué decir de la obsesión por regresar el petróleo mexicano a las empresas extranjeras y la urgencia presidencial por lograr la aprobación de la Ley de Asociaciones Público-Privadas para con ello “rematar” lo poco que le queda al Estado mexicano, maquinada por el FMI, el BM y la Reserva Federal americana y ejecutada por la tecnócratas mexicanos.
Y para reafirmar la presencia del mal en el espíritu de Calderón, tal y como lo sentenció Kafka, el Presidente nos invita a la lucha, no para transformar al país, sino para eternizar su letal política en el Poder.


¡AMLO 2012!