‘Que regrese el Ejército por menos corrupto’
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El Diario | 03-08-2010 | 00:17 | Local
A casi cuatro meses de que el mando en la estrategia de seguridad pública para la ciudad recayó en la Policía Federal, los juarenses prefieren que regrese el Ejército Mexicano a patrullar las calles, porque aun cuando sobre los militares existen diversas quejas, les reconocen mayor disciplina que a los federales, de quienes se inconforman por los abusos cometidos y los niveles de corrupción y de violencia registrados aquí.
Al menos en ese tenor se han expresado ciudadanos que acuden o llaman por teléfono a la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) con la intención de levantar quejas en contra de elementos de las corporaciones encargadas de dar seguridad a los juarenses.
También representantes de organizaciones empresariales y diputados locales se pronunciaron en favor de que el Ejército se sume a los trabajos contra la inseguridad pública, luego de que la violencia en esta ciudad escalara al grado del uso de explosivos y granadas en ataques contra la Policía Federal.
En los ciudadanos hay mucho miedo a partir de la presencia de los policías federales, nos refieren que abusan de sus derechos, los detienen arbitrariamente, les roban sus carros, su dinero, sus pertenencias y los extorsionan, todo lo que en determinado momento han denunciado los medios”, dijo Luz Elena Mears Delgado, primera visitadora de la CEDH.
Explicó que si bien el organismo a su cargo no es competente para recibir este tipo de quejas, que corresponden a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), los afectados se acercan a sus oficinas para pedir ayuda.
Con base en estos casos, la derechohumanista comentó que los ciudadanos les han manifestado que no tienen confianza en los federales y prefieren a los militares.
“La razón es que aun cuando había quejas también en contra de elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional, en los militares se percibía más disciplina porque la gente supone que si ellos iban a detener a una persona o entraban a una casa era porque seguían órdenes”, indicó.
En cambio, en el caso de los federales, sus intervenciones son vistas como abusos y aunque las quejas son variadas, la mayoría son por violaciones a los derechos humanos, robos, detenciones arbitrarias, allanamiento de morada y hasta extorsiones cometidas por los mismos agentes.
Aunque Mears Delgado sostuvo que la experiencia que la oficina a su cargo ha tenido con la Policía Federal ha sido razonablemente buena, pues sus directivos han atendido los casos en los que han sido requeridos y han dado buenas respuestas.
Explicó que la percepción que tienen los juarenses que han sido víctimas de abusos y acuden a quejarse no se sustenta en la cantidad de denuncias presentadas, porque muchos no formalizan su inconformidad y otros declinan por miedo.
Mientras tanto, partidos políticos representados en el Congreso del Estado coincidieron en que el Ejército debe regresar a Juárez a combatir al crimen organizado, pero en apoyo de las fuerzas federales que ya está acantonadas en esa ciudad, y con labores específicas de inteligencia, vigilancia aérea y participación en operativos especiales.
Diputados del PRI, PAN y PRD coincidieron en que mayor presencia militar sería de vital importancia, aunque como refuerzo de la Policía Federal y en labores muy específicas, pero dentro de la mancha urbana de Juárez.
Actualmente el Ejército se limita a vigilar la periferia y algunos corredores de la ciudad y el Valle de Juárez, pero cedió el mando de la Operación Coordinada Chihuahua a la Federal.
La presencia de las fuerzas armadas con labores de refuerzo, sobre todo en inteligencia y en patrullaje aéreo sería de vital importancia, afirmó el diputado Jorge Neavez Chacón (PRI), presidente de la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales del Congreso del Estado.
El legislador consideró de vital importancia que tanto Juárez como Chihuahua tengan patrullaje aéreo con al menos cuatro helicópteros cada uno, volando de manera permanente y con una estrecha coordinación con centros operativos de tierra. Ese patrullaje podría hacerlo el Ejército, lo cual sí sería un elemento disuasivo para los grupos delincuenciales que cometen masacres y estallan explosivos en plena vía pública, agregó el legislador.
A ese respecto, Roberto Lara Rocha (PAN), consideró que la presencia del Ejército podría reforzar la vigilancia, pero no debe entrar en sustitución de la Federal. A juicio del legislador panista y coautor de la Ley de Extinción de Dominio, la PF ha realizado “un buen trabajo” en Juárez y los actos terroristas ocurridos en fechas recientes son una respuesta del crimen organizado a esas acciones.
Sin embargo, añadió, un regreso de las fuerzas armadas a las calles de Juárez reforzaría la vigilancia en zonas de alto riesgo y ayudaría a las fuerzas federales que actualmente vigilan la ciudad.
A su vez, Víctor Quintana Silveyra dijo estar de acuerdo en que el Ejército regrese, pero a participar en acciones de inteligencia y en operativos muy concretos.
Sin embargo, se dijo preocupado por la militarización de la frontera, tanto del lado estadounidense como del mexicano, tras el despliegue de la Guardia Nacional de los Estados Unidos, y la presencia de 5 mil soldados mexicanos en Juárez.
El perredista insistió en el punto que ha planteado incluso en la tribuna del Congreso del Estado: en cambiar la estrategia de combate al narcotráfico y en fortalecer las labores de inteligencia, en las cuales el Ejército sería de utilidad, pero no en relevo de la PF.
Representantes de los organismos empresariales también externaron su opinión respecto a una mayor participación de los militares en la situación actual que enfrenta Juárez.
Federico Ziga Martínez, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, indicó que en esta guerra contra el crimen hay que sumar a quien sea necesario con fin de contener la escalada de la violencia.
Respecto a la presencia del ejército en las calles, el empresario indicó que no debería haberse restado.
“Se trata de sumar esfuerzos y no de restar, se requiere que más corporaciones vengan a combatir al crimen organizado porque es claro que no se está pudiendo contra ellos”, indicó Ziga Martínez.
Por su parte, Jorge Ruiz Garcés, presidente de la Asociación de Hoteles y Moteles de Ciudad Juárez, indicó que el grado de violencia al que se ha llegado en la ciudad hace pensar en que es necesario otro cambio de estrategia.
Añadió que junto con el Consejo Coordinador Empresarial se analizará si es necesario pedir la presencia del Ejército otra vez en las calles, o qué otra estrategia se requiere.
Manuel Sotelo Suárez, vicepresidente de la Cámara Nacional de Autotransporte de Carga (Canacar) indicó que mientras se siga atacando al crimen organizado y mientras se le siga haciendo daño, los ataques a los policías o al ejército, el que esté en la calle, se seguirán dando.
“Está avisado y aceptado por los mismos jefes de la policía federal, mientras ellos sigan haciendo su trabajo, sigan deteniendo capos de alto nivel, pues lógicamente el crimen estará actuando contra ellos”, abundó.
Agregó el líder transportista que desafortunadamente están en una condición muy desigual: el maleante tiene toda la ventaja del anonimato mientras que el policía debe estar uniformado y en vehículos oficiales.
“Ellos saben que eso (el riesgo) es parte de su trabajo, se ha recrudecido porque ha habido detenciones importantes por parte de la Policía Federal, siempre que ellos dan un golpe, esas son las repercusiones que trae”, indicó.
“Lo único que nos queda es esperar que la policía pueda desarticular estos cárteles para que podamos vivir con más tranquilidad”, dijo.
La Policía Federal asumió la seguridad pública local a partir del 8 de abril, fecha en la que relevaron a los soldados en las labores de patrullaje y a partir de ahí tomaron el mando de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, de Tránsito, el Cereso Municipal y el Centro de Respuesta Inmediata (CERI).
(Con información de G. Minjáres, A. Salmón y M. Coronado)
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