El anuncio de Chile de restituir a su embajador frente al gobierno de Honduras, representa un gesto de reconocimiento oficial hacia el gobierno de Porfirio Lobo.
El canciller chileno, Alfredo Moreno, fue el encargado de comunicar la decisión del gobierno del presidente Sebastián Piñera.
El diplomático explicó que dispuso el regreso a Tegucigalpa del embajador en Honduras, Sergio Verdugo Neira, quien hace más de un año había regresado a Chile tras el golpe de Estado que derrocó al ex-presidente Manuel Zelaya.
'El solo hecho de que el embajador vuelva a Honduras restablece las relaciones diplomáticas al mismo nivel en que se encontraban antes y supera este problema', dijo el canciller Moreno.
De acuerdo con la cancillería chilena, un informe de la Comisión de Alto Nivel de la Organización de Estados Americanos (OEA), que señaló avances en la situación en Honduras fue determinante para la decisión.
'Nosotros lo que hemos reconocido es que las elecciones en las cuales Porfirio Lobo fue elegido fueron elecciones libres, ha sacado más del 50 por ciento de los votos, muy distante de otros candidatos y nos parece que es el Gobierno que representa a Honduras', dijo Moreno.
En relación a la situación del ex-presidente Manuel Zelaya, la cancillería chilena sostiene que “especial mención merece la situación del ex-presidente Manuel Zelaya, a quién se le hizo partícipe de la amnistía general, se le asegura la debida protección si vuelve al país y se le reconoce su derecho a participar en el Parlamento Centroamericano'.
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