La policía secreta de Colombia interceptó teléfonos de Correa
Unidad Investigativa | BOGOTÁ
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Los enfrentamientos entre Rafael Correa y Álvaro Uribe por el caso de Angostura en la Cumbre de Río en el 2008 hicieron que Colombia mire a Ecuador como “amenaza externa” y decida crear un plan para espiar a Ecuador.
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La policía secreta de la Presidencia de Colombia interceptó los teléfonos del presidente Rafael Correa, de sus cercanos colaboradores, de militares, políticos, empresarios y periodistas, reveló un agente colombiano de contrainteligencia del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), quien estuvo en Quito manejando equipos llevados desde Colombia.
En marzo del 2008, tras el bombardeo del ejército colombiano en Angostura, el DAS, entidad adscrita a la Presidencia de Colombia, instaló en Quito una plataforma móvil para intervenir teléfonos fijos y celulares del alto gobierno, incluidos los de la oficina de Correa, en el marco de una operación de espionaje llamada “Salomón”. Dos agentes de ese proyecto fueron asesinados cerca de Bogotá el 31 de octubre del 2009 en una fiesta de detectives para celebrar Halloween, agregó el informante que habló a este Diario bajo la condición del anonimato.
Dos apartamentos usados para “Salomón” “fueron alquilados en el centro de Quito” y otro “en un edificio de seis pisos de la avenida González Suárez, donde los equipos a veces funcionaban mejor”, agregó el informante, pero se abstuvo de precisar las direcciones alegando que se pone al descubierto.
El director del DAS, Felipe Muñoz, al ser consultado telefónicamente por EL UNIVERSO el pasado 27 de mayo, no confirmó, pero tampoco negó la versión: “La instrucción que tengo es pronunciarme a ese respecto a través de la Cancillería”, señaló el funcionario.
Por su parte, el investigador del DAS Robert Ardila, en una declaración judicial clasificada, habló de espionaje telefónico en Ecuador, pero solamente se refirió al uso “de cabinas” instaladas en zonas de frontera.
De acuerdo con la fuente que pide el anonimato, la plataforma de espionaje instalada en Quito, compuesta por equipos interceptores “de comunicaciones celulares y fijas”, todavía se encontraría en esa ciudad y ha funcionado desde distintos departamentos alquilados por empresas de fachada con el objeto de intervenir diálogos que se analizaban en Bogotá.
Una de las empresas de fachada, agregó la fuente, fue una falsa agencia de comunicaciones publicitarias, subsidiaria de una colombiana que solamente existió en documentos.
En una declaración disciplinaria clasificada, de mayo del 2009, el agente colombiano John Jairo Jiménez Rojas reveló que para el proyecto “Salomón” también se consiguieron informantes a sueldo en los consulados ecuatorianos en Colombia y se reclutó a oficiales de la Policía en Ecuador.
En febrero del 2008, EL UNIVERSO conoció por otras fuentes del DAS que entre los informantes ecuatorianos había periodistas cuyo trabajo clandestino era pagado con fondos secretos del grupo “Somos Andina”, formado por detectives de contrainteligencia que también operaban en Venezuela. De hecho, en esa oportunidad Somos Andina intentó sin éxito reclutar a un periodista de EL UNIVERSO especializado en temas de la frontera norte.
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