Denuncia familia acoso, y extorsión de federales
Luz del Carmen Sosa
El Diario | 26-04-2010 | 20:36 | Local
El hallazgo de una camioneta baleada en la colonia Carlos Castillo Peraza provocó una inusual movilización de agentes federales que terminó en un intento de extorsión de los federales contra una humilde familia.
Leticia Baylón es una mujer que por 30 años ha trabajado en la venta del periódico de El Diario y su jornada laboral empieza todos los días a las 2:30 de la mañana, cuando recoge el matutino y luego se dirige al puente internacional Zaragoza para expenderlo.
“Los agentes federales llegaron a mi casa a la una de la mañana y les di permiso de entrar a mi casa para buscar a unas personas que pensaron que ahí se habían metido y yo les permití que se metieran para que vieran que sólo mi esposo y yo estábamos ahí, los dejé entrar que revisaran y luego se fueron”, dijo la entrevistada.
Indicó que frente a su vivienda viven agentes municipales que no fueron molestados.
Más tarde, aproximadamente a las dos de la mañana cuando la pareja salió a la calle para abordar su vehículo y dirigirse a las instalaciones de El Diario a recoger el periódico, llegaron más de 50 agentes a bordo de ocho vehículos oficiales.
“Me dijeron que les abriera el carro para ver qué traía, me pidieron los papeles del carro y me preguntaron por qué estaba la camioneta baleada, les dije que no sabía”, explicó la mujer muy molesta.
Precisó que a pesar de haberles dado las facilidades para que realizaran su trabajo porque no tenían nada que ocultar, luego se portaron déspotas y trataron de intimidarlos a ella y a su esposo.
La afectada refirió que intentó comunicarse con personal de esta empresa para avisar que iba a llegar tarde y la esperaran, pero los agentes federales lo tomaron como una amenaza de “llamar a la prensa”, lo que los enojó.
“Yo estoy enferma y les dije que me sentía mal, que me dieran la oportunidad de irme a trabajar. Me dijeron ‘te crees mucho porque trabajas en la prensa’ y les dije que no, que sólo vivo de vender el periódico y mi camino es muy largo, por eso iba a avisar que llegaría tarde”, refirió.
“Les expliqué que a veces ando sola, que soy cardiaca y que trabajo por obligación porque también ayudo a mi papá, pero no nos dejaban retirarnos”, agregó.
“Se llevaron para otro lado a mi esposo y le pidieron dinero por no decomisarnos el carro y los cigarros que él vende en el crucero”, añadió.
Su esposo intervino y dijo que le pidieron 500 pesos para “no hacer nada”. “Me dijeron ‘ponte con algo’ y me les dije que no, luego me pidieron la factura del cigarro y les dije que no la tenía porque yo lo compraba en la ciudad a particulares”.
“Es cigarro americano que venden en toda la ciudad, cómo pasa, pues por la Aduana Fronteriza, todo mundo lo sabe y los agentes federales se enojaron”, agregó el entrevistado.
“Nosotros exigimos que los agentes no cometan más abusos de autoridad, porque nosotros los apoyamos, que nos pidan nuestra colaboración con buenos modales. Llegaron muy prepotentes cuando nos íbamos a trabajar, ahora somos sospechosos por salir de madrugada al trabajo, fueron burlones, ofensivos y sarcásticos”, aseguró la quejosa.
Las unidades que participaron en el operativo son: la 13704, 10864 y la 13708 de la Policía Federal, además de la 389 y 382 de Seguridad Pública.
Oficialmente ninguna de las corporaciones policiacas mencionadas dieron a conocer resultados de este operativo.
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