Culpan en pintas de matanza a 2 de los más buscados
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El Diario | 05-02-2010 | 00:42 | Local |
Mientras la Procuraduría estatal atribuyó a un presunto jefe de sicarios del cártel de los Carillo Fuentes la autoría de la masacre en Villas de Salvárcar, un mensaje clandestino escrito en la barda de una escuela culpó ayer de esos hechos a dos presuntos integrantes del cártel de Sinaloa.
La pinta, escrita en una escuela de la zona norte de la ciudad, responsabiliza a “Gabino” y a “Marrufo”, y cuestiona por qué no los investigan. “Ellos ordenaron la masacre. Autoridades corruptas no quieren resolver fácilmente. La (una línea) no mata)”, agrega el escrito, encontrado la madrugada de ayer por policías en un muro de una escuela ubicada entre Ignacio Mejía y Cuauhtémoc.
Los nombres del graffiti corresponden con los de Gabino Salas Valenciano y de José Antonio Torres Marrufo, ambos incluidos en la lista de los más buscados por la Operación Conjunta Chihuahua y quienes, sin embargo, circulan libremente en Ciudad Juárez, tramitan amparos ante el Poder Judicial y pagan inserciones en medios para deslindarse de las acusaciones oficiales.
Salas Valenciano, además, fue identificado en febrero de 2008 por las autoridades como presunto líder de una célula de sicarios al servicio del cártel de Juárez y, pese a haber sido detenido en esa fecha por el Ejército Mexicano, en octubre siguiente fue puesto en libertad por un Tribunal Unitario que encontró inconsistencias en el reporte militar de la detención.
Un año después, en noviembre de 2009, un boletín de la misma Secretaría de la Defensa Nacional identificó a Salas Valenciano como jefe de una célula de sicarios, pero ahora del cártel de Sinaloa; homicidas, decía el boletín, cuya labor es “ejecutar integrantes del cártel de Juárez o La Línea”.
Archivos periodísticos e información extraoficial agregan que tanto Salas Valenciano como Torres Marrufo formaron parte del grupo cercano a Juan Pablo Ríos Rodríguez, nombre con el que la Operación Conjunta identificó a “JL”, presunto lugarteniente de Vicente Carrillo Fuentes en Ciudad Juárez.
Las mismas fuentes agregan que, desde 2008, Salas y Torres Marrufo se separaron de la organización de Carrillo Fuentes para trabajar en la contraria; es decir, con la Gente Nueva o con el cártel de Sinaloa, bajos las órdenes de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
Junto con ellos formó parte del grupo cercano a “JL” también el ex agente ministerial José Antonio Acosta Hernández, alias “El Blablazo”, cuyo nombre fue el presentado esta semana por la Procuraduría General de Justicia del Estado como el presunto jefe de la célula de sicarios para la cual trabaja José Dolores Arroyo Chavarría, quien habría fungido como “halcón” —o vigilante de las calles— durante la masacre en Villas de Salvárcar y quien es a la fecha el único detenido por esos hechos.
En los archivos periodísticos, los nombres aparecen vinculados a una larga zaga de hechos violentos, sobre todo en la zona de El Valle de Juárez —donde presuntamente tiene control Salas Valenciano—, y sus respectivas venganzas.
A Salas Valenciano, por ejemplo, las autoridades estatales atribuyeron la autoría intelectual del secuestro de dos hombres y el homicidio de uno, así como de la quema de varias propiedades en el poblado de “Barreales”, en la zona de El Valle de Juárez, en octubre de 2008.
Este hecho, según los reportes periodísticos, se habría registrado para vengar la muerte de su hermano, Valente Salas Valenciano, cuyo cadáver —junto con el de otras cuatro personas— se encontró en mayo de 2008 en la prolongación de la avenida Vicente Guerrero de esta ciudad.
El reporte de ese hecho agregó que, encima de uno de los cuerpos, el cártel de la Línea dejó una advertencia escrita en una cartulina y dirigida a quienes se estaban cambiando a la organización de “El Chapo”, que desde entonces disputa el control del tráfico de drogas en esta frontera: “Esto les pasa a los pinches traidores que se van con la finta del Chapo Guzmán monta perros que sólo les garantiza la muerte, sigue mandando más pendejos para tirártelos. Atte la línea”.
Salas Valenciano fue encarcelado durante al menos siete meses luego de que el Ejército Mexicano lo detuvo en febrero de 2008 —días antes del inicio de la Operación Conjunta Chihuahua— en su vivienda del fraccionamiento Real de San José, cuando, según la versión militar, desoyó un alto marcado por el personal castrense, que a la postre lo detuvo en posesión de 14 paquetes de mariguana, armas y cartuchos.
Por esos hechos, Salas Valenciano fue sentenciado por un juzgado federal a nueve años de prisión; pero, en octubre siguiente, fue puesto en libertad por el Tercer Tribunal Unitario, el cual consideró que había inconsistencias el las circunstancias de modo, tiempo, modo y lugar descritas por los militares.
Después, en septiembre de 2009, los cuatro —”Blablazo”, “Gabino”, “Marrufo” y “JL”— aparecieron en la lista de los más buscados por la Operación Conjunta Chihuahua, la cual de hecho ofreció un millón de pesos por los dos primeros.
Salas Valenciano y Torres Marrufo, sin embargo, pagaron inserciones en los medios para decir que habían tramitado amparos y que la Procuraduría General de la República les había reportado no tener cargos en su contra.
“Me presento con documentación en mano de los juzgados federales, específicamente del Juzgado Quinto de Distrito en esta ciudad (expedientes 1620 y 1621), donde les conceden el amparo y las autoridades del conjunto Chihuahua y la PGR niegan rotundamente tener nada en contra de dichas personas”, dice la inserción pagada, publicada el viernes 8 de enero en este medio y firmada por Salas Valenciano y Torres Marrufo.
La inserción, de acuerdo con lo que informó a El Diario el responsable de la publicación —quien se identificó como Jesús Agustín Parada— fue en respuesta al desplegado insertado por la Operación Conjunta Chihuahua el 25 de septiembre anterior.
Este medio trató ayer de hacer contacto con los mencionados a través del responsable de esa publicación, quien, sin embargo, no respondió al número celular que dejó al pagar el anuncio.
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