José Luis Pérez Canchola: ALIANZAS POLITIQUERAS

ALIANZAS POLITIQUERAS



José Luis Pérez Canchola

Periódico El Mexicano

Lunes 1 de febrero de 2010





En el PRD todo parece estar de cabeza. Se trata de un partido con cientos de miles de militantes dispuestos a dar la lucha en contra de políticos y gobernantes, del PRI y del PAN, que al amparo del poder han saqueado al país. Se trata de un partido que en el periodo de su organización y consolidación registró el asesinato de cientos de sus militantes y dirigentes en medio del silencio cómplice y hasta el aplauso del PRI y del PAN. Se trata de un partido, en fin, que ha sido víctima de dos grandes fraudes electorales, por parte del PRI en 1988 y por parte del PAN en las elecciones del año 2006.

Por todo esto y por otras muchas razones, resulta incomprensible y hasta grotesco, que el presidente nacional del PRD esté promoviendo alianzas electorales con dichos partidos. Ahora resulta que Jesús Ortega se acerca al PAN para proponer alianzas electorales en determinados lugares para terminar, dice él, con cacicazgos de más de 80 años. Con este tipo de propuestas, Jesús Ortega y sus seguidores, lo único que hacen es traicionar al PRD, a su militancia y sobre todo están traicionando la memoria de los perredistas muertos en los años de formación del propio partido.

¿A que se debe este giro de 180 grados? Todavía hace algunos meses, los principales dirigentes de la corriente Nueva Izquierda del PRD con Ortega a la cabeza, negaban cualquier posibilidad de alianza con Acción Nacional. El senador Carlos Navarrete, por ejemplo, declaró en septiembre de 2008 que las alianzas entre PRD y PAN eran totalmente inviables, “es imposible –afirmó- que el PRD pueda pactar alianzas con el PAN”. Guadalupe Acosta, otro seguidor de Jesús Ortega, en junio de 2007, siendo secretario general del Comité Ejecutivo Nacional del PRD, llegó a declarar que “todo mundo estamos de acuerdo que no podemos hacer alianzas con el PAN en ningún lugar; el PAN es el adversario, la derecha es el adversario a derrotar”.

Lo cierto es que la actual postura desparpajada de estos personajes, que ven la conveniencia de “pegarle” al PRI aliándose al PAN en estados como Oaxaca, Durango y en su momento tal vez Puebla, es una postura que los aleja de los orígenes del partido y sobre todo de los movimientos de la izquierda mexicana.

Ni siquiera tienen el valor de reconocer que su política de candidatos externos y sus alianzas con grupos políticos oportunistas, han llevado al PRD al descrédito ante millones de mexicanos. Que mejor ejemplo que los gobiernos encabezados por Antonio Echevarría en Nayarit, que después de ganar la elección se hizo militante del PAN; o el caso de Pablo Salazar y Juan Sabines en Chiapas, que terminaron más cerca del PAN que del PRD, incluso en el caso de Sabines hay que mencionar que en su administración se han multiplicado las denuncias por violaciones a derechos humanos. En el caso de Guerrero, la verdad es que Zeferino Torreblanca nunca ha dejado de ser un político conservador y ahora abiertamente cercano a los panistas después de estar entre los primeros gobernadores que reconocieron la elección de Calderón.

Con todos estos fracasos y ahora con su propuesta de alianzas electorales con el PAN, Jesús Ortega y sus socios están haciendo el trabajo sucio en beneficio del actual régimen representado por el PRI y el PAN. Lo que estos personajes están haciendo son alianzas politiqueras que por desgracia van a dañar más todavía la imagen y la lucha del PRD.

En las condiciones actuales del país, la única coalición posible y respetable será entre los partidos, organizaciones y ciudadanos de izquierda, con su propio programa y sus propios candidatos. Como bien lo ha declarado Andrés Manuel López Obrador al advertir que el PRD “no debe aliarse con el PRI y con el PAN, 'porque representan a los potentados, a quienes se creen amos y señores de México, a la oligarquía”, y reprobó la posibilidad de que el Partido de la Revolución Democrática sostenga alianzas electorales con el Partido Revolucionario Institucional (PRI) o el Partido Acción Nacional (PAN) en el 2010.

En toda campaña electoral, la izquierda mexicana con sus partidos y organizaciones sociales, debe aparecer con su fisonomía propia, con su propio programa y hacerse cargo de su misión transformadora de la vida económica, política y social del país en beneficio de las mayorías y nunca confundirse con la derecha ni con las clases dominantes. El PRD surgió como una fuerza política heredera de las mejores tradiciones de lucha del PCM, del PSUM y del PMS y se fortaleció con la participación de otras organizaciones y personajes de la vida política nacional. Surgió como un partido de izquierda decidido a dar su mejor contribución en el desarrollo de la conciencia y la organización del pueblo de México para terminar con la explotación de unos cuantos sobre la inmensa mayoría de los mexicanos. Estos es lo que distingue al PRD y no se debe apartar de esta importante misión.

¡Es un Honor Estar con Obrador!