Quieren legalizar chuecos pero trámite es impagable
Martín Orquiz
El Diario | 19-02-2010 | 01:29 | Local
Luego de que el Gobierno federal revivió esta semana los planes para realizar un programa de censo y legalización de automóviles, dueños de “chuecos” se quejaron de que sí quieren regularizarse, pero que los trámites resultan prácticamente “impagables”.
“Yo creo que a la mayoría de las personas no nos gusta eso (de andar irregulares), pero no nos queda de otra porque simplemente no podemos pagar lo que nos cobran”, manifestó un ciudadano que –aseguró– le cobraban 70 mil pesos de impuestos federales por importar un vehículo 1999.
Propietarios de automotores no importados se mostraron escépticos acerca del ofrecimiento hecho por el presidente Felipe Calderón, en torno a una próxima regularización de vehículos.
De tener voluntad de resolver el problema, ya lo hubiera resuelto, consideraron, puesto que la petición al Gobierno federal para que baje los precios de las importaciones se está haciendo desde el año pasado.
Sin embargo, lejos de una verdadera reconsideración y a pesar de algunos ajustes a nivel legislativo, los montos establecidos para la legalización son prohibitivos para la mayoría de los ciudadanos que usan vehículos de segunda mano, ya que en su mayoría son trabajadores asalariados.
“No sé qué hacer, ya tengo dos años con mi carro sin importar, casi ni lo saco por el miedo a que me lo quiten, pero cuando fui a preguntar el año pasado me costaba más de 50 mil pesos”, mencionó Rosa Solares, quien posee una camioneta modelo 1997.
A partir de enero de 2009, el costo de la importación de automóviles se incrementó en cifras que varían del 100 al 300 por ciento, lo que hizo prácticamente impagable el trámite.
Por ejemplo, en el 2008 importar una unidad modelo 2003 costaba 12 mil pesos, pero a partir del primer mes del año pasado la inversión del interesado llegó a los 36 mil.
Debido a esa situación, la importación de vehículos cayó de forma estrepitosa durante el 2009, cuando alcanzó un descenso del 80 por ciento en comparación con el 2008, revelan datos de la Asociación de Agentes Aduanales (AAA).
De casi 100 mil unidades que fueron importadas durante el año antepasado, la cifra cayó a sólo poco más de 20 mil durante el lapso pasado, indica información de la misma fuente.
Pero no sólo los particulares dejaron de importar, ya que también los negocios que comercializaban unidades importadas dejaron de trabajar, ya que de 352 que había en el 2008, en la actualidad trabajan sólo unas 15.
“Yo cambiaba cada tres o cuatro años de carro, porque mi trabajo me exige que traiga un buen mueble, pero desde el 2005 traigo el mismo, una pick up modelo 1998”, indicó Andrés Tena, quien es constructor.
Señaló que tenía planeado comprar un vehículo 2004 el año pasado, pero debido a “como estuvieron las cosas” su plan no pudo llevarse a cabo porque las importaciones están muy caras.
“Uno batalla para comprarse un carrito que le funcione, pero cuando lo quiere uno importar ahora pues se va de espaldas al saber cuánto le cuesta, así no se puede ya”, indicó.
Felipe Arriaga es un ciudadano con un problema similar, ya que en el 2008 él y su esposa compraron una camioneta modelo 1999 para que ella la usara, pero se toparon con que tendrían que pagar miles de pesos para regularizarla.
“Fuimos al módulo ese que puso el Municipio a preguntar cuánto nos iba a costar, y nos dijeron que de puros impuestos federales eran casi 70 mil pesos, y pues no la pudimos importar”, recuerda.
Aunque su mujer la utiliza sólo para llevar a sus hijos a la escuela y para ir de compras, resulta molesto porque la han multado por falta de placas y en varias ocasiones la han detenido para investigarla.
“Yo creo que a la mayoría de las personas no nos gusta eso, pero no nos queda de otra porque simplemente no podemos pagar lo que nos cobran”, manifestó.
Acerca de lo ofrecido por el presidente Calderón Hinojosa, indicó que el mandatario debe cumplir su palabra para recuperar la confianza de los ciudadanos, sobre todo de los que viven en la franja fronteriza del norte.
“Sería muy bueno para nosotros, los que tenemos ese problema, pero también para él, porque creo que la gente le tendría más confianza”, aseveró.
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