31 de enero de 2010

JESUSA CERVANTES. Un crimen más contra el campo mexicano

"Un crimen más contra el campo mexicano
Jesusa Cervantes

MÉXICO, D.F., 29 de enero (apro).- Desde hace tiempo, algunos mexicanos se han estado preguntado por qué Brasil sigue imparable en la carrera por arrebatarle a México el liderazgo en Latinoamérica.

Logra salir de crisis inflacionarias, de crisis políticas y, más aún, se ha ido filtrando lentamente entre la lista de los países con empresas prósperas que lo mismo negocian con Estados Unidos que con Europa. Mientras que México cae en todos los índices de productividad y se recrudecen la pobreza alimentaría, la marginalidad, y se desploma la competitividad...

Una respuesta podría ser, quizá, porque cuando Brasil está pensando y actuando para un futuro mejor, los gobernantes mexicanos sólo se dedican a proponer cambios que intentan resolver problemas de coyuntura; a ofrecer cambios un día para que a la vuelta de los meses le reditúen votos, y nunca o casi nunca, piensan en la población; por lo menos sus actos en materia de política económica de las últimas seis décadas no se han visto reflejados en un bienestar para la mayoría de la población.

Un ejemplo de lo que Brasil ha hecho bien y que a la fecha le ha generado grandes beneficios económicos, tanto para el campo como para los empresarios, es su política en materia de bioenergéticos.

En 1975, el gobierno brasileño, pensando en el futuro, le apostó a los bioenergéticos; creó el programa llamado Proalcool a través del cual impulsó la siembra y experimentación de cultivos para generar energías menos contaminantes.

Hace 35 años, Brasil invirtió 20 mil millones de dólares para empezar a experimentar, y ahora recoge sus frutos. De aquellos 20 mil millones de dólares ha obtenido una ganancia de 187 mil millones de dólares, se ha convertido en uno de los países líderes en la creación de materias primas que sirven para hacer energéticos menos contaminantes, como el etanol o el biodisiel.

En cambio, el gobierno de México no contento con el gran atraso, la falta de apoyo a los campesinos para producir cultivos que sirvan para producir etanol y éste, a su vez, sustituya el MTB que contienen las gasolinas y que son fuente de contaminación primaria, esquilma a los productores mexicanos los recursos que la propia Cámara de Diputados autorizó hace apenas 3 años para que empiecen a trabajar en las nuevas energías.

En 2007, la Cámara de Diputados aprobó la Ley de Promoción y Desarrollo de los Bioenergéticos. Sus objetivos fueron tres: crear energías no contaminantes; dar un nuevo impulso al campo mexicano, otorgándole apoyos para diversificar los cultivos que serían, a la postre, la materia prima para crear el etanol; y comprar, a través de Petróleos Mexicanos, los nuevos insumos a industriales mexicanos, quienes se asociarían con el campesinado mexicano para vender el etanol.

La Ley entró en vigor hasta el 2008, por lo que el primer presupuesto, escasos 300 millones de pesos, se autorizaron para el gasto de 2009 (nada que ver con los 20 mil millones de dólares que en 1975 invirtió Brasil en su campo). Se suponía que con ese dinero La Secretaría de Energía y la de Agricultura apoyarían a los productores mexicanos para que sembraran nuevos tipos de caña de azúcar y sorgo dulce; se asociaran luego con industriales alcoholeros del país y, luego, juntos, producir etanol, previamente contratado con Pemex."

¡Es un Honor Estar con Obrador!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

#Dontriananews gracias por escribirnos