"La designación y confirmación del nuevo procurador general de la República es una muestra de ello. Pese a que sus antecedentes en el ámbito de la procuración de justicia han sido puestos en franca duda por diferentes actores sociales y políticos, los priistas dieron su aval bajo la premisa de que “es el menos malo”. La ratificación del nuevo abogado de la nación por el Senado de la República es prueba de que la componenda política se ha impuesto a los criterios de eficiencia e independencia profesionales. No pasará mucho tiempo para que el PRI pase la factura correspondiente del milagro concebido: las designaciones en la CNDH, en el IFAI y los nombramientos en la Suprema Corte de Justicia, entre otros, serán cobradas con creces por los priistas.
La crispación, empero, está a flor de piel. La zacapela entre el PRI y el PAN en relación con el grave problema del narcotráfico no fue un pleito callejero sino que más bien una prueba de que en las últimas dos décadas poco se ha hecho para combatir esa lacra. Es poco probable que el PRI pase por alto la acusación hecha a uno de sus miembros distinguidos como lo es Carlos Salinas: para los panistas fue un Presidente coludido con la mafia y eso, en la coyuntura actual, es una afrenta grave que pone en riesgo la “ensalada fiscal” que propone el gobierno federal."
28 de septiembre de 2009
José Luis Reyna: Ambiente crispado
Ambiente crispado | Ediciones Impresas Milenio:
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