ÍNDICE POLÍTICO
FRANCISCO RODRÍGUEZ
PREMIOS POR PARTIDO
VAMOS DE MAL en peor. El sistema democrático que nunca alcanzamos a construir, ha degenerado en partidocracia y con esta se desvanece el Estado de Derecho, del que tanto hablan y hablan los políticos "de kermés" que padecemos.
La partidocracia, lo sabe usted mejor que yo, es la preeminencia de los partidos en los sectores políticos, judiciales, económicos y sociales.
Peor aún, es la manifestación más clara de que los partidos están monopolizando nuestra vida política y tratando de usufructuar el Estado para su propio beneficio, poniendo en riesgo los principios de pluralidad política e independencia de las funciones públicas.
Los teóricos identifican cuatro rasgos distintivos de la perversión democrática llamada partidocracia:
1) Monopolio de nominaciones: Si los partidos tienen la exclusividad –de hecho o legalizada– de las nominaciones para cargos de elección popular.
2) Control sobre representantes electos: El nivel de disciplina partidaria al que son sometidos los representantes electos se convierte en otro indicador del nivel de partidocracia en un régimen político.
3) Patrimonialismo partidarista: Una de las características más salientes y criticadas de los partidos políticos son sus prácticas patrimonialistas, entendidas estas como los diversos mecanismos mediante los cuales los partidos políticos hacen uso de su posición institucional para apropiarse y/o repartirse recursos o partes del gobierno, y
4) Partidización de la sociedad civil: En la partidocracia el horizonte de la participación política está circunscrito a los partidos políticos; esto quiere decir que la relación entre partidos y organizaciones de la sociedad civil se desarrolla como una relación asimétrica en que el partido es el polo dominante y tiende a partidizar las organizaciones sociales, de tal manera que éstas o quedan "alineadas" a un partido político o son el campo de batalla en el que los partidos luchan por controlarlas, produciendo graves divisiones en su interior.
Es esta partidización de la sociedad lo que más me preocupa.
La muestra más visible de esta corrupción acaba de presentarse en el Senado de la República --campo de acción de los partidos más que de la sociedad o de los estados federados--, al discernirse que la más alta presea que este órgano legislativo otorga anualmente se entregue "este año al PRI y, el próximo, al PAN".
¿Cuál es el mérito, pues, que en adelante habrá de enarbolar un aspirante a la presea "Belisario Domínguez"? ¿Sus servicios al país? ¿Su bandería política?
Y no, no es que el doctor Jesús Kumate, a quien personalmente aprecio y reconozco, no merezca el galardón. Su vida y obra lo hacen merecedor de ese y otros laureles. Lo desluce, eso sí, que su entrega se inscriba en el pernicioso expediente de la partidocracia.
Este año, acordaron los partidos, para el PRI. El próximo para el PAN. Y ya hasta candidatos hay: Manuel Clouthier, Carlos Castillo, Salvador Nava.
La sociedad está secuestrada por los partidos.
www.indicepolitico.com / pacorodriguez@journalist.com
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