ESCRIBE EDNA LORENA FUERTE:LA CARRERA DEMOCRATICA

TRAIDO DE LA POLAKA.COM

LA CARRERA DEMOCRÁTICA

Edna Lorena Fuerte

04/10/2006



Haciendo un análisis histórico de la evolución del sistema político mexicano, desde
la década de los cincuenta del 1900, con los movimientos obreros, el sindicalismo y
el auge de la izquierda comunista que aun duraba en el panorama mundial desde las
grandes revoluciones proletarias, se puede empezar a hablar de una carrera por
avanzar en la vida democrática.

Esta carrera ha tenido ritmos diversos: de la celeridad con que se vivió 1968, con
su cruento 2 de octubre, que dio entrada a la ruptura marcada por los setenta, como
última etapa del llamado “milagro mexicano” y, luego, la aparente parsimonia de los
80 que, sin embargo, fue marcaron grandes inflexiones, sobre todo, en el sistema
político.

Prueba de lo anterior fue el primer triunfo opositor en 1983 en la Presidencia
Municipal de Ciudad Juárez, colocando como bastión del cambio a nuestro estado,
emblemático por su progresismo y lucha continua hacia la democracia. Luego, el
cisma electoral del 88, fue el inicio de la ruptura de un sistema presidencialista
basado en la permanencia de las instituciones que había dominado durante cerca de
siete décadas.

Aquí, la carrera democrática se acelera, la entrada del sistema neoliberal y el auge
de la llamada “tecnocracia” lleva discursivamente al país a los umbrales del primer
mundo, a la vez que somete al olvido estructural a más de la mitad de los mexicanos:
indígenas, campesinos, mujeres trabajadoras, niños en la miseria de las calles; no
entran en el flamante sistema de las cifras precisas de nuestra macroeconomía.

Pero el sistema no puede desaparecer a estos miles de mexicanos que, poco a poco,
van alzando la voz desde distintas trincheras y, en julio del 2000, se vuelcan a las
urnas, junto con una clase media disminuida y un empresariado nacional afectado por
las medidas del libre mercado, y se inicia la transición a la democracia con el
cambio de partido en el Ejecutivo Federal.

En este cambio, el norte del país fue fundamental, el triunfo opositor en Ciudad
Juárez, le dio la oportunidad a una opción distinta y abrió, con ello, la
posibilidad de pensar en el cambio como algo tangible para los mexicanos. El
espíritu del cambio nació en los votantes de nuestra ciudad.

En estos momentos de complejidad política, debemos comprender que la carrera
democrática no concluye con las batallas electorales, es una continua modificación
de las formas de gobierno, un avance sostenido que tiene que librar obstáculos
cotidianos. Avance que requiere, cada día más, del carácter progresista de los
chihuahuenses, para formar, como históricamente ha sido, el bastión del cambio
democrático en el norte de esta Nación.

Soy Edna Lorena Fuerte y mi correo es edna_fuerte@yahoo.com para dudas y
comentarios. Gracias..