NOTA ORIGINAL MILENIO DIARIO
El presidente electo Felipe Calderón dijo a empresarios chilenos que su programa económico se centrará en la competitividad y en la modernización del sector energético e invitó a los hombres de negocios a invertir en México en todos los sectores, incluido el de energía.
En un desayuno privado, Calderón dijo que busca hacer más competitivas las refinerías en México con inversión privada, para que el país no tenga que importar gasolina.
Afirmó que la energía es un desafío para la región y para México. “El petróleo en el mediano y largo plazos se va terminar y en consecuencia hay que hacer al sector más eficiente y con alternativas”, aseveró.
El futuro mandatario esbozó la experiencia que tuvo con proyectos de energía financiados por el sector privado y puso como ejemplo la hidroeléctrica El Cajón.
Calderón dejó buena impresión entre los 25 hombres más ricos de Chile quienes lo escucharon con atención.
La oferta: mayor apertura, competitividad y estudiar la homologación de condiciones tributarias para promover inversiones conjuntas, incluido el sector energético.
Puntual, llegó a la cita donde ya lo esperaban una veintena de empresarios entre ellos Ricardo Claro—el Carlos Slim de Chile— y Sebastián Piñera, dueño de LAN y ex candidato a la presidencia de Chile.
En un desayuno a puertas cerradas, Calderón agradeció la hospitalidad del pueblo chileno y de los ahí presentes, inmediatamente después sin discurso ni presentación remarcó que para su gobierno será primordial la relación con América Latina y en especial con Chile.
“Hay similitudes entre las dos economías y cosas que retomar y aprender del modelo económico chileno”. Sostuvo que México en su gobierno entrará a una etapa de modernidad. “Con una economía más competitiva y abierta basada en mayores y mejores niveles de educación”.
Presentó las líneas generales que marcarán el rumbo económico de México y dijo que espera la aprobación en la Cámara Baja de Chile del Acuerdo de Alianza Estratégica entre ambos países.
La presentación de Felipe Calderón se fue transformando en un diálogo. La pregunta no podía faltar: qué pasa con la situación política de México y la percepción de que México está dividido en norte y sur.
Ahí Calderón fue tajante y defendió que el voto que obtuvo fue cruzado —tuvo votos en el Norte y en el Sur— y además manifestó su intención de que tendrá un gobierno incluyente en el que sin duda incorporará demandas de la oposición.
Y tras eso presentó al grupo de legisladores de todos los partidos que lo acompañaron en su viaje— menos, del PRD— y a los que pedirá su apoyo para impulsar sus proyectos de reformas estructurales.
El tema energético entró al escenario. Calderón subrayó el interés de hacer mucho más competitivo al sector con inversión financiada.
Hubo quien le preguntó qué pensaba sobre la energía nuclear y el presidente electo manifestó que sobre el tema tiene sus dudas y sugirió que antes hay que explorar otras alternativas como la energía eólica.
Expresó su interés sobre el tema tributario y tomó nota de la necesidad que tienen los empresarios para homologar las tarifas tributarias como la del Impuesto Sobre la Renta, al fin de que puedan competir en igualdad de condiciones.
Calderón comentó que a las empresas chilenas se les cobra una tasa de Impuesto Sobre la Renta de 17 por ciento, mientras a las empresas mexicanas la tasa es cercana a 30 por ciento más otros impuestos y eso genera, precisamente, condiciones que dificultan la competitividad de nuestras empresas en un mundo global.
También destacó la lucha del combate a la pobreza con el programa Oportunidades, el cual llamó la atención de los empresarios.
Más tarde con la presidenta Michel Bachelet abundó: “yo, en lo personal, considero que es la hora de iniciar una nueva era de una cooperación aún más estrecha, fundada en el respeto mutuo entre todas las naciones hermanas”.
Entre ellos se encuentra, dijo, el apoyo para quienes contratan a los jóvenes, algo que nosotros llamamos el programa de primer empleo; el generar condiciones que permitan la más fácil incorporación de mujeres y de jóvenes al trabajo; el apoyo al establecimiento de salas cuna o guarderías, como nosotros las conocemos, para las madres trabajadoras; la lucha contra la violencia intrafamiliar; el apoyo a las pequeñas y medianas empresas mediante la simplificación tributaria, y mejores sistemas de representación política.
“Seguro estoy de que el comercio entre Chile y México aumentará considerablemente .... Y seremos más hermanos que nunca”, afirmó más tarde en conferencia de prensa con medios nacionales y extranjeros.
De acuerdo con Bachelet, ahora el flujo comercial ya rebasa los 2 mil 300 millones de dólares.
Agenda apretada
Felipe Calderón arribó alrededor de las 4.30 de la madrugada a Santiago y a las 8:00 estaba listo para su primer encuentro: un desayuno con los 25 hombres más ricos de Chile.
Ahí se encontraban Ricardo Claro, quien fue socio de Televisa y dueño de la principal naviera chilena, la Compañía Sudamericana de Vapores; Sebastián Piñera, ex contendiente a la presidencia de la República por la derecha y empresario dueño de canales de televisión y de la aerolínea LAN, y Eliodoro Matte, el mayor empresario forestal de Chile.
Salió después rumbo al palacio de La Moneda para encontrarse con la presidenta Michel Bachelet. Más tarde se reunió con el partido hermano del PAN, el Demócrata Cristiano, cuyo recibimiento fue prácticamente con manteles largos ante su plana mayor, incluido el ex presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle. Calderón fue interceptado por los representantes de la comunidad mexicana en Chile y estuvo de muy buen humor, pues nadie le sacó pancartas.
Santiago de Chile/Mónica Pérez
COMENTARIO: Hay que recordar que en el partido Demócrata Cristiano de Chile se encuentran los principales defensores de Pinochet, para ver la verdadera calaña de esos que no son ni demócratas ni cristianos. En cuanto al tema energético, evidentemente Calderón no aprovechó los 8 meses que estuvo en la Secretaría de Energía, que si no sabría que las funciones en un Sistema eléctrico nacional de una central nuclear y de centrales eoloelétricas son muy distintas. La respuesta de un ignorante a un público igualmente ignorante. Pero esos sí, ya está repartiendo el negocio de la energía ante propios y extraños aún antes de llegar al poder.
- Busca modernizar las refinerías con recursos privados
- Delinea su programa económico ante los 25 hombres más ricos de Chile. Dice que modernizará a la economía y la hará más competitiva
El presidente electo Felipe Calderón dijo a empresarios chilenos que su programa económico se centrará en la competitividad y en la modernización del sector energético e invitó a los hombres de negocios a invertir en México en todos los sectores, incluido el de energía.
En un desayuno privado, Calderón dijo que busca hacer más competitivas las refinerías en México con inversión privada, para que el país no tenga que importar gasolina.
Afirmó que la energía es un desafío para la región y para México. “El petróleo en el mediano y largo plazos se va terminar y en consecuencia hay que hacer al sector más eficiente y con alternativas”, aseveró.
El futuro mandatario esbozó la experiencia que tuvo con proyectos de energía financiados por el sector privado y puso como ejemplo la hidroeléctrica El Cajón.
Calderón dejó buena impresión entre los 25 hombres más ricos de Chile quienes lo escucharon con atención.
La oferta: mayor apertura, competitividad y estudiar la homologación de condiciones tributarias para promover inversiones conjuntas, incluido el sector energético.
Puntual, llegó a la cita donde ya lo esperaban una veintena de empresarios entre ellos Ricardo Claro—el Carlos Slim de Chile— y Sebastián Piñera, dueño de LAN y ex candidato a la presidencia de Chile.
En un desayuno a puertas cerradas, Calderón agradeció la hospitalidad del pueblo chileno y de los ahí presentes, inmediatamente después sin discurso ni presentación remarcó que para su gobierno será primordial la relación con América Latina y en especial con Chile.
“Hay similitudes entre las dos economías y cosas que retomar y aprender del modelo económico chileno”. Sostuvo que México en su gobierno entrará a una etapa de modernidad. “Con una economía más competitiva y abierta basada en mayores y mejores niveles de educación”.
Presentó las líneas generales que marcarán el rumbo económico de México y dijo que espera la aprobación en la Cámara Baja de Chile del Acuerdo de Alianza Estratégica entre ambos países.
La presentación de Felipe Calderón se fue transformando en un diálogo. La pregunta no podía faltar: qué pasa con la situación política de México y la percepción de que México está dividido en norte y sur.
Ahí Calderón fue tajante y defendió que el voto que obtuvo fue cruzado —tuvo votos en el Norte y en el Sur— y además manifestó su intención de que tendrá un gobierno incluyente en el que sin duda incorporará demandas de la oposición.
Y tras eso presentó al grupo de legisladores de todos los partidos que lo acompañaron en su viaje— menos, del PRD— y a los que pedirá su apoyo para impulsar sus proyectos de reformas estructurales.
El tema energético entró al escenario. Calderón subrayó el interés de hacer mucho más competitivo al sector con inversión financiada.
Hubo quien le preguntó qué pensaba sobre la energía nuclear y el presidente electo manifestó que sobre el tema tiene sus dudas y sugirió que antes hay que explorar otras alternativas como la energía eólica.
Expresó su interés sobre el tema tributario y tomó nota de la necesidad que tienen los empresarios para homologar las tarifas tributarias como la del Impuesto Sobre la Renta, al fin de que puedan competir en igualdad de condiciones.
Calderón comentó que a las empresas chilenas se les cobra una tasa de Impuesto Sobre la Renta de 17 por ciento, mientras a las empresas mexicanas la tasa es cercana a 30 por ciento más otros impuestos y eso genera, precisamente, condiciones que dificultan la competitividad de nuestras empresas en un mundo global.
También destacó la lucha del combate a la pobreza con el programa Oportunidades, el cual llamó la atención de los empresarios.
Más tarde con la presidenta Michel Bachelet abundó: “yo, en lo personal, considero que es la hora de iniciar una nueva era de una cooperación aún más estrecha, fundada en el respeto mutuo entre todas las naciones hermanas”.
Entre ellos se encuentra, dijo, el apoyo para quienes contratan a los jóvenes, algo que nosotros llamamos el programa de primer empleo; el generar condiciones que permitan la más fácil incorporación de mujeres y de jóvenes al trabajo; el apoyo al establecimiento de salas cuna o guarderías, como nosotros las conocemos, para las madres trabajadoras; la lucha contra la violencia intrafamiliar; el apoyo a las pequeñas y medianas empresas mediante la simplificación tributaria, y mejores sistemas de representación política.
“Seguro estoy de que el comercio entre Chile y México aumentará considerablemente .... Y seremos más hermanos que nunca”, afirmó más tarde en conferencia de prensa con medios nacionales y extranjeros.
De acuerdo con Bachelet, ahora el flujo comercial ya rebasa los 2 mil 300 millones de dólares.
Agenda apretada
Felipe Calderón arribó alrededor de las 4.30 de la madrugada a Santiago y a las 8:00 estaba listo para su primer encuentro: un desayuno con los 25 hombres más ricos de Chile.
Ahí se encontraban Ricardo Claro, quien fue socio de Televisa y dueño de la principal naviera chilena, la Compañía Sudamericana de Vapores; Sebastián Piñera, ex contendiente a la presidencia de la República por la derecha y empresario dueño de canales de televisión y de la aerolínea LAN, y Eliodoro Matte, el mayor empresario forestal de Chile.
Salió después rumbo al palacio de La Moneda para encontrarse con la presidenta Michel Bachelet. Más tarde se reunió con el partido hermano del PAN, el Demócrata Cristiano, cuyo recibimiento fue prácticamente con manteles largos ante su plana mayor, incluido el ex presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle. Calderón fue interceptado por los representantes de la comunidad mexicana en Chile y estuvo de muy buen humor, pues nadie le sacó pancartas.
Santiago de Chile/Mónica Pérez
COMENTARIO: Hay que recordar que en el partido Demócrata Cristiano de Chile se encuentran los principales defensores de Pinochet, para ver la verdadera calaña de esos que no son ni demócratas ni cristianos. En cuanto al tema energético, evidentemente Calderón no aprovechó los 8 meses que estuvo en la Secretaría de Energía, que si no sabría que las funciones en un Sistema eléctrico nacional de una central nuclear y de centrales eoloelétricas son muy distintas. La respuesta de un ignorante a un público igualmente ignorante. Pero esos sí, ya está repartiendo el negocio de la energía ante propios y extraños aún antes de llegar al poder.
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