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CORDERA Y LA INGENUIDAD

Por no medir sus palabras, intelectuales de izquierda atizan la hoguera de la hipocresía fascista

Dicen que el pez por la boca, muere... y lós políticos también.

Aunque no político profesional, el campo de Rolando Cordera ha sido el análisis político en México; y en una entrevista para Juan Pablo Becerra Acosta que publica Milenio Diario hoy sábado, quizás inadvertidamente Cordera aporta, ingenuamente, más leña para quemar en la hoguera de la hipocresía fascista, al dirigente probablemente más genuino que nuestro país ha conocido en décadas.

Equiparando a López Obrador con Cárdenas, en una desafortunada expresión, mete en el mismo saco al ofensor y al ofendido. La cita lee: "Lo que están escenificando el ingeniero Cárdenas y quienes lo siguen, pero también Andrés Manuel y la dirección actual del PRD, es la increíble inmadurez del partido." Ese 'pero también', suma a López Obrador a la caterva de inmaduros izquierdosos que, efectivamente, no tienen el menor empacho en exhibir sus públicamente defectos creyendo que esto es en sí una vritud; y podemos decir que en la izquierda habrá pendejos pero no hipócritas, mientras en la derecha, donde son quizás sean más numerosos y más acendrados los pendejos, saben éstos esconderlo con caretas de pretendida madurez y mesura; el hombrecito Creel para citar un ejemplo verdaderamente notable, es la tontería envuelta en telas de Armani y con barbita a la George Michael.

Cordera cae así, en un exceso verbal que aparte de tonto, resulta injusto; si alguien ha mostrado mesura y madurez en estos últimos tiempos políticos, ha sido justamente López Obrador; para ello basta con ver cómo controló a las huestes normalmente desbocadas, de las tribus perredistas, durante las semanas que durara el plantón sin un solo vidrio roto, sin ninguna pinta y ni siquiera sin una gresca intraperredé. Si eso no es madurez y mesura, entonces ¡qué carajos lo es!

Y claro, los gatillos alquilados del Milenio marinesco, ni tardos ni perezosos, se abocaron, ahora sí, a darle relevancia las desafortunadas palabras del pobrecito de Cordera, usualmente ignorado, sacándolas de proporción y dando la idea de que en la izquierda mexicana, militan puros inmaduros a los que solo les interesan los sainetes y los despapayes.

Pero así como hay aves que cruzan el pantano sin enlodarse, hay izquierditas que se enlodan sin siquiera haberse acercado al pantano.