18 de septiembre de 2006

UN ARDIDO DEL IFAI RELATA LAS TRIQUIÑUELAS DE LA IMPOSICION DE LUJAMBIO,AMIGUITO DE FECAL I

NOTA DE PROCESO:

Retroceso en el IFAI
Álvaro Delgado

Al no ser ratificado en su cargo de comisionado del IFAI, Horacio Aguilar recurrió al amparo y obtuvo una suspensión provisional. Cuenta ahora a Proceso cómo el presidente Fox y Felipe Calderón influyeron para imponer como presidente del organismo a un exconsejero del IFE, Alonso Lujambio -exasesor y amigo del ahora presidente electo-, pese a que algunos ordenamientos legales se lo prohíben.

El Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (IFAI), órgano garante del derecho de los mexicanos a saber cómo y en qué se gastan sus impuestos, padece un retroceso a partir de que Vicente Fox y Felipe Calderón influyeron para imponer a Alonso Lujambio como presidente, designación que, por cierto, también está jurídicamente en entredicho.

"El sistema del dinosaurio priista se encuentra todavía instalado en el gobierno, en distintas instancias, y está dando sus coletazos. Este fue un coletazo", explica Horacio Aguilar Álvarez de Alba, comisionado del IFAI, cuya creación, en junio de 2002, fue elogiada por una autonomía que hoy se encuentra en duda justamente por el nombramiento de Lujambio, amigo de Felipe Calderón, como titular del organismo.

En entrevista con el reportero, Horacio Aguilar narra cómo Fox "indujo" la elección de Lujambio en julio pasado, y cómo intervino igualmente Calderón cuando aún era candidato presidencial.

Después de las elecciones del 2 de julio, cuando quedó en litigio el triunfo de Calderón, Horacio Aguilar se disciplinó como "soldado" del Partido Acción Nacional (PAN) para emitir su voto por Lujambio y no por el consejero Juan Pablo Guerrero, a quien se lo había ofrecido.

Lo que pasó, refiere, es que "la administración del presidente Fox me dice: 'El presidente Fox, por el cartel de Lujambio; prefiere que él sea el presidente'. Y (luego se produce) la inducción de un cercano colaborador de Felipe Calderón en los mismos términos. Me discipliné a los dos".

Pese a todo, al concluir el 11 de septiembre su período como comisionado, Horacio Aguilar ya no fue ratificado por Fox para otro período, lo que sí ocurrió con María Marván, la primera presidenta del IFAI, aunque, según el comisionado, tampoco podía ser ya ratificada y, en consecuencia, "tendría que haber una nueva designación".

De modo que, en virtud de que no hubo una explicación de por qué Marván sí fue ratificada y él no, Aguilar Álvarez de Alba tomó una decisión insólita: presentó ante un juez, el 6 de septiembre, una demanda de amparo contra el presidente Fox -su compañero de partido- y obtuvo la suspensión provisional, lo que ha causado estupor en el gobierno foxista y en el propio IFAI.

"Ese es mi argumento en el amparo: Si no piensan ratificarme, díganme la evaluación que hicieron. Esta es una oportunidad magnífica que se le abre al gobierno para la transparencia en los hechos", reta el comisionado, quien se siente afectado personal y profesionalmente: "Yo no me voy a ir por la puerta de la cocina y con una patada en el trasero", advierte.

Militante del PAN desde hace 35 años, notario público con licencia, diácono de la Iglesia católica -pero no ministro de culto, aclara-, Horacio Aguilar Álvarez de Alba supo desde el 31 de agosto que Fox sólo ratificaría a Marván. "En mi lugar llegaría la señora -no sé si sea doctora- Jacqueline Peschard. Esperé alguna fórmula de solución, de cortesía protocolaria y diplomática de la actual administración para irme. Pero no se produjo".

Y, a su juicio, esa es una injusticia: "Si Marván es objeto de ratificación y Horacio no, esto se puede leer como que Marván hizo la tarea y Horacio no. Yo no estoy dispuesto a quedar como reprobado. Cumplo en enero 30 años de servicio profesional como abogado. Bien, mal o regular, creo que tengo un prestigio y éste no se va a acabar por una interpretación de esta naturaleza".

Decidió ampararse contra Fox porque, de otro modo, "estaba yo condenado a irme por la puerta de la cocina y con una patada en el trasero. Tengo seis hijos. Lo único que les voy a dejar no es dinero, es prestigio".

Por eso aceptó el cargo: "Las propuestas que yo he hecho son con una tendencia a la apertura de información en grado máximo dentro del marco de la ley".

-¿No fue eso lo que incomodó a la Presidencia?

-Que lo digan. Esa es mi petición.

-¿Hay una negación de transparencia de la Presidencia de la República?

-Mire: A mí me han llegado múltiples amenazas y consignas. Si esto es lo último que haga yo en mi vida, por lo menos en política, ni modo. Asumo las consecuencias. Violenté las reglas políticas, sí, pero me adherí a las reglas jurídicas.

La situación de Marván y la suya son idénticas: "Los dos duramos el mismo tiempo, hicimos las mismas resoluciones, trabajamos en el mismo tema".

-Pero ella fue presidenta.

-La presidencia tiene más cargas que cargos, pero finalmente este país sigue en una presidencialitis monstruosa, faraónica, y eso, penosamente, el gobierno del cambio del presidente Fox -que sí tuvo avances muy importantes- no logró acabar con ese régimen de la presidencialitis. Pero del lado de la Presidencia, yo apunto, no lo afirmo: ¿Horacio le resultó incómodo a alguien?

-¿Y usted qué responde?

-Yo traté de hacer mi trabajo con lealtad y patriotismo, y con estricto apego a la ley. De eso no me cabe la menor duda. Si eso a alguien le incomoda, es por desconocimiento o desprecio de la tarea jurídica.

-¿Esperaban mayor docilidad suya en tanto militante del PAN?

-Eso me parece que lo he dejado claramente establecido: soy un hombre que ha ejercido la ley, más allá de vinculaciones partidistas.

Consciente de que su desempeño por la máxima apertura informativa pudo haber incomodado a las altas esferas del poder, lamenta que esté siendo despedido de manera humillante: "Así me siento y así se siente mi familia. Tanto hablar en el PAN de la dignidad de la persona -y bla bla bla- para que quedemos en pura teoría."

-¿En esto intervino Lujambio?

-Es una posibilidad. Yo no la tengo comprobada, pero la puedo dejar apuntada.

La imposición de Lujambio

Una vez que la Cámara de Diputados aprobó la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, en junio de 2001, fue creado el IFAI.

Aunque de acuerdo con la legislación el IFAI forma parte de la administración pública federal, se le dio una relativa autonomía mediante la ratificación de los comisionados por parte del Senado, a propuesta del Ejecutivo. Desde los primeros nombramientos propuestos, sin embargo, hubo la tentación de dar al instituto un perfil político, justamente con la designación de Aguilar Álvarez de Alba y de Guillermo Velasco Arzac.

Luego de que en la Secretaría de Go-bernación se confeccionó la lista de propuestas, el principal consejero de Fox, Ramón Muñoz Gutiérrez -actualmente senador- se hizo cargo del proceso y propuso a ambos, pero Velasco Arzac, militante de la Organización Nacional de El Yunque y activista filopanista, fue rechazado por los senadores. Entonces su lugar fue ocupado por Marván.

Horacio Aguilar cuenta ahora que Ra-món Muñoz le llamó a la notaría el 10 de septiembre de 2002 -ambos se hallan vinculados a Alberto Ortega Venzor, responsable de las relaciones con la Iglesia católica en la campaña de Fox y sucesor de Eduardo Sojo en Políticas Públicas de la Presidencia de la República.

"Te hablo para una cosa muy urgente. Tenemos que proceder a hacer las designaciones. El plazo está por vencerse el 12 de septiembre y quiero saber si aceptas", le propuso Muñoz, quien solicitó una respuesta inmediata.

-¿En tu opinión yo reúno el perfil? -preguntó el notario.

-Por supuesto que das el perfil -respondió Muñoz-; si no, no te estaría hablando.

Aguilar Álvarez de Alba dice no saber si la invitación fue por su militancia panista: "Esos son los hechos. ¿Qué conclusiones sacamos de esos hechos? Ramón fue el último eslabón de la cadena. No sé qué hubo antes".

El trabajo en el IFAI fluía con el reco-nocimiento público hasta que renunció Octavio López Presa, en marzo de 2005, y entró en su lugar Lujambio, quien fue consejero del Instituto Federal Electoral (IFE) y evitó profundizar en las investigaciones del escándalo de los "Amigos de Fox".

Hijo de un prominente panista, él mismo apasionado del PAN, Lujambio fue elegido presidente del IFAI gracias al cabildeo de Fox y Calderón, de quien es amigo y fue asesor.

Horacio Aguilar confirma que, cuando Lujambio se perfilaba como presidente del IFAI, un miembro del equipo de Calderón le pidió votar por él, pese a que ya había prometido apoyar a Guerrero, el otro aspirante al cargo, y previamente un funcionario del gobierno de Fox le había dado la misma instrucción.

"En una conversación con un funcionario del gobierno federal se planteó que el gobierno vería bien que Lujambio fuera presidente del instituto, contrariamente a lo que había ocurrido antes: el gobierno nunca se había metido.

"En igualdad de condiciones, otro cercano colaborador del hoy presidente electo me hizo una referencia en los mismos términos. Yo esto lo hablé clara, directa y abiertamente con Juan Pablo Guerrero. Le dije: 'Compadre, estamos en esta situación'. Me dijo: 'Despreocúpate, Horacio, yo no registro mi candidatura, pero tampoco le voy a dar mi voto a Alonso'."

La elección de Lujambio se celebró el 10 de julio, una semana después de las elecciones presidenciales: "Ya se conocían los resultados, había un camino largo para confirmarlo, pero más o menos ya estaba claro cómo iba a quedar. Con mi voto o sin mi voto, Lujambio hubiera sido presidente. ¿De qué me sirvió votar por él? Todavía no veo la rentabilidad política de eso".

Jurídicamente, dice, el IFAI forma parte de la administración pública federal, cuyo jefe es Fox y lo será también Calderón. "Yo quise respetar la decisión del presidente, y la presidencia de Lujambio -al menos esa fue mi visión en ese momento- no le va a hacer daño al instituto".

-¿Aunque sea amigo del próximo jefe del Ejecutivo?

-Mi compromiso está en la ley, no con mis amigos. El amigo de Platón le respondió a Platón: "soy amigo de Platón, pero más amigo de la verdad". Mis amistades no me esclavizan. Yo creo que en esta hipótesis está Lujambio.

-Pero no puede negar que Lujambio, por ser amigo de Calderón, actuará con menor libertad que Guerrero, que no es amigo de Calderón.

-Pero Guerrero también es amigo de la verdad. Yo no sé si se vio con temor la potencial candidatura de Guerrero, pero en el mejor de los eventos hubiera tenidos dos votos. O sea, el tema estaba resuelto. Para qué nos ponemos a dar de patadas si yo lo podía platicar abierta y maduramente con mi amigo Juan Pablo Guerrero.

-¿Quién le habló del gobierno y de parte de Calderón?

-Permítame que me reserve los nombres. Me parecería un agravio decirlo.

Legalidad en duda

Ante el amparo promovido por Aguilar Álvarez de Alba, quedó pendiente el nombramiento de la exconsejera del IFE Jacqueline Peschard, pero también la ratificación de Marván.

El caso de Peschard quedó en suspenso hasta que el juez resuelva y, según el comisionado, Marván ya no podrá ser ratificada: "Si quieren impulsarla para que se reincorpore al IFAI, tendrían que hacer una nueva designación. ¿Cuánto tiempo van a suspender esta designación? La mía, por los efectos de la suspensión provisional, depende del juez. La de María podrían liberarla".

Esta tardanza, dice, "se traduce en una potencial afectación al servicio que presta el IFAI, que está trabajando al 80% y, de no ser por la suspensión, estaría haciéndolo al 60%.

Agrega que, de acuerdo con su información, no se ha hecho el nombramiento de Peschard por una interpretación del artículo 9 de Ley de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos, el cual establece que los funcionarios de dirección y consejeros del IFE, así como los magistrados del Tribunal Electoral, se abstendrán de participar -por un lapso de un año- en cualquier encargo público de la administración encabezada por quien haya ganado la elección que ellos organizaron o calificaron.

"Lo institucional es que las prohibiciones son de interpretación estricta. Por lo tanto, esa inhabilitación e impedimento, con ese criterio -pueden existir otros-, es por un año después de que cesaron sus actividades o de que inició el gobierno", explica.

-Pero Lujambio, por ejemplo, organizó la elección del actual gobierno, y ejercería un cargo espurio.

-Esa es otra interpretación, pero yo la encuentro excesiva y desorbitada, y parece que esa fue la idea de alguien para el caso de la señora Peschard. Pero ella, con la interpretación para el caso del comisionado Lujambio, no estaría en la hipótesis del impedimento.

Después de que Horacio Aguilar obtuvo la suspensión provisional, el portavoz presidencial Rubén Aguilar -también allegado a la Iglesia católica- le solicitó reconsiderar, pero el consejero respondió: "En la institución en la que yo nací y a la que pertenezco, se dice que una obra de misericordia espiritual es corregir al que yerra. Si quieren que yo rectifique, díganme por favor en qué me he equivocado. Mientras tanto, no hay motivaciones".

Mencionado como un eventual subsecretario de Población, Migración y Asuntos Religiosos, Horacio Aguilar se descarta -"no me interesa, es una agencia del infierno esa mezcla"-, y afirma, seguro de su militancia en el PAN: "Si el precio de esto es que yo no haga nada en política, lo pago. Si el precio es que el licenciado Calderón, hoy presidente electo, decide que soy indisciplinado, sería una decisión unilateral".

-¿Seguirá siendo soldado del PAN?

-Absolutamente.

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