26 de septiembre de 2006

NOS RRENVIAN EL ARTICULO DE RAMONET QUE CONSERVA MAXIMA ACTUALIDAD

NOS ESCRIBE TANIA:

Hola,

Encontré este artículo de Ingacio Ramonet en el Clarín y quise compartirlo...
no recuerdo haberlo leído en los blogs y por eso se los mando.

escrito por Ignacio Ramonet
sábado, 16 de septiembre de 2006

Un fraude masivo. E indiscutible. Lo admitió José Manuel Barroso, presidente
de la Comisión europea. Los veinticinco ministros de relaciones exteriores
de la Unión Europea, manifestaron su ''grave preocupación''. ''Es importante
que transmitamos del modo más claro posible la inquietud de la Unión Europea
y de todos los Estados miembros sobre el resultado de la elección presidencial'',
declaró el ministro holandés de asuntos exteriores.


Reporteros sin fronteras recuerda que ''esta elección se produce cuatro
años después de una degradación constante y sin precedentes de la prensa
en el país''.

En Washington personalidades como Colin Powell, Henry Kissinger y Zbigniew
Brzezinski afirmaron que Estados Unidos no podía no reconocer los resultados
oficiales. El National Democratic Institute (NDI) presidido por Madeleine
Albright, ex secretaria de Estado; la Freedom House, dirigida por James
Woolsey, ex director de la CIA; el American Entreprise Institute impulsado
por el ex presidente Gerald Ford; incluso el Open Society Institute, dirigido
por George Soros, denunciaron ''manipulaciones masivas'' y exigen ''sanciones
económicas''. El senador Richard Lugar, presidente de la comisión de asuntos
exteriores del senado y enviado del presidente George W. Bush, no vaciló
en hablar abiertamente de ''fraudes'': ''Es evidente que hubo un programa
amplio y concertado de fraudes el día de las elecciones, o bajo la dirección
de las autoridades o con su complicidad''.

¿Ustedes se frotan los ojos? ¿Se preguntan cómo se les pudieron escapar
esas declaraciones a propósito de las recientes elecciones presidenciales
en México? Tienen razón en quedar perplejos. Ninguna de las personalidades
ni instituciones arriba mencionadas denunciaron lo que acaba de pasar en
México. Todos los comentarios citados, auténticos, se refieren a las elecciones
presidenciales del 23 de noviembre de 2004... en Ucrania (1).

La ''comunidad internacional'' y las habituales ''organizaciones para la
defensa de las libertades'', que se mostraron tan activas en Serbia, Georgia,
Ucrania y recientemente en Bielorrusia, se quedaron mudas ante el ''golpe
de estado electoral'' que se perpetra ante nuestros ojos en México (2).
Imaginemos el clamor planetario que se hubiera levantado si en cambio esas
mismas elecciones se hubieran desarrollado en Venezuela, y si el vencedor,
aunque fuera por una diferencia de apenas el 0,56% de los votos, hubiera
sido... el presidente Hugo Chávez.

El escrutinio mexicano del 2 de julio oponía a dos candidatos favoritos:
Felipe Calderón, del Partido de Acción Nacional (PAN, de la derecha católica,
en el poder), declarado vencedor (provisional) del escrutinio por el Instituto
federal electoral (IFE), y Andrés Manuel López Obrador, del Partido de la
Revolución Democrática (PRD, izquierda moderada).

Mucho antes del comienzo de la campaña, era evidente para el presidente
Vicente Fox (PAN) y las autoridades en el poder que López Obrador con su
programa de lucha contra la pobreza era el candidato a destruir. Por todos
los medios. Desde 2004, una maniobra sobre la base de bandas de video clandestinas
complacientemente difundidas por las cadenas Televisa y TV Azteca, alineadas
con el poder, intentaba desacreditar a López Obrador. En vano.

Al año siguiente, bajo el peregrino pretexto de no haber respetado las normas
legales para la construcción de un camino de acceso a un hospital, fue condenado,
encarcelado, y despojado del derecho a presentarse a elecciones. Masivas
manifestaciones de apoyo terminaron obligando a las autoridades a devolverle
sus derechos.

Desde entonces, prosiguió la empresa de demolición. Y alcanzó un grado delirante
en el curso de la campaña electoral (3). Tanto más cuanto que un viento
de pánico sopla sobre las oligarquías latinoamericanas y sobre la administración
de Estados Unidos, desde que la izquierda se impone (casi) en todas partes:
Venezuela, Brasil, Uruguay, Argentina, Chile, Bolivia... Y las nuevas alianzas
ya no excluyen a Cuba (4).

En semejante contexto, el triunfo de López Obrador (el tribunal electoral
se expedirá el próximo 6 de septiembre) tendría consecuencias geopolíticas
demasiado importantes. Con las que no quieren saber nada ni las patronales
ni los grandes medios de comunicación mexicanos. Ni Washington. A ningún
costo. Aun cuando haga falta sacrificar a la democracia. Pero López Obrador
y el pueblo mexicano no dijeron todavía su última palabra.◊


1) La idea de comparar las reacciones ante las elecciones de Ucrania y de
México es de James K. Galbraith, en ''Doing Maths in Mexico'', The Guardian,
Londres, 17-7- 2006.

2) Sobre la realidad y dimensión de los fraudes, véase por ejemplo el informe
del 17-7-2006 del Centro de derechos humanos Fray Bartolomé de Las Casas
_ www.sipaz.org/documentos/obsddcp/el....

3) Sobre la violencia de los ataques, léase John Ross, ''All Against López
Obrador'', Counterpunch, 6-4-2006.

4) Léase Bernard Cassen, ''Una nueva América Latina se expresa en Viena'',
en Le Monde diplomatique edición chilena, junio de 2006.




Artículo publicado en Le Monde Diplomatique y Telesur

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