DE MILENIO:
De vacas, virus y vacunas locas
mgomez@milenio.com
• Los riesgos de los extraditables
• ¿Y Oaxaca?
Una lengua desenfrenada, mi estimado, es la peor de las enfermedades. Un curioso y extraño virus (o bacteria) internacional ha hecho de las suyas en los últimos días. Y no estamos hablando del célebre e.coli en la espinaca estadunidense que trae locas y preocupadas a las autoridades de salud en 22 estados por el delicado brote y su alarmante rapidez.
No, my friend, anote... Uno.- En estos pasados días el Santo Padre, Benedicto XVI, se aventó un clavado a la alberca bendita, sin agua, causando un ocurrente revuelo alrededor de sus declaraciones del Islam y la violencia. Las imágenes seguramente las ha visto hasta el cansancio y la singular manera de decir I´m sorry... también.
Dos.- Ayer el célebre diputado Emilio Gamboa ya intentó aplicar su simpática vacuna al afirmar que con la pena compadres, pero váyanse preparando para el show porque hay entre seis o siete (little more) conversaciones con su Kamelito del alma.
Lo inédito es que el ilustre priista además insulte desparpajadamente la inteligencia del respetable al decir que no sostiene ninguna relación con Nacif (jajajaja... más allá de la cercanía, obediencia y cariño mostrados en la mentada cinta) y que fue una llamada inoportuna (just like the rest?!) y... ya se arrepintió (¿de todos sus pecados?). Léase como tan tan... o ¿a otra cosa mariposa?
Porque de conflicto de interés ni hablamos y del asunto del travieso eslabón llamado Jean Succar Kuri y los nombres de los políticos mexicanos que lo protegían, la red de pornografía infantil y la pederastia... tampoco.
Gamboa no entiende, mi estimado, que camina sobre arenas movedizas... entre más se mueva, más se hunde.
Tres.- Otro caso digno de risa loca: el del embajador de los Estados Unidos en nuestro país, Tony Garza, quien un día lanzó un tubazo marca ACME borrando el discurso prozaico presidencial de que México va viento en popa (y en paz, of course) al señalar, palabras más o menos, que la brutal violencia está poniendo en riesgo la relación bilateral.
El real destinatario de la atractiva cartita fue Felipe Calderón para que le vaya midiendo el ánimo, perdón, el agua a los camotes de las barras y las estrellas.
Lo extraordinario fue que al día siguiente, al diplomático estadunidense ya se le soltaba la lengua alabando a la administración foxista por su convicción en la lucha contra el narcotráfico... por el simpático hecho de haberles entregado a uno de los Arellano Félix.
Cuatro.-Y ya entrando en atrayentes y deslenguadas tenebras no deja de ser, también para la casa de la risa histérica, el anuncio con bombo y platillo de la posible extradición de Osiel Cárdenas... enemigo del Chapo del sexenio... a escasos 70 días para que finalice la pesadilla del foxismo.
Un asunto que debe ser tratado con extraordinaria mesura, cautela e inmensa discreción por ser de seguridad nacional, lo gritan a los cuatro vientos... ¿será para que Osiel & associates se enteren y tomen, digamos, precauciones?
Porque las derivaciones de esta estupidez anunciada, my friend, no ayuda sino que pone en altísimo riesgo... a varios.
Sobre todo ahora que la época de peligrosos escándalos abrió temporada... y hay varios en espera.
Y cinco.- Siguiendo las huellas de locuaces declaraciones (atiborradas de vacunas personales) ayer Marco Antonio Peyrot, flamante secretario de Marina, se aventó al mar (sin salvavidas, por supuesto) y afirmó que el programa México (in)Seguro está rebasado (no shit) por lo que el intrépido respetable lo coloca en la cerradísima contienda por la nominación del mes junto al Cabeza de Vaca notarial quien el pasado lunes 11 anunció que “...el narco está organizado y nosotros, no”.
Justo cuando a Calderón lo está (des)informando el titular de SSP-F, Medina Mora (dicen que su corazón late vertiginosamente por la PGR), y el otro diablillo del Edén, Miguel Ángel Yunes, sobre el estado (de emergencia) que guarda la nación en materia de seguridad... y que tiene encendidos todos los focos rojos en peculiares tableros.
Felipe debe entender que el movimiento social de López Obrador es hoy el menor de sus problemas, y que sus baterías deberán estar enfiladas a no cometer equivocaciones en la conformación de su gabinete de seguridad, porque la presión en ponerlo para la foto, my friend, es por demás... peligrosa.
Por la Mirilla
¿¡Y Oaxaca?!
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