El día de hoy por la mañana se me encajo una astilla en el dedo que, aunque era muy pequeña, si me caló, me astillé leyendo un artículo en La Jornada, a día 8 de Julio se le ocurre a Julio escribir otra vez sobre Morena, toca temas muy sensibles y fue cuando sentí esta molestia en el dedo, cuando se me encajó esta astillita molesta.
Volví a recordar una etapa de mi vida en que no asistía a la clases en la preparatoria, para mi sorpresa un día llegué a mi casa y mi mamá lo sabía, ella estaba molesta y me cuestionaba, yo encontré que mi única salida era negarlo todo, pero fue inútil. Mi prima, mayor que yo, fue a buscarme al salón, no me encontró y le fue con el chisme a mi mamá, me moleste con ella por chismosa, pero fui yo la que falte a clases. Después me di cuenta de que si yo no hubiera faltado ella no hubiera tenido nada que contarle a mi mamá.
Entonces volvió el dolor punzante de la astillita y decidí que la culpa no era más de la astilla, sino del dedo por andar donde no debía. Tan acostumbrada está la izquierda a cuestionar a la derecha que no se cuestiona a sí misma, dejándole espacio a las astillitas encajosas.
Pero para sacarnos está astillita hay remedio, aunque será difícil lo advierto, más que dejar espacio a astillas debemos levantar un mástil justo al centro de Morena, un mástil que va a sostener todas y cada una de las quejas de inconformidad sobre las acciones de los comités, de cada miembro y cada militante del que ya es partido político. Para sanar la enfermedad se debe realizarse el diagnóstico.
Pero no desde la individualidad, organizados, en conjunto los militantes deberemos acostumbrarnos a ejercer las críticas y denuncias necesarias, no como una forma de dañar al movimiento, sino como el camino para conservar el espíritu democrático y libertario que se requiere en el partido que será, a base de trabajo, La Esperanza de México.
En Morena contamos con Comisiones de Honestidad y Justicia que resuelvan conflictos y reciban quejas o denuncias, también en Morena se establece en sus Estatutos, específicamente en el Art. 44 el proceso a llevar a cabo para la elección de precandidatos, ya sean ciudadanos o militantes, para lo cual la participación de aquellos que buscan la democracia será invaluable.
Actuar conforme a estatutos y perseverar en la construcción de la democracia en México es lo menos que se espera de un militante de Morena, defender la democracia desde abajo, desde los de a pie, desde los que se asolean, los amolados, los soñadores, para convencer y convencernos de que somos La Esperanza de México.
De lograrlo nada podrá lograr hacer una astillita contra un mástil.
Nos queda la difícil tarea de seguir informando a los ciudadanos libres de las acciones de Morena y en su momento, informar de las fechas y lugares para juntos celebrar las asambleas y festejar la fiesta de la construcción de la democracia verdadera.
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