Carlos Portillo / @portillo_carlos
(3 de enero, 2014).- El secretario de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray, ha recibido ya varios reconocimientos por su participación en la reforma hacendaria, al considerar su labor como parte importante para la situación financiera del país. No obstante, también sobran quienes cuestionen esto, con el argumento de que su “mérito”, será provechoso sólo para unos cuantos, y que consiste simplemente en el control absoluto y desequilibrado de los impuestos de la nación.
Videgaray, a quien también se le llamara “el cerebro del PRI”, por adjudicarle el encargarse de que Peña Nieto llegara a la presidencia, y por tanto, que el PRI recuperara el poder; fue designado como Secretario de Finanzas Global y Américas del año 2014, por la revista británica The Banker, siendo el primer mexicano en recibir tal mención.
Por el lado contrario, otros analistas consideran que la reforma hacendaria no fue la esperada, ya que sólo tuvo un fin recaudatorio a costa de los contribuyentes de siempre y que su contribución al crecimiento económico será modesta, mientras que aumentará el déficit público.
Al tiempo que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) festeja la distinción de Videgaray y la reforma hacendaria, la sociedad ya comienza a sufrir los incrementos que desde el día primero de enero se están aplicando en diversos productos y servicios, pues dicha reforma quedó recargada, principalmente, en los impuestos de consumo; en lugar de buscar regular los créditos y facilidades fiscales de las grandes corporaciones, que se encuentran desfasados en comparación con las pequeñas y medianas empresas del país.
Entre los cambios más notables de la miscelánea fiscal, se homologó a 16 por ciento la tasa del IVA en fronteras y se estableció mayor progresividad a cobro del ISR para personas físicas. También, ahora se gravará con 10 por ciento de ISR a las ganancias obtenidas en la bolsa, y con IVA de 16 por ciento a la comercialización de mascotas y sus alimentos, chicles, y transporte público foráneo de pasajeros.
Otra modificación importante es que las prestaciones de empleados serán deducibles hasta por un 53 por ciento, y que el monto total de las deducciones personales estará limitado a cuatro salarios mínimos anuales (94 mil 500 pesos) o a 10 por ciento de los ingresos, dependiendo cuál sea menor.
Algunos expertos afirman que no existían las condiciones adecuadas en México, para aplicar un IVA generalizado, debido a la notable desigualdad socio-económica que existe en el país. No obstante, la reforma hacendaria ya está llevándose a cabo, y Videgaray ya ha sido reconocido por su participación en esta transformación, que bien pudiera consistir en la mera búsqueda del control fiscal de manera arbitraria, y para conveniencia de los allegados a la oligarquía en el poder.
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