Utilizada desde los gobiernos federales del PRI, la figura del vocero presidencial busca recobrar impulso en el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto.
El 2 de abril del 2013, el gobierno publicó en el Diario Oficial de la Federación un nuevo Reglamento de la Oficina de la Presidencia de la República, en el cual estipuló cuántas unidades integrarían a ésta, en apoyo a las actividades del Ejecutivo federal.
Las unidades contempladas en primera instancia por Peña Nieto fueron la Jefatura de la Oficina de la Presidencia (a cargo de Aurelio Nuño), la Secretaría Particular (con Erwin Lino), la Coordinación de Asesores (al frente de Francisco Guzmán), la Coordinación de Comunicación Social (que encabeza David López) y una Secretaría Técnica del Consejo de Seguridad Nacional.
Ocho meses después, la Presidencia de la República publicó una adición al Reglamento con lo que creó de manera formal la figura del “vocero del gobierno de la República”.
La designación presidencial recayó en Eduardo Sánchez, cuyo cargo cuenta con toda una gama de facultades precisas y amplias, como coordinar a todas las áreas de Comunicación Social del gobierno federal.
Otros presidentes han utilizado dicha figura, como Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón. En algunos casos se ha dado para estrategias de tipo político, y en otros para temas específicos de seguridad, como en el sexenio pasado con Alejandro Poiré, designado vocero de seguridad nacional.
En el caso de Eduardo Sánchez, el nuevo Reglamento de la Oficina de la Presidencia lo faculta, por ejemplo, para intervenir en el diseño e implementación de las estrategias de información gubernamental.
También le otorga atribuciones como convocar a reuniones de trabajo a los titulares de las áreas de Comunicación Social federal, para diseñar y coordinar la estrategia de información gubernamental; así como supervisar las acciones para su ejecución.
Podrá ampliar y, en su caso, precisar la información relacionada con los posicionamientos del gobierno de la República; coadyuvar en el apoyo para la realización de programas, campañas o acciones específicas de información gubernamental; coadyuvar con la Coordinación de Comunicación Social en la formulación, regulación y conducción de la política de comunicación social del gobierno, en la orientación, supervisión y evaluación de los programas de comunicación de las dependencias.
Asimismo, el vocero del gobierno actual tendrá como función “las demás necesarias para el cumplimiento del presente decreto y que le asigne el Jefe de la Oficina de la Presidencia”. Esta modificación al reglamento fue publicada en el Diario Oficial de la Federación el 22 de noviembre del 2013.
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