14 de agosto de 2013

La columna vertebral del Pacto por México es la privatización de Pemex: Dolores Padierna

La columna vertebral del Pacto por México es la privatización de Pemex: Dolores PadiernaLa columna vertebral del Pacto por México es la privatización de Pemex: Dolores Padierna | Pulso Ciudadano Tres Punto Cero:
Consejeras, consejeros:

Ahora que Peña Nieto ha desatado una millonaria campaña para privatizar Pemex, que pretende regresar los rescates bancarios a las leyes financieras, de aumentar los impuestos a la población y provocar -como está provocando-, la sequía económica con sus efectos perversos en el desempleo y el empobrecimiento de la gente, el PRD necesita desarrollar una estrategia en la defensa de la industria petrolera, la economía popular y la democratización de la vida nacional y para ello es indispensable retirar esa firma del Pacto por México.

La columna vertebral del Pacto por México es la privatización de Pemex y la reforma fiscal para gravar las medicinas y los alimentos a cambio de establecer una política social focalizada y mediatizada para la contención del control social.

El Pacto por México es un instrumento central en la estrategia de legitimación de Peña Nieto y la construcción de una hegemonía transexenal del PRI.

La forma como fue procesado y firmado por parte del presidente nacional es el peor de los mensajes; además, de una violación a las normas estatutarias, es un pacto procesado y negociado en secreto al margen de las bases, fuera de los órganos de dirección y sin respetar la pluralidad que conforma al PRD.

Al haber firmado ese pacto se ató de manos al PRD y nos debilitó, nos dividió, se convirtió en una camisa de fuerza para el poder Legislativo que se convirtió en una oficialía de partes, en una aduana para validar los acuerdos del consejo rector y para convertirnos a las y los legisladores en una mera…

El pacto es claro en su visión privatizadora en el caso de PEMEX. Los compromisos del 54 al 60, en especial el compromiso 57 define con toda claridad, meter a la competencia en los procesos de refinación, petroquímica y transporte de hidrocarburos, lo cual implicará de manera inequívoca, reformar los artículos 25, 27 y 28 constitucionales.

La propuesta ya presentada por el PAN y la que presentará Peña Nieto confirman esta ruta: van por la apertura total del sector energético, tanto petróleo como electricidad para entregárselo al capital transnacional. Pretenden legalizar lo ya entregado, darle certeza jurídica al capital privado y profundizar su modelo neoliberal.

El compromiso 87 habla de la formalización de la cooptación política a partir de la conformación de gabinetes comunes de las fuerzas políticas firmantes, donde a lo mejor alguna corriente tenga puestos en el gobierno de derecha.

Son inadmisibles los compromisos 78 y 79 sobre la elaboración de un solo Código Penal y de Procedimientos o el 90, creación de una sola autoridad electoral y una legislación única que establece el Pacto por México. Esto lleva a verdaderas regresiones en materia de libertades, esto lleva a un gobierno centralista, presidencialista, autoritario y es todo lo contrario a un pacto federal

El pacto es omiso es un conjunto de temas que son vitales en la agenda nacional: la política de desarrollo industrial, la construcción de infraestructura, la generación de empleo y recuperación salarial; la soberanía alimentaria, la reactivación del campo, la integración Latinoamericana y muchos más que son ejes programáticos del PRD.

El Pacto por México promete milagros como resolver la pobreza, erradicar el hambre, acabar con los monopolios, reformar la educación, democratizar los medios de comunicación, acabar con la corrupción, pero todo ello es imposible en el marco de una política neoliberal, concentradora de la riqueza, solo aterrizan las políticas ordenadas desde Washington: la apertura petrolera, la extranjerización de los bancos, los negocios sexenales.

El pacto no resuelve los problemas de corrupción, los incrementos a las gasolinas y la electricidad que se dan cada mes, la falta de empleos, la caída de salarios, el desplome deliberado de la economía a 0.8%, son los temas que realmente preocupan a la gente

Es urgente que el PRD se retire del Pacto por México. Es un imperativo convocar a un gran diálogo nacional en defensa del país a todas las izquierdas, impulsar la movilización para sacar a México de la crisis y abrir una ruta para la democracia y la paz social. En esa ruta el PRD y las izquierdas debemos trabajar en unidad.

El PRD debe consolidarse como una verdadera oposición de izquierda democrática, como un instrumento de transformación social, ser una alternativa al neoliberalismo y concretar una verdadera transición democrática.

Debemos poner en el centro el combate a la desigualdad social, la defensa de Pemex, el combate a la pobreza y debemos poner en el centro de las decisiones el interés popular y nacional.

Nosotros debemos priorizar la unidad del PRD, el conjunto de las fuerzas democráticas, la derecha busca nuestra fragmentación, la cooptación, el desdibujamiento de la oposición de izquierda.

Por eso, hay que rechaza con claridad, con contundencia, sin titubeos al Pacto por México.

Termino consejeras y consejeros, llamando a priorizar la unidad interna y que el PRD está obligado a ser un partido de oposición y una verdadera alternativa.

Apostémosle compañeras y compañeros a hacer del PRD la principal oposición de la izquierda mexicano, construyamos la mayoría social, política ye lectoral que se requiere en nuestro país.

Hoy más que nunca las causas de la izquierda son vigentes.

¡No al Pacto por México!
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