Un vecino de la pedanía murciana de La Ñora, Antonio Martiz, de 42 años, se quitó ayer la vida acuciado por las deudas y poco antes de que fuera desahuciado. Un secretario judicial y agentes de la Policía Local acudieron a primera hora de la mañana para llevar a cabo el desalojo, y les atendió la mujer de Antonio, que pensaba que su marido se había ido a trabajar.
Al ver las llaves en casa, le buscó hasta que finalmente le encontró colgado en el garaje, según ha informado el alcalde Jesús Aliaga.
Antonio llevaba una década casado con su mujer y no tenía hijos. Para despedirse dejó escrita una carta estremecedora hasta el punto de que el sargento policial que se la leyó al alcalde pedáneo no pudo acabarla por la emoción.
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