1 de febrero de 2013

CORRUPCION DE BUENO TORIO en PEMEX fue exhibida por CONTRALINEA

Delincuentes Panistas en el Senado Mexicano
Delincuentes Panistas en el Senado Mexicano (Photo credit: trianero2)
Revista Contralínea 100: Periodismo de investigación desde México / 2a quincena Abril 2008 | Año 6 | No. 100:

La conexión Bueno Torio–Felipe Calderón
• El senador tiene intereses en 28 empresas
• Las pifias de Medina Mora y Vasconcelos

Una reciente investigación de la reportera Ana Lilia Pérez, la misma periodista que descubrió los contratos firmados por Juan Camilo Mouriño para beneficiarse económicamente con dinero público al mismo tiempo que se desempeñaba como funcionario de la Secretaría de Energía, ha puesto en la mira al senador panista Juan Bueno Torio por una supuesta triangulación de recursos petroleros para financiar la campaña presidencial de Felipe Calderón Hinojosa cuando aquel se desempeñaba como director general de Pemex Refinación.

En expedientes abiertos en la Procuraduría General de la República y en la Secretaría de la Función Pública se afirma que el dinero desviado para la campaña presidencial ascendería a unos 200 millones de pesos y provendría de adjudicaciones para el transporte de hidrocarburos, área bajo control del ahora senador panista Bueno Torio.
De acuerdo con el trabajo periodístico de Ana Lilia Pérez, desde hace dos años la PGR abrió la investigación contra el senador Bueno Torio por abuso de autoridad, tráfico de influencias, uso indebido de funciones, coalición de servidores públicos y enriquecimiento ilícito, al autorizar adjudicaciones directas por 10 mil 300 millones de pesos en contratos para servicios de transporte de hidrocarburos, sin embargo la indagatoria está estancada y archivada por la complicidad entre la Procuraduría con servidores públicos de filiación panista, además del fuero que a Bueno Torio le da impunidad por ser senador de la República.
El expediente (integrado en la averiguación previa 95/UEIDCSPCAJ/2006) radicado en la Unidad Especializada en Investigación de Delitos Cometidos por Servidores Públicos y contra la Administración de Justicia de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delitos Federales, contiene un diagrama que detalla cómo se operó la adjudicación de los contratos, de los cuales, cita el texto, el 4 por ciento del monto autorizado, es decir, unos 400 millones de pesos, se destinaron de la siguiente manera: 200 millones “a la campaña de Felipe Calderón; 70 millones (a la campaña para la gubernatura de Veracruz) de Juan Bueno Torio, y el resto entre otros funcionarios que participaron en la operación”, entre ellos Rosendo Villarreal Dávila, José Antonio Gómez Urquiza, Pedro Carlos Gómez Flores, Laura Chong Gutiérrez y Oswaldo Machado Martínez.

Investiga el gobierno a Bueno Torio
En medio de esos expedientes abiertos en la PGR, que no avanzan por tratarse de funcionarios del gabinete panista, en oficinas gubernamentales se elaboró un documento, hasta ahora confidencial y en poder de esta columna, en donde se detallan los pasos del senador Bueno Torio en la política, en el gobierno foxista, en las bancadas del PAN en el Congreso, su participación accionaria en 12 empresas privadas con ganancias y utilidades, los beneficios recibidos por familiares (incluida su esposa María Dolores Ros Romero de Bueno Torio) con contratos petroleros y las múltiples irregularidades en las que ha incurrido en sus responsabilidades públicas. Sin embargo, aún con las evidencias en su contra y a pesar de que en el sexenio anterior tuvo de enemigo al entonces secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, Bueno Torio ha logrado evadir todas las acusaciones en su contra gracias a la buena e interesada relación que ha tenido con los presidentes Vicente Fox (léase Marta Sahagún) y Felipe Calderón Hinojosa, quienes lo han protegido hasta ahora.
En la primera parte del expediente gubernamental se da cuenta de cómo Juan Bueno Torio coordinó en el año 2000 en Veracruz, su tierra natal, la campaña de Vicente Fox. De enero de 2003 a diciembre de 2005 ocupó la Dirección General de Pemex Refinación, desde donde se sirvió para beneficiarse él y su familia, y también le sirvió a la familia de Los Pinos. Actualmente es senador electo por el principio de mayoría relativa por el PAN en Córdoba, Veracruz.
El documento añade que diversos señalamientos y acusaciones revelan que había conflicto de intereses de Juan Bueno Torio cuando se desempeñaba como director general de Pemex Refinación. Por ejemplo en 2003 se investigó a José Antonio Beltrán Mata, amigo íntimo de Bueno Torio, y se confirmó que había tráfico de influencias y conflicto de intereses porque se habían hecho contratos con Pemex Refinación que beneficiaban a familiares de Bueno Torio; se comprobó la intervención directa de Beltrán Mata en asuntos internos de Pemex Refinación, lo que le permitió utilizar información privilegiada en beneficio propio, ya que Beltrán tenía un juicio en contra de Pemex Refinación; se encontraron documentos elaborados por Beltrán Mata para que Bueno Torio los utilizara en asuntos internos de la paraestatal, con clara tendencia a beneficiar sus propios intereses.
En el expediente gubernamental se explica cómo Bueno Torio tuvo que comparecer ante la Secretaría de la Función Pública para defenderse de las imputaciones sobre sus acciones y conductas ilícitas como servidor público. En la investigación contra Bueno Torio se identificaron 28 empresas presuntamente relacionadas con el ahora senador, de las cuales en 12 él es accionista (en siete de ellas junto con su esposa María Dolores Ros Romero) y en otras siete sólo su esposa es la accionista.
Un cuadro sobre los ingresos netos declarados por Bueno Torio, refleja que en los últimos ocho años, entre 2000 y 2007, el senador obtuvo 13 millones 994 mil pesos, distribuidos de la siguiente manera: año 2000, 800 mil pesos; 2001, 1 millón 581 mil pesos; 2002, 1 millón 874 mil pesos; 2003, 1 millón 898 mil pesos; 2004, 1 millón 988 mil pesos; 2005, 2 millones 61 mil pesos; 2006, 1 millón 890 mil pesos, y 2007, 1 millón 902 mil pesos.
Los ingresos de su esposa María Dolores Ros Romero en siete años, entre 2001 y 2007, ascendieron a 3 millones 195 mil pesos, siendo el año pasado en de mayor monto al recibir 862 mil pesos.
Una de las empresas que intrigan a las autoridades gubernamentales se llama Aquapress, en donde aparecen como únicos accionistas Guadalupe Velásquez Jiménez, con 475 acciones, y Jorge Daniel Salas, con 25 acciones. Sin embargo, de acuerdo con las indagatorias éstos son prestanombres de Bueno Torio, quien como director general de Pemex Refinación le asignó el contrato SDSE–OPU81–174/2004, el cual se liquidó y se extinguió el mismo 31 de mayo de 2005, con lo cual no se obligó a la empresa a presentar garantías para el cumplimiento de sus obligaciones. En dicho contrato Aquapress se obligaba a limpiar el derrame petrolero ocurrido el 22 de diciembre de 2004 en Veracruz, pero nunca se concluyó el trabajo y la contaminación afectó la región. Otros cinco contratos fueron asignados por Bueno Torio a la empresa por casi 230 millones de pesos, a pesar de que las investigaciones hacendarias habían descubierto que el Registro Federal de Causantes de Aquapress estaba alterado y era una empresa evasora de impuestos.
Otra interrogante para las autoridades fiscales es que sus dos únicos accionistas, Guadalupe Velásquez Jiménez y Jorge Daniel Salas, aparecen con una extraña situación económica en los registros del Servicio de Administración Tributaria (SAT), como “no tienen ingresos”, lo cual es incongruente con los antecedentes de Aquapress, pues con las adjudicaciones obtenidas por la empresa en tan pocos años de su creación en Pemex Refinación, hace presumir al fisco que hay graves irregularidades, pero una vez más la protección presidencial vuelve a dar impunidad a un destacado miembro panista, al más puro estilo de lo que también hace Felipe Calderón con Juan Camilo Mouriño. Y la ética y moral del PAN, mejor ni hablar.

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