NEOLIBERALES que saquean PEMEX buscan mas petroleo en Yucatán poniendo en riesgo ecosistemas

Vicente Fox Pemex (Photo credit: Wikipedia)

Por Esto! | Yucatán:

Península de Yucatán en riesgo


   
    Ante la caída de la producción de PEMEX, paraestatal que a pesar de contribuir en un alto porcentaje a las finanzas públicas ha sido deliberadamente abandonada por los gobiernos neoliberales del PRI y del PAN, y combinado con la ambición de altos funcionarios y monopolios se pretende retomar el Proyecto de Exploración Progreso que pondría en riesgo un importante potencial turístico y un sinnúmero de especies y ecosistemas marinos de la Península yucateca / El primer objetivo de este proyecto es localizar y evaluar reservas de aceite pesado en el orden de los 21 mil millones de barriles de petróleo crudo equivalente



CIUDAD DEL CARMEN, Campeche, 23 de noviembre.- La desesperación de Pemex Exploración y Producción (PEP) para buscar nuevos yacimientos que le permitan aumentar la actual producción petrolera, pondría en riesgo un importante potencial turístico -y un sinnúmero de especies y ecosistemas marinos de la península yucateca- toda vez que el próximo año se podría dar luz verde al denominado Proyecto de Exploración Progreso, cuyo objetivo inmediato o primario es localizar y evaluar reservas de aceite pesado en el orden de los 21 mil millones barriles de petróleo crudo equivalente (mmbpce).
De acuerdo a información de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), para el proyecto se contempla una inversión exploratoria en el orden de los 15 mil 054 millones de pesos; inversión estratégica, 14 mil 697 millones de pesos; para perforación de pozos, 13 mil 906 millones de pesos; 196 millones de sísmica; 594 millones de estudios; y gasto operacional por 358 millones de pesos; es decir, un total a invertir en los próximos 26 años de 44 mil 805 millones de pesos.
El polígono que comprende el área del proyecto es de aproximadamente 9´070,400 hectáreas que se dividen en cuatro áreas exploratorias denominadas: Chicxulub Norte, Chicxulub Sur, Poniente de Chicxulub y Oriente de Chicxulub.
Cabe señalar que pese a que, el pasado mes de marzo, la CNH emitió dictamen técnico del proyecto de exploración Progreso como no favorable, por lo que se refiere a las actividades manifestadas por Pemex, a través de PEP, y consideró necesario que PEP presente una nueva versión del proyecto, en el que sean tomadas en cuenta las recomendaciones y observaciones contenidas en el dictamen elaborado, el proyecto sigue vivo y avanzando según fuentes consultadas por este diario.

Estrategia de PEP e inversiones

De acuerdo a la estrategia de exploración de PEP el próximo año se estarían iniciando los trabajos y para ello la subsidiaria contempla la perforación de 15 pozos exploratorios en un periodo de 14 años (2013-2026); adquirir 800 kilómetros cuadrados de sísmica 3D; obtener 14 estudios geológicos, 1 geofísico (sísmica 3D) y 15 geofísico-geotécnicos de apoyo a la perforación.
Según el documento entregado por Pemex Exploración y Producción, se espera que para el año 2017 -en caso que se ponga en marcha el proyecto que aún está vigente y sin cancelar– se esté iniciando la producción de los primeros 10 barriles de aceite pesado y para el año 2029 se espera se llegue al pico de producción cuando se alcancen los 40 mil barriles diarios de crudo; el pico de producción de gas sería en alrededor de los 27 mil millones de pies cúbicos diarios de gas, empezando el 2017 con 5 mil millones de pies cúbicos de gas.
El Proyecto de Exploración Progreso, señala la CNH, es identificado por Petróleos Mexicanos (Pemex) como un proyecto de exploración desarrollado por el Activo de Exploración Plataforma Continental Sur y cuyas inversiones están avaladas por el proyecto Ku-Maloob-Zaap para el cual en un primer momento PEP había solicitado a la Dirección General de Exploración y Explotación de Hidrocarburos, de la Secretaría de Energía, la modificación de las asignaciones petroleras: 236, 326, 907 y 908, que la Secretaría considera como áreas 099-43, 102-36, 098-41 y 099-41, mediante Oficio No. PEP-SRMNE-985/2010, fechado el 5 de noviembre de 2010 y recibido en la Secretaría el día 9 de noviembre del 2010.
Por su parte, en respuesta la Comisión Nacional de Hidrocarburos recibió el Oficio No. 512.540-10 recibido el 17 de noviembre del 2010, emitido por la Dirección General de Exploración y Explotación de Hidrocarburos de la Secretaría de Energía donde remitió información técnico–económica; el Oficio No. SPE-GRPE-042-2011 recibido el 17 de marzo del 2011, emitido por la Subdirección de Planeación y Evaluación (SPE), mediante el cual entrega la versión actualizada del proyecto; y la información adicional proporcionada por Pemex, relacionada con la clase de costos del Proyecto, mediante oficio No. SPE-GRHYPE-022/2011, recibido en la CNH el 28 de enero del 2011, así́ como con la componente ambiental de los proyectos, mediante Oficio SPE-369/2011 recibido en la CNH el día 29 de junio del 2011.
Los trámites fueron inútiles, pues como ya se señaló, la CNH rechazó técnicamente el proyecto hasta que PEP presente una nueva versión donde se tomen en cuenta todas las sugerencias y observaciones realizadas.

Sin permiso ambiental

Aunque actualmente no se han hecho trámites para solicitar los permisos ambientales pertinentes, debido a que el Proyecto Progreso se encuentra diferido hasta nueva orden, no se descarta que PEP inicie los trámites ante la Semarnat en los primeros meses del año 2013 y con ello recibir la anuencia de la CNH y la Sener. Es un trámite que está en manos de la subsidiaria, por lo que se puede realizar en cualquier momento.
Tal y como sucedió el año 2003 cuando PEP promovió un estudio de impacto ambiental bajo la clave 04CA2004X0002 y para ello se contrató al Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMYL) de la UNAM.
Aquél entonces, PEP pretendía perforar 23 pozos exploratorios con tirantes de agua entre 42 y los 239 metros; incluso, ya se tenían los nombres de los pozos: Kaxanbil, Chabeh, Lail, Maktsil, Ulum, Muuk, Ukan, Ukin, Wachil, Uchil, Likil, Canek, Machab, Lut y Lekeb, entre otros. Todos los estudios y el proyecto quedaron archivados sin que en apariencia hubiera una razón justificada.
En el proyecto, PEP informa que la inversión más fuerte del proyecto se realizaría precisamente el año 2013, pues es donde se contempla una inversión inicial superior a los 4 mil 500 millones de pesos; para el siguiente año (2014), se prevé invertir recursos por 3 mil 864 millones de pesos; y así subsecuentemente hasta agotar los recursos que permitan detonar la totalidad del proyecto.
Lo cierto es que ante la desesperación de Pemex Exploración y Producción de buscar nuevas alternativas que le permitan elevar su producción petrolera parece inevitable que Pemex llegue a las costa de Yucatán el próximo año, no sólo poniendo en riesgo el capital turístico de la península, sino el modus vivendi de cientos de pescadores que tienen en las costas el sustento diario. El proyecto, incluso, tocaría aguas territoriales del vecino estado de Quintana Roo, pues así estaba señalado originalmente.
Por lo pronto, la CNH aún está en espera que la paraestatal Pemex consiga la anuencia de la Secretaría de Energía para la resignación de recursos y que la subsidiaria petrolera presente todos los estudios de impacto ambiental para dar luz verde el Proyecto de Exploración Progreso, que si bien podría ser un detonante económico para la zona, no dudamos que también traerá daños al medio ambiente y otras problemáticas propias de la industria petrolera.
El proyecto está en la mesa y en el momento que PEP lo decida se podría echar andar, y todo parece indicar que la presencia de Pemex en Yucatán, podría aumentar de manera sustancial el próximo año 2013 y por lo menos hasta el año 2026.

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