La operación militar de Israel contra militantes en Gaza continúa por sexto día consecutivo, con ataques desde buques de guerra y aviones.
Un ataque israelí destruyó el edificio donde funcionaba el canal de televisión palestina al-Quds y otros medios de comunicación. Varios periodistas resultaron heridos.
Soldados israelíes lanzan gas lacrimógeno hacia palestinos que se manifestan contra la ofensiva militar en el puesto de control de Qalandia, en Cisjordania, ocupada por Israel.
En Gaza la cifra de muertos sigue aumentando. Los funcionarios locales dijeron que al menos 64 palestinos han muerto hasta el momento, entre ellos el pequeño Eyad Abu Khosa, de 18 meses, en brazos de su padre Yoused.
Los equipos de rescate sacaron los cuerpos de otros cuatro niños de los escombros después de que un ataque israelí contra la casa de un funcionario de Hamas matara a diez miembros de una misma familia.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que está dispuesto a "ampliar significativamente la operación en Gaza".
Los equipos de rescate continúan sacando sobrevivientes de los edificios destruidos en los ataques aéreos.
La Organización Mundial de la Salud dice que los hospitales de Gaza están sobrepasados para hacer frente al volumen de bajas.
Israel dice que atacó más de 900 sitios en Gaza desde el miércoles, mientras que militantes de Gaza lanzaron cerca de 900 cohetes contra Israel en el mismo período.
En Israel, las sirenas de advertencia han sonado en todo el país, alertando sobre más cohetes disparados desde Gaza.
Mientras tanto, militantes de Gaza reanudaron los ataques con cohetes en varios lugares de Israel, incluyendo la ciudad sureña de Ashkelon, e hirieron a dos personas. Estos israelíes de Ashkelon corrieron hacia un refugio antiaéreo durante un alerta.
También en Ashkelon, un policía se coloca delante de un coche que se prendió fuego tras ser alcanzado por la metralla.
El escudo antimisiles de Israel no ha dejado de derribar cohetes dirigidos a las zonas del sur y a la ciudad más grande de Israel, Tel Aviv, en el norte.
Algunos soldados israelíes de un escuadrón de tanques se reúnen para las oraciones matutinas cerca de la frontera con Gaza, en medio de continuas especulaciones sobre un posible asalto terrestre.
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