19 de agosto de 2012
PROCESO. Izquierda con sabor a PRI...AMLO da millones de votos a la carroñera izquierda que YA busca como negociar con PEÑA
Izquierda con sabor a PRI
2012-08-18 13:23:38 · COMENTARIOS DESACTIVADOS
EDICION MEXICO
La izquierda mexicana está perdida: se debate entre apoyar o no a Andrés Manuel López Obrador, no tiene una posición unánime ante el próximo gobierno y trata de mantener un perfil bajo, pero unido, hacia las próximas elecciones. Estas consideraciones quedaron de manifiesto en una “reunión de amigos” en Acapulco, donde el anfitrión fue Ángel Aguirre, gobernador neoperredista, expriista crecido al amparo de Rubén Figueroa Alcocer y quien presume su amistad con Enrique Peña Nieto.
ACAPULCO, GRO.- La reunión de la izquierda mexicana en este puerto los días miércoles 15 y jueves 16 –organizada por el gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, amigo de Enrique Peña Nieto– no tuvo la finalidad de armar un plan de acción y una agenda legislativa para confrontar los proyectos del PRI y del PAN. Fue más bien un encuentro “entre amigos”.
La primera actividad de los diputados federales y senadores electos fue tomarse la foto oficial. Después inauguraron la reunión: siete mesas de discusión en las que se debatirían diversos temas… que se desahogaron en un día. El jueves 16 ya tenían las conclusiones.
El miércoles 15, dirigentes y legisladores perredistas fueron llevados a Casa Acapulco, una residencia de lujo en la playa Pichilingue decomisada al Chapo Guzmán en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, y la que es usada regularmente por el gobierno estatal para “actos oficiales”. Siempre está resguardada y muy vigilada.
En el festejo el gobernador convivió con el presidente perredista Jesús Zambrano y con el senador electo Manuel Camacho Solís. Asistieron alrededor de 200 personas, entre futuros legisladores, dirigentes y funcionarios estatales.
Pero no faltaron las inconformidades.
“Para que a esta cumbre verdaderamente se le diera un rumbo de izquierda debió estar Andrés Manuel López Obrador y no estuvo”, expresa uno de los fundadores y expresidente del PRD de Guerrero, Eloy Cisneros Guillén, en entrevista con Proceso.
Coordinador del Movimiento Regeneración Nacional en Acapulco, Cisneros califica a Aguirre Rivero de “cacique neoperredista” que tiene aliados en la izquierda que no tomaron en cuenta los activos que les dio López Obrador en la pasada elección presidencial.
“No fuimos invitados. Creo que significamos algo en la izquierda de la entidad y del país. Sin embargo no nos tomaron en cuenta”, dijo y se quejó de que ningún representante de Morena o del lopezobradorismo –excepto Alejandro Encinas, quien acudió en calidad de senador electo– fue convocado.
No obstante confió en que el encuentro, acaparado por las corrientes mayoritarias del perredismo, como Nueva Izquierda, Izquierda Democrática Nacional, Alianza Democrática Nacional y Foro Nuevo Sol, arroje buenos resultados para redefinir los objetivos de la izquierda y no sólo sea un encuentro para darse “golpes de pecho”.
El también profesor jubilado de la Universidad Autónoma de Guerrero señala que estos expriistas convertidos en neoperredistas “son oportunistas que sólo buscan el poder”. Aun así dice que respeta a quienes se han unido al PRD, como el gobernador Aguirre Rivero y su grupo.
Graco, el rebelde
“Desde Acapulco, Guerrero, manifestamos nuestra solidaridad a Andrés Manuel López Obrador. Aquí en Guerrero ganamos nueve de los nueve distritos federales, 22 de los 26 locales, la mayoría de los municipios y López Obrador obtuvo la mayoría en la elección presidencial”, destacó Aguirre Rivero.
Celebró que hayan decidido “trascender identidades partidarias y de gobierno para impulsar el desarrollo del país”, pero evitó mencionar que no invitó a López Obrador –como reveló a la prensa local– ni a ninguno de los fundadores del PRD, como Cuauhtémoc Cárdenas, Ifigenia Martínez o Porfirio Muñoz Ledo. Sólo se hizo presente la llamada “izquierda progresista”.
Ahí estaban presentes el jefe de Gobierno capitalino Marcelo Ebrard, su próximo relevo Miguel Ángel Mancera y los dirigentes nacionales del PRD, Jesús Zambrano, y del Movimiento Ciudadano, Luis Walton, así como Ricardo Cantú en representación de Alberto Anaya, dirigente nacional petista.
El gobernador felicitó a los dirigentes de los partidos de izquierda que lograron un acuerdo para participar unidos en los procesos electorales de 2015 y 2018 además de buscar la formación de una bancada para el PT en el Senado y de marchar juntos en la Cámara de Diputados. Unirse como “muéganos” para sobrevivir a la embestida priista, comentaron algunos.
Aguirre destacó: “Somos de izquierda quienes nos oponemos a que nuestra riqueza sea letra de cambio. Hago votos por que en esta reunión se demuestre que somos congruentes entre lo que decimos y lo que hacemos”.
Pero el mismo PRD ha asumido una postura vacilante respecto a su candidato Andrés Manuel López Obrador.
Quién más ha intentado desmarcarse del tabasqueño es Graco Ramírez, virtual gobernador de Morelos, pese a que durante su campaña López Obrador le levantó la mano en señal de triunfo, eliminando, por el momento, sus diferencias y los comentarios despectivos del morelense hacia el tabasqueño desde 2006.
Ramírez ha sido vacilante en torno al apoyo al tabasqueño en su demanda por invalidar la elección presidencial: Un día se desmarca y al siguiente brinda su apoyo “total y sin reservas”. En el PRD trascendió que Zambrano le pidió cerrar filas y callarse.
El 27 de junio participó en el cierre de campaña de López Obrador, pero el 31 de julio declaró: “Yo me congratulo y estoy muy contento de que mi partido, el PRD, optó por la línea de diálogo en su último Consejo Nacional; eso fue lo que resolvió y eso fue lo que yo defendí”. Rechazó la postura del tabasqueño sobre el nombramiento de un presidente interino en caso de declararse la invalidez de la elección.
El 13 de julio asistió a la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), acompañado del gobernador saliente, el panista Marco Antonio Adame, y firmó un pronunciamiento que avaló el triunfo de Peña Nieto en la elección presidencial.
Ahí participó Héctor Hernández Llamas, quien firmó el documento como representante del jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, y después renunció tras admitir que cometió un error al no pedir que se aclarara la postura del gobierno capitalino de esperar la calificación de la elección por parte del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Un mes después, el lunes 13, Graco Ramírez expresó: “Como sí quiero que seamos gobierno con toda certeza en el próximo 2018, espero que tengamos desde ahora una actitud responsable por la gobernabilidad del país”, y anunció el encuentro del miércoles 15 con legisladores electos del PRD en Acapulco, donde se podría “aprobar el Acuerdo por México para incidir en la agenda nacional y no aislarse como en 2006”.
“Creo que la decisión va a ser atenernos a lo que el tribunal diga y a partir de ahí trabajar por el país. Ese va a ser el documento que quizá aprobemos y esto va a hablar de una izquierda que va a actuar con mucha responsabilidad y de manera muy constructiva”, dijo.
Para matizar recalcó: “Enrique Peña Nieto llega en condiciones muy difíciles como presidente. No será el día de campo que iba a tener. No abandonamos a Andrés Manuel, por supuesto, pero vamos a ir más allá de lo que hicimos, un presidente legítimo, un presidente verdadero y no verdadero. Esas cosas no vamos a hacerlas”. Graco Ramírez nunca reconoció la llamada “presidencia legítima” de López Obrador.
Ante esas declaraciones, en entrevista con este semanario, Zambrano declaró: “¡El partido no es Graco, el partido institucionalmente está representado por Jesús Zambrano!”.
En la reunión de Acapulco Graco permaneció en silencio.
Por el contrario, Ebrard, Zambrano, Silvano Aureoles, coordinador de los diputados; Miguel Barbosa, representante de los senadores, y Dolores Padierna, la secretaria general saliente, hicieron un reconocimiento público al tabasqueño, quien junto con el PT y el Movimiento Progresista impugnan la elección presidencial y piden su invalidez por la presunta compra de votos a favor de Peña Nieto.
Ebrard consideró que el tabasqueño y los demás candidatos de izquierda “tuvieron éxito a pesar del derroche de recursos y de las prácticas antidemocráticas de sus rivales”.
Al clausurar la reunión, Zambrano afirmó que, de manera independiente al resolutivo del TEPJF respecto a la elección presidencial, la izquierda trabajará en conjunto para ser un contrapeso en el Legislativo ante el PRI y el PAN, que pretenden aprobar reformas que perjudican la economía de los ciudadanos.
Pero en entrevista no descartó “la necesidad de lograr con las otras fuerzas políticas los consensos que se requieren para impulsar la transformación de México”.
Un anfitrión siniestro
Ángel Heladio Aguirre Rivero tiene un pasado político que no debería enorgullecer a la izquierda. En 1996 fue gobernador sustituto de Rubén Figueroa, destituido después de la matanza de Aguas Blancas.
En ese entonces perredistas, panistas y priistas de la Costa Chica de Guerrero lo calificaron de “cacique, conciliador, institucional”. Su padrino político fue el exgobernador Alejandro Cervantes Delgado; también se le identificó ideológicamente con José Francisco Ruiz Massieu (Proceso 1011).
El reportaje publicado en ese número del semanario por Gloria Leticia Díaz narra la historia de Layo, como llaman a Aguirre en Ometepec, su tierra natal:
“Pertenece a una de las familias más adineradas, con presencia en la región desde 1920; es el sexto hijo de Delfino Aguirre Rivero y de María Dolores Rivero. Dedicada a la ganadería y al comercio, la familia de Aguirre Rivero ha dado, además del gobernador, cuatro presidentes municipales, un diputado local, dos funcionarios de Salud del gobierno y a Mateo Aguirre Arizmendi, subsecretario de Fomento Ganadero y Pesquero.
“Por su influencia política en la región, por su amistad con caciques de la Costa Chica y por haber tenido pistoleros a su mando –como Luis Justo, de Azoyú, o Rufino Añorve, de Xochistlahuaca–, líderes del PAN y del PRD llaman a Ángel Heladio ‘cacique mayor’”, se señala en el texto publicado el 18 de marzo de 1996.
Sus familiares aseguran que no hay vinculación “más que amistosa” con Figueroa Alcocer.
Pero después de la matanza de Aguas Blancas fue Aguirre Rivero quien organizó mítines a favor de Figueroa. Se justificó diciendo que lo hizo porque era dirigente del PRI estatal y su partido le pidió apoyarlo. También se menciona su amistad con Armando Ramos Brito, expresidente municipal de Xochistlahuaca, a quien los mixtecos de la región le atribuyeron ocho asesinatos de perredistas.
Ahora el PRD olvidó todo eso.
En 2010 el todavía priista manifestó su interés por la candidatura a la gubernatura de Guerrero para las elecciones de 2011. Pero los priistas prefirieron a Manuel Añorve Baños. El desdén lo acercó al PRD y el 5 de septiembre de 2010 se anunció su candidatura, validada por el Diálogo por la Reconstrucción de México (DIA). Los negociadores fueron el entonces presidente del PRD, Jesús Ortega, y el entonces coordinador del DIA, Manuel Camacho Solís.
Para ese momento Aguirre Rivero, amigo declarado de Peña Nieto, ya había renunciado al PRI.
Ganó la elección.
En la cumbre de la izquierda los perredistas sin pasado priista, como Jesús Zambrano, agradecieron la hospitalidad del anfitrión. Ebrard, que sí tiene pasado tricolor, fue el encargado de anunciar la creación de un Frente Amplio de las Izquierdas Mexicanas que mantenga unidos al PRD, al PT y al Movimiento Ciudadano en torno de una proyecto de nación rumbo a 2018.
Los nombramientos
Finalmente, el viernes 17 en la Ciudad de México, el segundo pleno del VIII Consejo Nacional del PRD aprobó los nombres de los nuevos integrantes de la Comisión Política Nacional (CPN), del Secretariado Nacional y de los Órganos Autónomos.
En la Secretaría General quedó Alejandro Sánchez Camacho en lugar de Dolores Padierna, quien se va al Senado.
En la CPN los lugares que dejan Alejandro Sánchez Camacho, Miguel Alonso Raya, Miguel Barbosa y Luis Sánchez, todos legisladores electos, serán ocupados por Manuel Oropeza Morales, Guadalupe Acosta Naranjo, Antonio Ortega Martínez e Iván Texta Solís, quien previamente renunció a la presidencia de la Comisión Electoral.
En el Secretariado Nacional renunciaron Juan Manuel Fócil, quien estaba en la Secretaría de Desarrollo Sustentable, así como Adriana Díaz, de la Secretaría de Gobiernos y Bienestar Social, y Ángel Cedillo, exmiembro de la Secretaría de Organización.
Además Socorro Ceseñas, de la Secretaría de Acción Electoral; Gisela Mota, de la Secretaría de Formación Política; Alejandra Soriano, de Asuntos Juveniles, y Verónica Juárez, de Comunicación.
En esos cargos quedaron: Amílcar García, Óscar Rosas, Omar Ortega, Mara Cruz Pastrana, Rafael Guerrero, Isaac Mukul y Araceli Vargas Ramírez.
En la Comisión Nacional Electoral quedaron Penélope Campos González, Ignacio Olvera Caballero y Abraham Guillermo Flores Mendoza.
Víctor Manríquez ocupará la Comisión Nacional de Garantías, y la de Afiliación, Juan Manzo.
En la Comisión de Auditoría se dio de baja a Magdalena Torres Abarca y la sustituye Evelyn Parra.
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