A spoon containing breakfast cereal flakes, part of a strawberry, and milk is held in midair against a blue background. (Photo credit: Wikipedia) |
22 agosto 2012. Un plato estándar de este cereal contiene casi cuatro cucharadas de azúcar. Su cantidad de fibra es muy baja (4 gramos por plato ). El sodio muy alto (240 miligramos por plato). Su etiquetado es engañoso e induce al error. Su empaque contiene toda una sección de “Guías Nutricionales Kellogg’s”, las cuales desorientan al consumidor en lugar, precisamente, de orientarlo.
Observa la radiografía con la que la nutrióloga Xaviera Cabada, coordinadora de Salud Alimentaria de El Poder del Consumidor, nos desentraña las verdaderas características y el valor nutricional de este producto.
Extra Original, de Kellogg’s, 30 gramos (1/2 taza):
Azúcar:
9 gramos por porción de 30 gramos, lo que equivale a una cucharada cafetera.Sin embargo, la porción de 30 gramos es igual a media taza y es un hecho que un adulto difícilmente consume media taza de cereal. Regularmente consume más: dos o incluso más porciones.
Como parte del trabajo que se ha llevado a cabo en las radiografías de los cereales de caja hemos realizado pequeños sondeos para conocer las porciones que una persona consume normalmente y ni una sola persona ha comentado consumir una porción de media taza, ni siquiera cuando se trata de un niño. Dos o más son las porciones consumidas en promedio.
Al considerar el plato que una persona consume normalmente, el contenido de azúcar entonces es de 18 gramos o casi cuatro cucharadas.
Por supuesto, consumir cuatro cucharadas completas de azúcar en un plato de cereal no es una buena recomendación.
Esto constituye del 51 al 72% de la azúcar máxima tolerada que un adulto puede consumir para todo el día, de acuerdo con la Asociación Americana del Corazón (AAC), pues la cantidad de azúcar máxima tolerada diaria para un adulto, conforme con la ACC, es de cinco a siete cucharadas cafeteras de azúcar para todo un día.
Así, en un solo plato de cereal se estaría consumiendo más de la mitad máxima tolerada diaria de azúcar.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), por su parte, establece que no se debe superar más del 10% de las calorías totales, no excediendo 10 cucharadas de azúcar añadida para todo el día.
Aunque este tipo de cereal de caja no es promocionado para niños, es frecuente que madres y padres de familia lo utilicen como una opción saludable para sus hijos. Pero si un niño consume un par de las porciones establecidas en el etiquetado estaría consumiendo del 87.5 al 117% de azúcar máxima tolerada para un niño, que de acuerdo a la AAC es de tres a cuatro cucharadas de azúcar.
Alguien que consume diario o frecuentemente este tipo de productos tiene mucho mayor riesgo a padecer obesidad y diabetes [ver Vasanti S Malik, et. al. "Intake of sugar-sweetened beverages and weight gain: a systematic review", descargar (PDF, 163 Kb)].
Además, se ha observado que los altos consumos de azúcar provoca adicción, por lo cual, una vez que se convierte en hábito, es mucho más difícil dejarla de consumir [ver Carlo Colantuoni, et. al. "Evidence That Intermittent, Excessive Sugar Intake Causes Endogenous Opioid Dependence", descargar (PDF, 200 Kb)].
Fibra:
1 gramo por porción.En un plato regular equivaldría a 2 gramos de fibra por porción.
Esta es una cantidad de fibra baja para un adulto, ya que la recomendación de fibra que debe consumir un adulto para todo un día es de al menos 25 gramos y para un niño o adolescente el consumo de fibra recomendable es de 19 a 25 gramos al día.
Lo realmente importante es que la fibra provenga de distintas fuentes, como de granos enteros, frutas y verduras (ver http://www.who.int/dietphysicalactivity/publications/trs916/en/gsfao_obesity.pdf).
Sodio:
Por porción contiene 120 miligramos. En un plato regular contiene 240 miligramos.De acuerdo con el semáforo inglés para productos industrializados se establece que un producto que contenga entre 120 y 600 miligramos de sodio por cada 100 gramos de producto, es considerado moderado en sodio. (ver http://www.food.gov.uk/northern-ireland/nutritionni/niyoungpeople/survivorform/bestreadbefore/signposting).
Sin embargo, este cereal de caja contiene 400 miligramos de sodio por cada 100 gramos de producto.
Etiquetado:
El etiquetado frontal es sencillo. La caja es roja con fotos de arándanos y almendras. El nombre del producto es “EXTRA original”, en grande, y “combinación de hojuelas de maíz con sabor a cacahuate mezcladas con arándanos y almendras”, con letra pequeña.Además, tiene la imagen de una cucharada grande con el producto, haciendo bastante visibles las almendras y los arándanos. Desafortunadamente ya dentro de la caja la cantidad de arándanos y almendras no son tan EXTRA como se ve en la imagen y el grosor de las almendras es bastante delgado, menos de un milímetro.
Parte de la promoción que maneja es que se trata de un producto EXTRA delicioso y EXTRA irresistible , por su fruta y trocitos de almendras, pero hay mayor probabilidad que ese EXTRA sabor sólo sea proporcionado por el azúcar que contiene, pues es su segundo ingrediente más abundante.
También en el empaque se sugiere su consumo “todos los días”. Es frecuente que la industria haga sus propias recomendaciones de consumo, pero dichas recomendaciones no están basadas en ningún sustento científico. El consumo de este producto “diario” no es recomendable, ya que al consumir altas cantidades de azúcar de forma cotidiana se genera un gusto por sabores cada vez más dulces y el cuerpo demanda seguir consumiendo más azúcar.
En la parte lateral derecha contiene toda una sección de “Guías Nutricionales Kellogg’s”, las cuales desorientan al consumidor en lugar, precisamente, de orientarlo.
El doctor Barquera, investigador del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), comprobó en un estudio realizado recientemente que el etiquetado utilizado por la industria es sumamente difícil de leer y comprender. Y no sólo eso, sino que realmente desorienta, inclusive a profesionales en la materia, como nutriólogos (ver http://www.insp.mx/noticias/insp-general/2369-insp-general.html).
No hay que olvidar que el etiquetado es la única orientación que el consumidor realmente tiene para conocer cuál es la calidad nutricia de los productos industrializados.
Es importante que el etiquetado no induzca al error, puesto que está claramente establecido en la norma oficial de etiquetado, NOM-051-SCFI/SSA1-2010, que la información no debe inducir a error y debe ser clara (ver http://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5137518&fecha=05/04/2010).
Ingredientes:
Maíz descascarillado y desgerminado, azúcar, arándanos (7%, y aparte contienen azúcar), almendras (6%), extracto de malta, miel, sal, melaza, vitaminas y minerales, maltodextrina, sabor a cacahuate.Observamos que contiene cinco diferentes tipos de endulzantes: azúcar, malta, miel, melaza, maltodextrina.
Sí aplicaría el nombre de EXTRA azucarado, ya que los principales ingredientes son las hojuelas de maíz y el azúcar.
Como al maíz lo han descascarillado y desgerminado –las partes más nutritivas del grano– lo que queda es prácticamente almidón.
Por cada porción contiene 25 gramos de carbohidratos disponibles, de los cuales 9 gramos es azúcar y el resto es almidón.
Un aspecto positivo es que no contiene edulcorantes no calóricos ni colorantes artificiales.
Es de carácter imperativo que se ponga un alto a los engaños publicitarios de los productos industrializados, especialmente aquellos que se anuncian como saludables y que la misma empresa los “recomiende” para su consumo habitual.
Valoración general:
No recomendado para consumo habitual ni para bajar de peso.Se puede consumir esporádicamente.
Ofrecer a los niños solamente de forma esporádica o como postre, más no como un producto saludable.
Alternativa:
Granola casera con leche. Se puede añadir, si se desea, almendras o fruta seca.No olvidemos que la obesidad es una enfermedad y además es una epidemia, que se presenta porque existe “algo” en el ambiente que está enfermando a la gente. A diferencia de otras epidemias que se han presentado en la historia, aquí entre lo que nos está enfermando se encuentra el consumo de productos ultra industrializados a lo que se le ha denominado la “dieta occidental”, que consiste en el alto consumo de productos con concentraciones elevadas de azúcar, grasa, sal, harinas refinadas y bajos en fibra.
La obesidad no es una cuestión de “decisión personal”, ya que existe un fuerte engaño con referencia a lo que consumimos (Lustig, 2010. http://www.youtube.com/watch?v=277MKP7uV5g).
Existe el riesgo de que este producto sea percibido como recomendable por el tipo de publicidad con el que se promociona.
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