“No me enojo por las protestas, pero que no sean violentas”:
POLÍTICA, VOTOXVOTO 2012 PRESIDENCIAL • 26 MAYO 2012 - 12:29AM — JUAN PABLO BECERRA ACOSTA
Durante una reunión que pretendió ser controlada, luego de tantas manifestaciones de estudiantes, el priista escuchó —con asombro— que los jóvenes aún no saben por quién votar.
ENTREGAN JÓVENES 1,800 PROPUESTAS A PEÑA NIETO
PESE A CLIMA DE PROTESTAS, EL CANDIDATO A LA PRESIDENCIA POR EL PRI, ENRIQUE PEÑA NIETO, RECIBIÓ -DURANTE REUNIÓN PRIVADA- A SIETE JÓVENES QUE LE ENTREGARON 1,800 PROPUESTAS DE JÓVENES DE TODO EL PAÍS, 'UN PROYECTO DE NACIÓN'.
Ciudad de México • Terminaba la comida que había sostenido en el lujoso hotel St. Regis de la Ciudad de México con 300 “líderes” —calificados así por una publicación que lleva tal nombre— y, en medio de un fortísimo y reforzado dispositivo de seguridad, Enrique Peña se enfilaba hacia su vehículo, una Jeep blanca en esta ocasión. El candidato presidencial del PRI se subía del lado del copiloto mientras una mujer de unos 50 años, de ropa modesta, alcanzaba a gritar:
“¡Es-un-honor, estar-con-Obrador!”
Nadie la secundaba. Su chofer tenía la ventana del piloto abierta hasta tres cuartos de su capacidad de descenso. Y por ahí, MILENIO le preguntaba al político mexiquense:
—¿No le molestan las protestas en su contra?
—No… —contestaba con mueca en los labios, que pretendía ilustrar sinceridad en la respuesta.
—¿De verdad no le enojan? Ayer en Querétaro (un grupo de manifestantes que impedía el paso de su vehículo lo golpeó ligeramente), ¿no se enojó cuando estaba adentro de la camioneta? ¿No sintió nada? ¿Miedo?
—No… De verdad que no (hacía un gesto con las cejas: las juntaba, y entrecerraba los ojos, en ademán que quería transmitir despreocupación)… Están en su derecho… Lo único, es que pido que no sean violentas…
Se iba el candidato priista escoltado por varios vehículos. Un par de horas antes, y previamente a su comida con los “300 líderes”, se había reunido en un saloncito del hotel con estudiantes universitarios. Para ser exacto, con… siete. Con siete estudiantes universitarios que se sentaban a sus flancos en un pequeño estrado. Parecía que el acto estaba destinado para un ser un bálsamo, para que le brindaran su apoyo luego de tantos días de vapuleos estudiantiles, pero… no.
A nombre de los estudiantes, un alumno de la Universidad Autónoma de Yucatán, Julio César Ruiz, salía con que los jóvenes… están indecisos. Y no solo eso. Con ritmo de voz muy pausado, con una peculiar sonrisa, y viendo al priista de cuando en cuando, decía:
“Muchos jóvenes no han decidido por quién votarán… Encontrar la fruta menos podrida no es fácil… Sobre todo, si estás harto de tanta podredumbre…”
Peña tenía mirada de asombro que intentaba disimular, pero trababa las mandíbulas. El joven finalizaba su discurso con una entonación que sonaba sarcástica:
“Hasta de las semillas más podridas… Hasta de ahí puede brotar un árbol”.
Con ese aperitivo amargo, Peña se fue a comer con los líderes: tártara de salmón marinado y ahumado; filete de pato rostizado con polenta de mole negro; y fondant con cacao y glace de vainilla; y vino tinto. Luego pronunció un discurso y todos le aplaudieron, un poco menos de la mitad de pie, y un par de caballeros gritaron… “bravo”.
Y, entonces, Peña volvió a sonreír. Hasta que se subió a su coche…
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