Obliga Sedesol a indígenas a votar por el “azul” | Plumas libres

Obliga Sedesol a indígenas a votar por el “azul” | Plumas libres:

El pasado martes funcionarios de Sedesol reunieron a unas trescientas mujeres beneficiarias del programa Oportunidades, en la comunidad de Rancho Alegre, municipio de Mecatlán.

La persona que llevaba la batuta de la entrega, una autoridad local, les lanzó la pregunta:

“Quién es el que manda el apoyo”.

“Pues el azul”, respondieron al unísono varias mujeres.

“Ah, pues hay que seguir apoyando al azul”, les espetó el representante de la Sedesol.

Así describe la escena Hortensia Vázquez, una indígena totonaca habitante de la región, quien externa su “coraje” por la forma en la que la dependencia ha comenzado nuevamente a condicionar los apoyos, a partir de que comenzó el proceso electoral del 2012.

“Eso no se vale, es mi coraje que manipulan a las personas”, dice indignada.

Las amenazas están a la orden del día. En días pasados, con motivo del proceso interno de selección de candidatos, señala que gente del ayuntamiento panista y de la Sedesol vocearon por toda la comunidad a la gente convocándola a acudir a votar por el candidato “oficial”. Prepararon los camiones, la barbacoa, todo, para que la gente acudiera llevando obviamente su credencial.

“Si no van, te quitan Oportunidades”. Así de claro.

Lamentablemente la necesidad es grande y muchos aceptan ser manipulados. Su pobreza los condena.

A la gente les dan láminas, despensas, bultos de cementos, 200 o 300 pesos, les prometen ponerle piso a sus casas, pero deben ser incondicionales de algún partido o candidato.

“Nos dicen, te regalo tres o cuatro bolsas de cemento, le echamos piso a tu casa y vota por mí, no se vale, porque ellos mismos hablan de corrupción de la Fepade, que hay que demandar y no es cierto, ya sabemos que no es cierto”.

Adela Hernández García, otra habitante de Mecatlán, señala que la manipulación política de los programas sociales llega a tal grado que las personas que en su momento apoyaron al partido “rojo”, son excluidas de los beneficios.

“Si el PAN va a la cabeza, te dicen, no, tú eres rojo y entonces ahora ya no te doy, eso no se vale”.

Esta situación ha desintegrado la organización de las comunidades, pues la necesidad los lleva a someterse a los abusos.

Hace un tiempo, cuenta, un grupo de mujeres se organizó para pedir la destitución de una enfermera del IMSS de la que recibían malos tratos. “Nomás no pudimos hacer nada porque la gente que se había levantado en protesta le retuvieron el pago de Oportunidades y con eso les taparon y así pasa”.

- ¿Y el programa Adelante del Gobierno del Estado qué tal está funcionando?.- se le pregunta a la mujer.

- Según el gobernador comenta que Vamos para Adelante, pero no es cierto, en el municipio de nosotros no hemos visto eso, la otra vez estuvo ahí pero no hemos visto nada, sólo palabras. No hay ese trabajo que dice que está haciendo. No es cierto, es mentira.

De acuerdo con las mujeres lo mismo ocurre en otros municipios de la región como Filomeno Mata.

Se trata de municipios de alta marginación en los que habitan pobladores con altos niveles de pobreza. Recientemente la sequía castigó sus cultivos y han tenido que racionar el consumo de maíz. El agua también escasea y no hay respaldo para proyectos productivos, que desde el año pasado están retenidos por el gobierno estatal.

Los niños son las principales víctimas de la pobreza y la desnutrición.

En promedio, un campesino gana 80 pesos diarios con los cuales debe arreglárselas para mantener a su familia.

Los servicios de salud son nulos o también condicionados. A las mujeres se les obliga a tener partos en clínicas lejanas ubicadas en Papantla o Poza Rica. Ahí, los médicos les realizan las cesáreas y cuentan que el servicio que reciben es poco digno.

“Las mujeres indígenas tenemos derecho a un parto humanizado y que se respeten a nuestras parteras para que nos atiendan en nuestras casas. Hoy por el programa Oportunidades la gente está perdiendo la costumbre. Antes era mejor las yerbitas y las parteras, que hasta te daban una sobadita y ahora los médicos dicen: nada de parteras, pura cesárea”, cuenta, impotente.

Para poder dar a luz las mujeres deben viajar hasta tres horas en camión desde sus comunidades y soportar un trato frío y a las prisas.

“Te mandan al hospital que está a dos o tres horas de camino, tienes que ir a Papantla o Poza Rica y son varias horas en autobús”. Las mujeres que se resisten a este tipo de servicios, son advertidas de que si no acuden al IMSS perderán sus apoyos.

Pero por parte del estado el servicio no es mejor.

Un claro ejemplo es el centro de salud que desde hace diez años fue construido en la comunidad de Rancho Alegre, municipio de Mecatlán y desde entonces nunca ha tenido médicos ni enfermeras. El local permanece cerrado con candado.

Ha pasado que víctimas de dengue hemorrágico o “borrachos” que se “machetean” en las riñas han muerto desangrados camino al centro de salud más cercano.

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