Por supuesto que la relevancia de estos foros no merece mención alguna de parte de los comentaristas, analistas y "periodistas" que le apuestan al continuismo de un sistema caduco, por donde quiera que se le vea.
Con el tema "Los Grandes Problemas Nacionales, Diálogos por la Regeneración de México", se están llevando a cabo, todos los martes de 9:00 a 21:00 horas en el Club de Periodistas de México, foros en los que participan especialistas que no sólo explican las causas que han generado los graves problemas que enfrentamos, sino que plantean la forma de irlos resolviendo partiendo de su origen y no de sus terribles consecuencias. Por ejemplo, durante el foro sobre "Seguridad Pública y Violencia Estatal", se coincidió en que una de las causas profundas del clima de inseguridad en México no es tanto la existencia de grandes grupos criminales, sino el abandono al que el gobierno sometió a millones de personas, cuyas necesidades sociales básicas no fueron atendidas, lo cual generó el clima de descomposición y descontento social.
El analista político John Saxe-Fernández, que no asistió al encuentro por motivos de salud pero envió su ponencia, señaló: "Los más graves problemas de seguridad son resultado de los efectos nocivos del sistema neoliberal vigente, puesto que ha generado el empobrecimiento de millones de personas, y la militarización de la vida pública. Este modelo, aseguró, debilitó el papel rector del Estado, dejó en el abandono al campo y a otros sectores productivos claves y mermó el poder adquisitivo de los trabajadores. Estos factores precipitantes de guerra exacerbaron la inestabilidad social y la posibilidad de conflictos, como ya habían calculado el gobierno de Estados Unidos y los organismos financieros internacionales. Los estallidos ya estaban fríamente calculados, y por ello Washington se dedicó a reforzar desde la década de los 90 a las fuerzas de seguridad mexicanas, anticipándose a la necesidad de reprimir el descontento, lo que hoy continúa a través de la guerra contra el crimen organizado en la actual administración. Una prueba de que el objetivo es acallar la disidencia y no atacar realmente a los delincuentes, son las recientes acusaciones de que el gobierno de Calderón utilizó recursos de la Iniciativa Mérida no para combatir al narcotráfico, sino para cercar e intimidar a grupos civiles contrarios a su gobierno".
El abogado Netzaí Sandoval, quien promovió una demanda contra el presidente Felipe Calderón, su gabinete y Joaquín El Chapo Guzmán ante la Corte Penal Internacional de La Haya, explicó: "La actual crisis humanitaria que vive el país ha sido presentada por el gobierno de forma maniquea como una lucha entre buenos y malos, pero sin atacar las fuentes económicas del crimen organizado, que se encuentran en el lavado de dinero. La realidad que vivimos es escalofriante, y muchos organismos internacionales ya hablan incluso de la existencia de un conflicto armado interno. No es una violencia cotidiana, sino una crisis de grandes dimensiones, en donde todos los días aumenta la cifra de desaparecidos, asesinados y desplazados internos".
José Luis Piñeyro, especialista en temas de seguridad y académico de la Universidad Autónoma Metropolitana, aportó: "Los millones de pesos que el gobierno de Calderón ha dedicado a combatir militarmente a los grupos de la delincuencia organizada, en vez de invertirlos en educación y salud, ha dado pie a un fenómeno invisibilizado de desintegración social, del que los jóvenes son las principales víctimas. Para comenzar a revertir esta situación es fundamental hacer una reforma penal para dejar en libertad a quienes han cometido delitos menores por primera vez, lo cual permitiría desahogar el sistema carcelario del país. Igualmente, es necesario golpear el nervio económico de los criminales que se encuentra en el lavado de dinero; instrumentar programas de rehabilitación para drogadictos y combatir la pobreza estructuralmente, mediante la creación de empleos y el otorgamiento de derechos sociales mínimos que le den condiciones de vida decorosas a la mayoría de la población".
El académico Carlos Flores Pérez, especialista de la UNAM en temas de narcotráfico, expuso: "El origen del clima de inseguridad está en el uso del aparato de gobierno para favorecer intereses privados, y no públicos. Para reconstruir el Estado de bienestar se deben garantizar empleos dignos y salarios decorosos, y diseñar una estrategia que proteja a los ciudadanos más que a las instituciones. Debe desaparecer la Secretaría de la Función Pública, dada la incapacidad del Estado de vigilarse a sí mismo, y promover mecanismos de participación ciudadana en la toma de las decisiones más importantes sobre el futuro de la nación".
Si se hiciera una encuesta seria en la que los ciudadanos respondieran si están de acuerdo o no con estos planteamientos, la gran mayoría contestaría que sí, eso equivaldría a saber por quién votará el 1º de julio.
El mínimo gasto en la organización de estos foros es inmensamente menor a lo que se destina a un spot televisivo, que nada dice de la realidad y de la propuesta para remediarla. Los ponentes no cobran por compartir sus conocimientos, al contrario, los ponen al servicio de la gente para que reflexione. El verdadero costo para la derecha no es sólo económico, sino que este tipo de ejercicios despiertan la conciencia y animan a la gente a participar en el cambio que necesitamos para salir del pozo.
Lo he dicho, por mi experiencia, en muchas ocasiones, cuando la gente identifica la causa de los problemas actúa en vez de resignarse. He visto esa transformación en muchos lugares del territorio que tuve el privilegio de recorrer al lado de Andrés Manuel López Obrador. Con toda certeza digo que la esperanza se mantiene intacta.
Anticipo que el próximo foro en el Club de Periodistas de México se llevará a cabo el martes 27 de marzo y participarán 15 ponentes, entre ellos Alejandro Encinas, Alberto Arroyo y Jorge Eduardo Navarrete. La conferencia magistral correrá a cargo del historiador Enrique Semo.
#AMLO2012
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