El petróleo ha sido nuestra fortuna y desgracia. Por él los gobiernos robolucionarios del PNR de Plutarco Elías Calles, PRM y PRI, tuvieron recursos más que suficientes para el gasto público y no molestar a la gente con los impuestos, lo que también contribuyó a su permanencia en el poder, no necesitaron organizar un sistema tributario adecuado, y ahora lo pagamos.
Por: Moisés Edwin Barreda
2012-01-25 16:03:55
Con justa razón por la sensatez de su conducta política a pesar del alambicado fraude con que se le arrebató la Presidencia; porque ya lo conoce la nación merced a su deambular durante más de seis años por el territorio nacional hasta sus últimos confines; por su discurso, que es el que quieren oír los mexicanos, el que quieren que se diga y se haga,
Por eso y “muchas cosas más” como dice la canción, están con él millones de mexicanos que se resisten a ser contaminados por los grillos, la derecha y el clero, lo peor de ella porque se enmascara en la religión y la hipocresía.
Esos millones de mexicanos hartos de que con simulación y demagogia se les siga haciendo creer que se saciará su hambre y sed de justicia, de los cuales la mayoría se empeñan en pensar, en razonar para sustituir la falta de letras, casi le echan la Presidencia al bolsillo al Peje, como lo llama toda la gente espontáneamente, no ha necesitado solicitar en sus mítines lo que López Portillo y sonó más falso que un billete de tres pesos: “Llámenme Pepe”.
El problema es ha puesto sobre aviso a los gringos, que como han insinuado, contribuyeron al fraude contra el Peje, pues les dice lo contrario que les ha dicho el hombre que a cada paso en público demuestra que tiene apellido en vez del cerebro, que ya les fue a pedir su bendición y apoyo para conquistar la silla real, a cambio de no sólo continuar entregándoles el petróleo sin refinar, sino abrir la industria a la iniciativa privada, “golpes más audaces” en la materia.
La nación debe estar alerta a las maniobras con que Washington contribuirá a nuevo fraude que le permita seguir controlando la producción petrolera, pues López Obrador, acaba de afirmar en Tampico, uno de los puntos del Golfo donde los extranjeros empezaron a enriquecerse con el crudo gracias a la corrupción de nuestros políticos y al sudor y la vida de miles de compatriotas, prometió construir cinco refinerías y, lo mejor, aseguró que "la industria petrolera no se privatizará porque es propiedad de la Nación, como lo establece el 27 constitucional; ni es del PRI, ni del PAN.”
El petróleo ha sido nuestra fortuna y desgracia. Por él los gobiernos robolucionarios del PNR de Plutarco Elías Calles, PRM y PRI, tuvieron recursos más que suficientes para el gasto público y no molestar a la gente con los impuestos, lo que también contribuyó a su permanencia en el poder, no necesitaron organizar un sistema tributario adecuado, y ahora lo pagamos.
Es tiempo de que aquí, allá y acullá oigan las palabras que debieron resonar desde hace más de 100 años, la indignidad sofocó y ahora López Obrador rescató: "Nos oponemos a la privatización del petróleo porque queremos vivir en paz, y sabemos que la paz es fruto de la justicia.”
Creemos no equivocarnos al decir que la nación exige respeto a esas palabras, porque son parte de la razón de la imperecedera esperanza popular que tanto han explotado los demagogos.
Por los graves problemas que tienen al país casi en bancarrota, el malestar generalizado y los más de 50 mil muertos por una guerra torpe, necia e inútil, por cambiar adjetivos, el horno ya no está para bollos. Por esto confiamos en que no habrá otra prueba de que “el pez por la boca muere.” Ya lo vimos con Belisario Domínguez y Luis Donaldo Colosio, y en el propio Estados Unidos con John Fitzgerald Kennedy.
#AMLO2012
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