El expediente Blake Mora
Juan Ramón Jiménez de León
Toda una serie de especulaciones se ha desatado a raíz de la muerte el fatídico y misterioso 11-11-11 del secretario de Gobernación de México, José Francisco Blake Mora, supuestamente el segundo hombre más informado del país y más poderoso dentro del gabinete presidencial, y el segundo hombre muerto en “extrañas circunstancias” en noviembre.
El primero, Juan Camilo Mouriño, el delfín de Calderón, murió el 4 de noviembre del 2008, cuando estaba anunciándose el triunfo de Barack Obama; de este último se especuló mucho que fue debido a su excesiva ambición de poder y que traicionó a los Bush, debido a que gran cantidad de contratos energéticos fueron para favorecer a las empresas españolas, él mismo fue un autentico gallego fraudulentamente nacionalizado mexicano, ya que en la Universidad de Tampa se registró con pasaporte español y esa ciudad es asiento de TECO, la empresa energética de Jeb Bush.
Mientras en el caso Blake, éste fue siempre muy discreto operador y llegó a tener, al menos dentro del círculo presidencial, una imagen de eficiente. Entonces hay una variedad de hipótesis que iremos desmenuzando en este artículo.
Primero veamos la parte técnica aeroportuaria donde el Sindicato de Servicio a la Navegación del Espacio Aéreo Mexicano (Seneam) reconoce públicamente, en voz de Ángel Iturbe, que no tiene capacidad humana para atender la gran cantidad de vuelos en helicóptero que diariamente se realizan en la ciudad de México: Ellos dicen que hay 1 mil controladores aéreos que centran su atención en aviones, no en helicópteros, por ello se requieren al menos de 250 controladores más, que cubrirían con eficiencia la demanda de vuelos de avión y de helicóptero; según esta fuente, en el país hay 367 helipuertos y la Ciudad de México tiene 126.
El descontrol por el boom de helicópteros que vuelan en la ciudad llega al grado de que la SCT no sabe cuántos helicópteros hay inventariados en la ciudad ni puede establecer el promedio diario de vuelos de estas aeronaves. No obstante, otra fuente, la Dirección General de Aeronáutica Civil, dice que el DF tiene registrado el mayor número de helipuertos del país. Le siguen el estado de México con 22 helipuertos; en contraste Guanajuato o Zacatecas, tienen registrado un helipuerto.
En México, a diferencia de otros países, las normas generales de aviación para helicópteros no se cumplen, lo cual, aunado a la falta de personal que controle estos vuelos y de capacitación, dificulta el tráfico aéreo en una zona “tan complicada” como lo es el Valle de México. De acuerdo con la investigadora en accidentes aéreos y excontroladora de tráfico aéreo, María Larriva Sahd, desde que la aviación ejecutiva salió del Distrito Federal hacia Toluca, se promovió la compra indiscriminada de helicópteros, hecho que no ocurre en otras partes del mundo, y mucho menos sin los controles necesario como ocurre, especialmente, en el DF.
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