5 de diciembre de 2011

Samuel Hernández Apodaca: LA INOPIA DE PEÑA

Samuel Hernández Apodaca: LA INOPIA DE PEÑA:

LA INOPIA DE PEÑA



"Y cuando despertó, el dinosaurio seguía ignorante"

Dice Hermann Hesse que "Los libros sólo tienen valor cuando conducen a la vida y le son útiles." Y esa expresión puede ser un atentado contra lo que ocurrió el pasado sábado 03 de diciembre en la FIL de Guadalajara; espacio donde entre en sudor y el Chanel; entre la mezclilla y los sacos de poliéster; entre los relojes de marca y las corbatas de Milano; entre incultos y acarreados por su fanatismo; entre trajeados y escotadas, ignorantes ell@s en su mayoría; se presentó algo que en realidad no le quitaba el sueño a nadie, una "conferencia magistral".


Aquello parecía una reunión entre "ex", exgobernadores, exdiputados, exdirigentes, exrectores. Era una escena como en los momentos del carro completo; cual si vivieran en los tiempos del "a sus órdenes señor presidente". El salón Juan Rulfo de la FIL servía para exponer una vez más, lo que he venido sosteniendo desde mucho tiempo atrás, "el futuro, no está en el pasado".
Y es que muy al estilo padillesco, -el de los hermanos Raúl y José Trinidad - decidió el mayor -Raúl- montar un show en "Su FIL" para proyectar a su hermanito -Trino- que tiene entre sus aspiraciones electorales, ser candidato de su partido -el PRI- a la gubernatura de Jalisco el próximo año; y no había mejor momento que sentarlo junto a otro aspirante: Enrique Peña.
Fue así que mientras adentro se ejercía la reptilia política con el "candidato" -de facto-, afuera se practicaba la gallardía de la humillación; ser un priísta del montón, sin capacidad ni fueros, sin influencia o contactos para estar adentro aunque fuera de pie. Sin posibilidad de ver de cerca al hombre, que según ellos, será presidente de México
Era la resurrección de lo que estaba a punto de morir pero que amenaza con vitalidad: el retorno de la amenaza tricolor, que anuncia que regresa por la presidencia.
Así, mientras afuera los bochornos y la combinación de olores se presentaban los unos a los otros, adentro finalmente se escuchaba la solemne voz que anunciaba el inicio.
Pero ¿Cuándo? ¿A qué hora había pasado? ¿Cómo había entrado el “candidato”? Y es que el candidato Pena Nieto (sí, con N) en su papel de vedette -aprendido quizá de alguna telenovela- decidió entrar por la parte trasera del salón. Sí, pues como juntarse con la chusma tapatía, sudorosa, pestilente, sucia, que había pagado 20 pesos para entrar a la FIL y ha llegado en camión para verlo; o como dejarse saludar por los priístas perdedores que han caído una y otra vez frente al PAN, que hoy gobierna Jalisco ... nunca!!! Pues ni que fuera un mitin, es la presentación de una " Conferencia Magistral" que tiene como base "su libro"; y no de cualquier libro, sino de uno que recoge las mentiras dictadas por más de 70 años a los mexicanos: “alcanzar el México que todos queremos y soñamos”; "construir un Estado eficaz”; “mantener nuestra estabilidad económica”; las mentiras que solo cambian de voz, las del “estoy convencido que México y las nuevas generaciones tenemos la gran oportunidad de demostrar que sí se puede tener un México próspero”.
Así, entre aplausos de bienvenida y despedida, con un auditorio ad hoc, hubiera sido suficiente - era una presencia que nos recordaba que "entre priístas podrán destrozarse pero jamás se harán daño"- pero no, la soberbia se impuso a la mesura, a la hipocresía a la honestidad; la ignorancia a la decencia; la serenidad al show; y fue así que se decidió organizar una conferencia de prensa con "el candidato". ¿Para qué? Pues para exponer sus miserias intelectuales, su poca talla lectora, su incapacidad para ser él mismo ante un auditorio ya no de aduladores, sino de comunicadores que haciendo su papel, preguntaron.
Casi cinco minutos le bastaron a Pena Nieto, para degollar lo que ciertamass media se empeña falsamente en construir de él; ese es el verdadero Enrique, al que no le prepararon el sketch de la semana anterior donde presento su libro; el que no puede controlar a la prensa internacional que lo cuestiona, y el que intentó recordar nombres de libros, de autores una y otra vez, pero no lo logró, con la cara derrotada tuvo que pedir ayuda de la gente.
La pregunta que detono fue “(…) y la última es más fácil… en el marco de la feria del libro ¿cuáles libros han marcado su vida personal y política, tres autores o tres libros son los que más han influido en usted, gracias?”
“¿Cuáles son las lecturas que han marcado mi vida? Pues he leído varias, desde novelas, que me gustaron en lo particular, difícilmente me acuerdo del título hasta de los libros. La Biblia es uno, la Biblia en algún momento de mi vida y algunos pasajes bíblicos, no me leí toda la Biblia, pero sí algunas partes de la Biblia, sin duda en alguna etapa de vida fue importante, sobre todo en la etapa de la adolescencia”
Si la adolescencia de Pena Nieto fue rodeada por lecturas de la biblia no puso en práctica sus enseñanzas, o a lo mejor no leyó el Éxodo en sus diez mandamientos. Y su mensaje a la iglesia no resulto del todo efectivo.
Así mientras él trastabillaba, su acompañante Trino Padilla, se mostraba nervioso, sudando, jugaba con una pluma, se rascaba la oreja, se tocaba la nariz, no sabía cómo sacar del embrollo a su candidato, su hermano Raúl lo regañaría. Las carcajadas ante la ignorancia no pudieron evitarse.
“La verdad es que cuando leo libros, me pasa que luego no registro del todo el título, me centro más en la lectura, pero más o menos te da una idea de los libros que he leído" fue la mejor forma de enfrentar una pregunta fácil.
Y así, mientras los mexicanos fuimos testigos de su pequeñez intelectual; de la barbarie deslenguada de quien pretende gobernar al país; de la grotesca comparación entre autores; de su limitada capacidad de lenguaje; de la simulación y cinismo como práctica diaria. Un periódico local, el informador, titula una nota " Peña Nieto atesta auditorio de la FIL" en el que Fabián Ramírez describe como en cuento de hadas, la presencia del priísta en la feria.
Esta es la forma de como los medios- algunos- pretenden tomar como tontos a sus lectores y proteger a toda costa, como en los viejos tiempos la realidad. Horas más tarde, tras darse cuenta de su confusión, Pena Nietoescribió en su cuenta de Twitter “La Presidencia Imperial de E Krauze y La Silla del Águila de C Fuentes, dos libros que disfruté leer y hoy confundí. Se los recomiendo”. De esta forma Pena Nieto parece que lleva muy en mente aquella frase que dice: "Los libros son para los pobres, que no tienen dinero para ir al cine." Ese es el presidente que algunos se empeñan en sentar en la silla del águila, allá ellos.
Por hoy es todo, nos leemos la próxima. Carpe diem.

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