Han pasado 5 años desde que Felipe Calderón declaró la guerra contra el narcotráfico, en aquel entonces la preocupación de los mexicanos era la pobreza y el desempleo. El recién nombrado Presidente de la República presumía tener las manos limpias en medio de una elección fraudulenta que marcaría sin duda el rumbo de México en cuanto a violencia e inseguridad se refiere.
Más de 60 mil muertos ha dejado hasta hoy la guerra contra el narcotráfico en México, esto sin contar los miles de desaparecidos o desplazados, las balaceras y los granadazos poco a poco han formado parte de la vida cotidiana del mexicano que radica en las entidades donde Felipe Calderón ha emprendido una lucha con el pretexto de evitar que las drogas lleguen a nuestros hijos.
Sin embargo, ¿qué beneficios ha traído la guerra contra el narcotráfico? ¿En verdad se ha evitado que las drogas lleguen a nuestros hijos?
El incremento a los secuestros y extorsiones contra empresarios y comerciantes a raíz de esta absurda guerra solo ha traído desempleo toda vez que ante la falta de garantías, estos se tienen que ver en la necesidad de cerrar las fuentes de empleo que tanta falta le hacen a los mexicanos.
Mas allá de generar violencia con la violencia, México necesita combatir la corrupción que está impregnada en las instituciones gubernamentales toda vez que el endeudamiento de Coahuila por parte de Humberto Moreira o el caso de extorsión contra el Casino Royale por parte de Jonás Larrazábal, hermano del alcalde PANista de Monterrey, es sin duda la prueba más grande de la corrupción que hay en nuestro país.
Desafortunadamente Felipe Calderón nos pretende vender la idea de que en México se vive bien, que el sistema político que ha generado más de 57 millones de pobres y 11.7 en pobreza extrema es el adecuado, y que los más de 60 mil muertos solo son daños colaterales de una guerra que no ha traído ni traerá los resultados esperados.
Habrá quien apoye la guerra fallida de Felipe Calderón, sin embargo, ante la negativa de nuestro gobierno para castigar a los responsables de estos crímenes, corresponde a la CPI tomar cartas en el asunto para que se haga justicia a los más de 60 mil seres humanos que han perdido la vida por el capricho y necedad de quien no solo ha llevado a México al borde de un Estado Fallido, sino también a la pobreza, el rezago educativo y la desigualdad social.
Lo cierto es que las manos que Felipe Calderón presumió tener limpias, hoy han sido teñidas con la sangre de más de 60 mil mexicanos. ¿Quién resultó ser el peligro para México? ¿Quieres más de lo mismo? ¡Yo tampoco!
#AMLO2012
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