@hamletgar: De los Estudiantes Masacrados y el Guerrero Bronco.

De los Estudiantes Masacrados y el Guerrero Bronco.:

De los Estudiantes Masacrados y el Guerrero Bronco.

13

DEC

2011

Publicado en Politica Nacional

by Hamlet García Almaguer

@hamletgar

Quién ha vivido en Guerrero sabe cómo funcionan las cosas allá por los caminos del sur; la violencia (y no hablo sólo del narcotráfico) es el pan de cada día, desde las zonas urbanas como Acapulco, Chilpancingo, Iguala, Taxco, Zihuatanejo y Chilapa hasta las regiones rurales más marginadas del estado y del país como Metlatónoc y Tlacotepec.

Quienes han vivido en Guerrero saben de la marginación en la que vive la mayoría del pueblo, del abandono de los indígenas y de las históricas "luchas sociales" que la izquierda ha librado en todos los rincones de su estrepitosa geografía.

Quienes han vivido en Guerrero saben de las llagas provocadas por la guerra sucia, de las heridas causadas desde el poder, de los abusos, de las extorsiones, de las desapariciones, de las persecuciones.

Quienes han vivido en Guerrero saben de la validez del duelo a muerte y de la venganza privada, de la "licitud" del ojo por ojo y del diente por diente, pero también saben lo que para el pueblo significa matar desde arriba.

Quienes han vivido en Guerrero saben de la historia de Ayotzinapa y saben que en sus aulas no sólo se forman maestros, sino también líderes sociales y células comunistas con vocación hacia la desestabilización y la guerrilla.

Pero quienes han vivido en Guerrero también saben que la confrontación no es gratuita y saben que esas llagas de los abusos y la persecución, de los asesinatos, de las desapariciones y de las persecuciones aún no sanan.

Y ahí está el problema, por que quienes han vivido en Guerrero saben que Guerrero es bronco y que en cualquier momento puede levantarse; y saben que los homicidios desde el poder son intolerables.

Y precisamente por esa memoria histórica tan característica de Guerrero, quizá lo más doloroso sería que los homicidios vinieran desde (el gobierno de Aguirre) y hacia (los estudiantes de Ayotzinapa) la izquierda.

¿Por qué no disolvieron la manifestación con toletes, escudos, chorros de agua, gas lacrimógeno y balas de goma? (así lidiaba el ex gobernador Zeferino Torreblanca con los normalistas de Ayotzinapa) Es una pregunta que sólo Ángel Aguirre y el procurador Alberto López Rosas podrán contestar.

Hoy muchísimos guerrerenses (incluído Aguirre) recordarán Aguas Blancas.

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