En medio de ola de alzas dan miniaumento salarial
Martín Coronado
El Diario | 10-12-2011 | 00:39
En tanto que el salario mínimo aumentó sólo un 4.2 por ciento, algunos alimentos han duplicado su precio, la gasolina acumula 10.5 por ciento en el año, el agua subirá en enero un 10 por ciento, y el gas LP un 3.2 por ciento.
De hecho, hoy los fronterizos resienten el efecto del nuevo “gasolinazo” que se aplica mensualmente; recientemente se aprobó que se prolongue durante tres años más.
Ayer la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) anunció un incremento de 4.2 por ciento. En el caso de Juárez, el salario mínimo pasará de 59 pesos con 82 centavos a 62 pesos con 33 centavos a partir del primero de enero. Eso significa un incremento de 2 pesos con 51 centavos para esta zona geográfica.
Miguel Ángel Calderón Rodríguez, vicepresidente del Colegio de Economistas del Estado de Chihuahua, explicó que el salario mínimo dejó de cumplir con lo que marca la ley porque con las grandes inflaciones y devaluaciones de las décadas pasadas, el mínimo perdió su valor, al grado de hacerse irreal.
“Hubo décadas con inflación del mil por ciento, por ejemplo, y el salario sólo subía 5 por ciento anual, entonces allí el salario perdió su valor y se convirtió en una cifra irreal, que sólo sirve como un índice de algo”, agregó.
Agregó que ahora la Conasami lo aumenta en función de la inflación del país medida por el INEGI, y que hasta ahora ha acumulado un 3.48 por ciento.
El Artículo 90 de la Ley Federal del Trabajo dice que el salario mínimo es la cantidad menor que debe recibir en efectivo el trabajador por los servicios prestados en una jornada de trabajo.
El mismo artículo de la ley indica que deberá ser suficiente para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia en el orden material, social y cultural, y para proveer la educación obligatoria de los hijos.
El economista dijo que es obvio que el salario mínimo no cumple lo que dice la ley, y en cambio es un generador de inflación, porque cuando suben los salarios, suben los productos en la misma medida, y las multas, por ejemplo, también aumentan.
Contra el alza en el salario mínimo, los aumentos en los servicios y en la canasta básica son muy desproporcionados.
Según un análisis de El Diario, en el último año algunos productos de consumo regular subieron hasta 141 por ciento, es decir, más del doble.
Sólo por el efecto del dólar, que aumentó hasta un 26 por ciento en el año, algunas partes del pollo se encarecieron un 141 por ciento, el elote en lata un 88 por ciento y el champú un 50 por ciento; el atún en lata y la salsa de tomate 43 por ciento, el galón de naranjada 39.4 por ciento, en tanto que el azúcar y el suavizante de ropa subieron 33.4 por ciento.
La carne para deshebrar aumentó 32.8 por ciento en tanto que el “chuck” para asar cuesta 32.1 por ciento más, por mencionar algunos ejemplos.
Los tortilleros ya empezaron a subir la tortilla hasta en un 30 por ciento, debido al aumento en los insumos, algunos de ellos de origen gubernamental, como la luz y el gas.
A los aumentos en los alimentos se suma la ola de incrementos definidos por el Gobierno: la Junta Municipal de Agua y Saneamiento anunció un alza de 10 por ciento a su tarifa que se aplicará a partir de enero, mientras el gas acumula un alza de 3.2 por ciento en el año, y la gasolina, debido a el alza de cada mes, ya suma un incremento de 10.5 por ciento.
Al respecto, Carlos Chavira Rodríguez, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana en Juárez, indicó que para los patrones es obvio que el incremento en el salario mínimo no es un factor que venga a beneficiar a los trabajadores.
El empresario recordó que en Juárez la industria maquiladora que ocupa al 50 por ciento de los trabajadores formales paga casi tres salarios mínimos, por lo que el aumento no es un indicador.
En términos reales, el salario promedio en el estado ha aumentado un 3.16 por ciento en la entidad, al pasar de los 209.25 pesos diarios a los 215.87 en los últimos 12 meses, apenas poco menos que la inflación, según datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.
Trabajadores indicaron que el incremento en el salario es un dato que les tiene prácticamente sin cuidado.
“De qué me sirve que suban el salario mínimo, aquí nadie lo gana y nadie quiere ganarlo, porque no te alcanza para nada”, dijo Ernesto Suárez, que trabaja como obrero en la industria maquiladora.
Sacando un recibo de pago de su bolsa, indicó que él sigue ganando exactamente lo mismo que hace año y medio, cuando por fin logró colocarse de nuevo en una empresa.
“Duré seis meses sin trabajo y ahorita no pido aumento, nomás que no me corran”, indicó.
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