La regeneración de AMLO
21 Noviembre, 2011 - 19:42
CREDITO:
Rubén Martín
La hábil manera cómo Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard elaboraron un acuerdo político para decidir quién de los dos sería el candidato de la izquierda electoral, mediante encuestas, obliga a reconsiderar los escenarios que se tenían previstos unas semanas atrás.
El resultado de la encuesta que concedió la candidatura presidencial a López Obrador y la aceptación sin conflictos de parte del jefe de gobierno del Distrito Federal, así como los acuerdos para integrar un frente de todos los partidos de la izquierda electoral y del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) recolocó a AMLO en la contienda político-electoral desde otra plataforma y posibilidades.
La primera razón es que en dicha operación política, el PRD contradijo su historial de conflictos internos. Claro, detrás del gesto de civilidad de Marcelo Ebrard al reconocer su derrota, hay un gran olfato y cálculo político. A cambio de aceptar la victoria de López Obrador, Ebrard obtuvo una suma muy importante de posiciones políticas por lo que, contrario a lo que parece, gana más poder del que tiene ahora. Como sea, la izquierda electoral mexicana salió airosa de su proceso para elegir candidato presidencial.
Otro factor que juega a favor de López Obrador es que se convirtió en el primer aspirante presidencial definido de los tres que se esperan para 2012, pues a pesar de que en el PRI se sabe que el candidato será Enrique Peña Nieto, el proceso interno está atorado por quejas e inconformidades de Manlio Fabio Beltrones.
En Acción Nacional la dirigencia sigue empeñada en escoger a su candidato hasta febrero del próximo año, perdiendo meses importantes de posicionamiento.
Un factor más del reposicionamiento de AMLO es que los cinco años que pasaron desde 2006 no fueron en balde. Morena es ahora una organización nacional con más de 40 mil comités de base. Más allá de los partidos y sus dirigencias siempre dispuestas a irse con el mejor postor, López Obrador tiene fuerza propia.
Pero hay otros dos factores que parecen que a la larga serán más influyentes en un escenario de consolidación de la candidatura de AMLO: uno es su discurso de la “república amorosa” y el otro su acercamiento con los empresarios.
En el fondo se trata de una misma estrategia. Cambiar de una vez por todas, la imagen que le construyeron o que se construyó, como un político popular y radical, es decir, con un programa de nación sustentado en el antagonismo social. La propuesta de esta “república amorosa” tiene el potencial de convertirse en un slogan atractivo en un país metido en la espiral de violencia más sangrienta en muchas décadas.
El otro factor tiene que ver con su acercamiento con empresarios del país, encabezados por una corriente de Monterrey se han pronunciado abiertamente por el candidato presidencial de la izquierda. La entrevista que el empresario regiomontano, Fernando Turner Dávila, concedió a San Juana Martínez [http://www.jornada.unam.mx/2011/11/20/politica/006n1pol] es interesante porque se trata no únicamente alguien que militó en el PAN por 30 años, sino una especie de grito de desesperación de un sector empresarial clama por un rumbo distinto al país y cree que López Obrador puede encabezar dicho giro.
En esa corriente participan también otros empresarios regiomontanos como Alfonso Romo Garza, Alfonso Romo Garza y hasta el ex secretario foxista Fernando Canales Clariond [http://eleconomista.com.mx/sociedad/2011/11/20/amlo-empresarios-relacion-amor-odio].
Incluso podría esperarse que Carlos Slim pudiera apoyar al tabasqueño, dadas las tensiones que el hombre más rico del país ha tenido con el calderonismo.
En suma, hay un López Obrador reposicionado, regenerado en su discurso, que sale unido del proceso de elección interna y con nuevas alianzas sociales. A todas luces hay una moderación del discurso de López Obrador, pues en su entrevista con López Dóriga ya no habló ni da la mafia que controla el país, ni del fraude electoral de 2006.
Lo que habrá que observar es si la inclusión de los empresarios y la moderación de su discurso no lo aleja de sus bases populares que lo mantuvieron y respaldaron mientras peregrinaba con su gobierno legítimo. Lo cierto es que hay un AMLO regenerado y fortalecido políticamente.
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