10 de noviembre de 2011

Patricia Barba Ávila: Los políticos, los periodistas y los libros

Beltrones y Vázquez Mota emulan a Salinas al intentar legitimarse escribiendo libros en un país donde sus políticas neoliberales ha mancillado la educación y la cultura...
 
...una incursión ofensiva de la razón si consideramos que la literatura, una de las más nobles expresiones de la cultura, debería servir para la elevación de los seres humanos a estadios superiores de moralidad.
 
Por: Patricia Barba Ávila
En el México del SNTE y Gordillo, de Fox, Calderón, Moreira y Peña Nieto hemos atestiguado cómo personajes de la calaña de Salinas de Gortari, iniciador de políticas que vendrían a crucificar la educación y la cultura, incusionan en el ámbito de las letras para intentar legitimar lo profundamente ilegítimo, lavar lo profundamente manchado...y esta estrategia ha tenido eco en sujetos como Manlio Fabio Beltrones y Josefina Vázquez Mota en un país como México, hundido en una crisis no sólo económica sino cultural y de valores como consecuencia de las actividades de estos conspícuos miembros de la élite politiquera.
 
Lo peculiar aquí es que, de acuerdo con estudios realizados respecto del nivel educativo, en México se lee un promedio de medio libro al año, por lo que nos preguntamos: ¿quiénes tienen acceso a la lectura de estos y otros libros? ¿cuáles son las reacciones y las consecuencias de enterarse del contenido de estos escritos? ¿qué intentan los que se aventuran a estas expediciones literarias?
 
Analicemos los contrastes inevitables: en el caso de Andrés Manuel López Obrador, podría decirse que en los libros que ha escrito constata las innumerables violaciones de la Constitución, traducidas en fraudes electorales, latrocinios de los bienes de la nación, enajenación de la soberanía energética y alimentaria por parte de una clase politiquera --que no politica-- a la que pertenecen Salinas y sus émulos.  Nadie que haya vivido en el país y que esté en plena posesión de sus facultades mentales, podrá negar que lo que López Obrador relata en sus libros no se corresponda con la realidad.
 
Algo parecido ocurre con la colega Anabel Hernández y sus libros de denuncia de las corruptelas de la familia Fox y los nexos de la clase politiquera --que no política-- con el crimen organizado y los carteles de la droga. Igualmente, nadie que respete la razón y la ética, podrá negar lo que Anabel relata en lo que ha publicado y que, por cierto, la ha colocado en una situación muy riesgosa en el México donde criminales inconfesos pero denunciados como Salinas, Beltrones y Vázquez Mota se disfrazan de escritores ---malos y grotescos, por cierto.
 
En contraste diametral, tenemos a Salinas de Gortari:  nadie que haya vivido en México y que tenga sus facultades mentales y morales intactas, podrá negar que lo que se lee en sus escritos es una intentona de disfrazar el hecho incontestable de que su administración marcó el inexorable y estrepitoso declive de la nación mexicana hacia un pozo que parece no tener fondo.
 
Y ni qué decir de Josefina Vázquez Mota, ex jefa de campaña de Calderón Hinojosa y que junto con los asesores electorales extranjeros, fue responsable del lodo que intentó asesinar la figura de López Obrador durante los meses que precedieron al fraude del 2006. Ahora Vazquez Mota recurre a esta nueva modalidad de legitimarse e incursiona en la literatura con un libro consistente en entrevistas a personajes como José María Aznar --cosa que no nos sorprende en lo más mínimo. 
 
Pero si hay algo paradigmático de la profunda descomposición que priva en los círculos políticos del país, es el caso de Manlio Fabio Beltrones y la presentación de su libro, en cuya presentación estuvo acompañado nada más y nada menos que el "líder moral de la izquierda" (SIC SIC!!) Cuauhtémoc Cárdenas y de Diego Fernández de Ceballos, el Capo de la elite ultraderechista dentro del PAN, en un galimatías politiquero que hay que desentrañar y en esto haciendo, se antoja obligatorio hacer un recorrido por la oscura trayectoria del mandamás en el Senado y que muchos hemos dado en llamar "Don Beltrone" por razones más que obvias.  Como es del conocimiento de un amplio sector de la sociedad, sobre este "servidor público" (SIC!) penden denuncias de ligas con el crimen organizado (y no me refiero aquí a sus connivencias con el crimen que amparado en leyes ad hoc perpetra crímenes y violaciones minuto tras minuto y día tras día: la pandilla delincuencial que habita en Los Pinos, Bucareli, la SCJN, el Congreso, la PGR, los palacios de gobierno estatales transformados en residencias de señores feudales a la moderna...sino al otro crimen, el "supuestamente perseguido" en la guerra amparada por el nefasto Plan Mérida y bendecida por USA Corporation Ilimited y el cartel financiero internacional...
 
¿Qué más --me pregunto y pregunto a ustedes-- podemos esperar en un país donde los medios oficiales y oficiosos, repentina y oportunistamente transformados en "adalides de la comunicación democrática", saturan a televidentes y radioescuchas con mega-escándalos que en otros lares han provocado la caída de presidentes, primeros ministros, jueces, mientras que en México no pasa nada?  ¿Acaso alguno de nuestros abuelos podría haberse imaginado siquiera que llegaríamos a tal nivel de descomposición moral que permite que criminales disfrazados de políticos-escritores se presenten en foros públicos a recibir el aplauso de públicos nembutalizados hasta la náusea?
 
Si, hay muchas tragedias que agobian a la nación y, sin duda alguna, una de las más crueles y absurdas es que millones de ciudadanos continúen impávidos ante este mar de putrefacción...
 
Comentarios:  andrea.barba47@gmail.com


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