2 de noviembre de 2011

GUANAJUATO EL ESTADO MOCHO POR EXCELENCIA : UN MODELO DE DESIGUALDAD SOCIAL

GUANAJUATO: UN MODELO DE DESIGUALDAD SOCIAL:
GUANAJUATO: UN MODELO DE DESIGUALDAD SOCIAL

A pesar de su infraestructura y capacidad de generación de riqueza, es pobre y desigual; éste es el saldo del gobierno de Juan Manuel Oliva

Mario Luis Fuentes / CEIDAS / www.mexicosocial.org

CIUDAD DE MÉXICO, 1 de noviembre.- El estado de Guanajuato es considerado el eje troncal de la dinámica económica nacional. Su infraestructura carretera, así como los clusters económicos, principalmente el automotriz, le han permitido convertirse en los últimos 20 años en una entidad con un muy importante crecimiento de su producto interno bruto.

Paradójicamente, a pesar de estas condiciones, Guanajuato sigue siendo un territorio caracterizado por la exclusión, el rezago social y la pobreza, lo cual lo sitúa como uno de los principales modelos de la desigualdad y el privilegio para unos cuantos, a costa del bienestar de las mayorías.

Pobreza como en pocos lados Guanajuato es la segunda entidad con mayor incremento absoluto en el número de pobres durante el periodo que va de 2008 a 2010. Sólo en ese periodo, el incremento registrado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social fue de 309 mil personas que se sumaron a las filas de la pobreza.

Este crecimiento implica un dramático cambio también en términos porcentuales, pues mientras que en 2008 la entidad presentaba un porcentaje de pobreza similar al promedio nacional (44.5% a nivel nacional y 44.2% en Guanajuato), en 2010 el porcentaje se situó en 48.5% de la población, mientras que el promedio- país se situó en 46.2%.

De este modo, en 2008 había en la entidad 2 millones 365 mil personas en condición de pobreza; en cambio, en 2010 la cifra creció a 2 millones 674 mil. Para dimensionar lo que implican estas cifras basta con mencionar que con casi 3 millones menos de habitantes que el Distrito Federal, el estado de Guanajuato supera a esa entidad en más de 150 mil pobres.

La fractura social que vive el estado implica además que de los más de 300 mil personas que cayeron en condición de pobreza entre 2008 y 2010, hubo poco más de 21 mil que se situaron en el margen del hambre, es decir, en condición de pobreza extrema.

Con esto, si en 2008 7.9% de la población total de la entidad vivía con menos de lo requerido para adquirir una canasta básica alimentaria (menos de 900 pesos al mes, por persona), en 2010 el porcentaje se situó en 8.1%.

Mucha riqueza pero pocos empleos

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo relativa al II Trimestre de 2011, en Guanajuato hay 2.3 millones de personas que conforman la Población Económicamente Activa (PEA). De ellos, hay 2 millones 159 mil que se encuentran
ocupados, mientras que 139,954 personas se encuentran en condición de desocupación.

Estos datos implican una tasa de desocupación de 6%, promedio superior al de la media nacional que en el mismo trimestre se situó por debajo de 5.5%. A este dato debe agregarse que en la entidad hay un acelerado proceso de precarización del empleo, pues de los 2,159,216 personas ocupadas, hay 159,850 que no perciben ingresos por las labores que desarrollan (7.4%); y adicionalmente hay 268,728 trabajadores que perciben menos de un salario mínimo al día, es decir, menos de 60 pesos diarios (12.44% de la PEA).

Continuando con la descripción, es importante destacar que hay 485,238 trabajadores que perciben entre uno y hasta dos salarios mínimos, es decir, entre 60 y 120 pesos al día; otros 530 mil que trabajan perciben entre dos y tres salarios mínimos.

En contraste, sólo poco más de 132 mil trabajadores en la entidad perciben más de cinco salarios mínimos al mes, cantidad es menor a la de quienes aun cuando trabajan, no reciben ingresos por sus actividades.

Por último, debe destacarse la inmensa precarización laboral que hay en el estado pues de los 2.15 millones de trabajadores, 1.45 millones que no tienen acceso a servicios de salud como prestación de las actividades que desempeñan; y por si lo anterior fuera poco, al segundo trimestre de 2011, el 32.8% de los trabajadores estaba ocupado en la informalidad.

Educación olvidada

Guanajuato sigue siendo uno de los estados con mayores niveles de incumplimiento del derecho a la educación. En efecto, el estado registra un promedio de escolaridad de 7.73 grados cursados por persona, un indicador apenas similar al que se tenía como promedio en el país hace 10 años.

Así, según los datos del Censo 2010, había en ese año al menos 410,727 niñas, niños y adolescentes privados de su derecho a la educación. De ellos, 153,339 eran niñas y niños entre 3 y 5 años de edad que no iban al preescolar; 17,787 entre 6 y 11 años que no iban a la escuela; 32,953 entre los 12 y los 14 años que no asistían a la educación secundaria; 25,997 entre 8 y 14 años que no saben leer ni escribir, y 143,516 que tienen negado el derecho de asistir al bachillerato.

Por si fuera poco, hay en la entidad 528,492 mayores de 15 años que no han concluido los estudios de educación primaria, más 218,261 personas que no han concluido la secundaria, lo cual ubica al estado como la entidad con mayor proporción en todo el país, de población mayor de 15 años que no ha concluido la secundaria.

Otras dimensiones del rezago

De acuerdo con el Coneval, el estado de Guanajuato llega a 2010 con un grado de rezago social "medio", clasificación similar a la que tenía en el año 2000. Así, en 2010 se contabilizaron en la entidad 1,266,772 viviendas, de las cuales 113,875 no tenían drenaje (8.99%), 17 mil no tenían ninguno de los bienes por los que se preguntó en el censo (televisión, radio, refrigerador,
lavadora, automóvil y computadora); 52,540 tenían piso de tierra (4.15%), mientras que sólo 301,318 tenían computadora (23.8%); y 201,702 (15.9%) tenían internet.

Un mar de violencia

Un dato que destaca en Guanajuato es el muy alto número de suicidios que ocurren cada año, pues al observar la tendencia de la década que va del año 2000 a 2009 su ritmo de crecimiento es prácticamente similar al de los homicidios, con excepción de ese último año, en el que el número de homicidios creció en más de 40%.

Así, en el periodo señalado hubo en la entidad 2,494 homicidios, mientras que el INEGI contabilizó 2,160 muertes por suicidios, de los cuales destaca que en más de 60% de los casos, quienes los cometieron eran pobres.

Océanos de desigualdad Guanajuato es sinónimo de desarrollo desigual. Sólo por citar un ejemplo, mientras que en el municipio de Atarjea 20% de los mayores de 15 años son analfabetas, en Celaya lo es 5.42%; mientras que en el municipio de Abasolo 63% de los mayores de 15 años no han concluido la secundaria, en el municipio de Guanajuato el índice es de 37.7%; y mientras que en Xichú el 35.8% de las viviendas no tiene agua potable, en Moroleón sólo el 5.25% carecen de ella.

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